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Entrevista:AMER MUSA | Secretario general de la Liga Árabe | LA ENFERMEDAD DE ARAFAT

"Con o sin Arafat, los palestinos no van a olvidar sus derechos"

Ángeles Espinosa

Amer Musa (El Cairo, 1936) conoce bien el corazón árabe. Por algo es el secretario general más popular que ha tenido la Liga de los Estados Árabes. Así que sea cual sea la pregunta, se las arregla para repetir su mensaje: Israel tiene que retirarse de los territorios árabes. "Con o sin Arafat, los palestinos no van a olvidar sus derechos", declara convencido de que no habrá conferencia, reunión o iniciativa que les haga condonar la ocupación de su tierra.

En una entrevista con EL PAÍS, Musa rechazó también el uso de la fuerza en Irak, cuya invasión considera que agravó el problema más que solucionarlo. Invitado por el Club de Madrid, el carismático diplomático egipcio iba a permanecer en España hasta el próximo sábado, pero el inminente anuncio de la muerte del líder palestino le ha obligado a viajar hoy a El Cairo. Antes, se entrevistará con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

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Pregunta. ¿Qué significa para el mundo árabe la reelección de George W. Bush?

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Respuesta. Es el deseo del electorado estadounidense. Recordaremos al presidente Bush que en su primer mandato dijo que quería ver un Estado de Palestina junto al Estado de Israel. En 2005. Tal vez en su segundo mandato tenga oportunidad de cumplir ese compromiso, pero depende de tantas circunstancias... Estados Unidos tiene que cambiar su política de favoritismo hacia Israel para poder ser un mediador imparcial y el Estado palestino tiene que ser viable, con plena soberanía, no sólo una bandera, un himno y un pasaporte. Además, ya no tenemos tiempo para recurrir a una aproximación gradual que distinga objetivos inmediatos y resultado final: tenemos que abordar ese estatuto final, ya, en 2005 y acabar con el asunto.

P. Más allá de las declaraciones de dolor que harán en los funerales de Arafat, ¿están los líderes árabes trabajando en otra aproximación tanto hacia Israel como hacia el nuevo liderazgo palestino para avanzar la paz?

R. Nuestro enfoque se mantiene. Es la iniciativa de Beirut. Tenemos la Hoja de Ruta como instrumento para llevarla a cabo. Y tenemos la propuesta de Gaza, que veremos si es parte de la solución global o simplemente una dilación para dificultar que se hable del Estado, tal como ha dicho uno de los consejeros del primer ministro israelí. Existe mucho recelo hacia la política israelí y sus intenciones. Han descrito a Yasir Arafat como un obstáculo, pero estoy convencido de que era no un obstáculo sino un pretexto que servía a la política israelí para no avanzar. Los palestinos, con o sin Arafat, no van a olvidar sus derechos, y no creo que sea posible bajo ninguna circunstancia una paz como la que quieren los israelíes. Tiene que ser una paz equilibrada.

P. ¿Cuáles cree que han sido los errores del lado árabe?

R. También los ha habido, pero los árabes no están ocupando la tierra de otro pueblo, ni utilizando la opción militar día tras día. Y si pregunta a los mediadores, en especial a los europeos -cuyo papel quiero destacar-, culpan sobre todo a Israel y a sus políticas. Por supuesto que los palestinos debieran haberse organizado y actuado mejor. Pero eso no puede compararse a lo que está haciendo Israel. Si lo que usted se refiere es a las víctimas civiles, nuestra postura es muy clara: estamos en contra de causar daños a los civiles. Debe protegerse a los civiles de ambos lados, y con el mismo esmero.

P. La última causa de diferencias con Washington fue la invasión de Irak. ¿Qué solución propone la Liga Árabe para ese país?

R. Irak no va a resolverse con la fuerza. Si eso fuera posible, se habría solucionado hace un año tras la invasión, pero la invasión no resolvió el problema sino que lo agravó. Salta a la vista el caos. La Liga Árabe está dispuesta a cooperar a través del diálogo y la diplomacia. La agenda debería ser: la reconciliación de todos los iraquíes, el establecimiento de una fecha para la retirada de las fuerzas extranjeras, la implicación real de Naciones Unidas, un plan de reconstrucción serio y la participación árabe. Es un proceso político que necesita el apoyo de los iraquíes. No se puede alienar a una cuarta parte de la población y luego pedir su apoyo.

P. Se ha vinculado el retraso en el desarrollo humano del mundo árabe al conflicto árabe-israelí...

R. No habrá paz entre árabes e israelíes a menos que se produzca una retirada [israelí de tierras árabes], se devuelvan los derechos de los árabes y se establezca un plan de seguridad aceptado por ambas partes. No importa cuántas conferencias, reuniones o iniciativas se lancen, la ecuación no va a cambiar mientras no cambie la situación sobre el terreno.

P. ¿Cambiarían las posibilidades de alcanzar un acuerdo de paz si los Gobiernos árabes fueran democráticos?

R. La paz con Israel sólo se producirá cuando se retire de los territorios árabes ocupados y reconozca los derechos de los palestinos. La democracia no tiene nada que ver con el conflicto árabe-israelí. Se trata de un conflicto por la ocupación de territorios y por la negación de derechos.

P. La Liga Árabe trabaja en la unificación del currículo escolar. ¿Hasta qué punto la educación puede ayudar a combatir el radicalismo y la intransigencia que promueven algunos sectores árabes y musulmanes?

R. No hay tal promoción. Hay mucha tergiversación al respecto. Sin duda la educación se tiene que modernizar, pero no es la educación lo que radicaliza, ni el islam es una religión extremista. Parte del radicalismo, parte del rechazo, parte de la ira -una considerable parte de la ira- son fruto de la postura respecto a Palestina. Si piensan que vamos a dejar de enseñar a nuestros hijos que existe una tierra ocupada que se llama Palestina, se equivocan.

P. He visto algunos libros de texto en Arabia Saudí...

R. Eso son visiones religiosas radicales y existen en todas las religiones. La mayoría en el mundo árabe y musulmán pertenece al sector moderado de la sociedad. También algunos neoconservadores hablan de hacer la guerra contra los musulmanes. Hay radicales en todas partes. ¿Por qué toman a esas minorías como representantes del islam? Es como si nosotros consideráramos que los neoconservadores representan a toda la cristiandad.

P. Usted mostró recientemente su discrepancia a ese respecto con el ex presidente José María Aznar. ¿Qué relación prevé con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?

R. Me sorprendió mucho lo que dijo Aznar. Somos amigos desde hace tiempo, pero sus nuevos puntos de vista suscitan muchos interrogantes. Fue demasiado lejos. Debemos trabajar todos para construir puentes entre las civilizaciones, no para bloquearlos; para acortar las distancias, no agrandarlas. Por eso apoyo la iniciativa del presidente Zapatero ante la Asamblea General de la ONU sobre una alianza de civilizaciones. Así se lo he hecho saber al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y se lo reiteraré al presidente cuando le vea mañana [por hoy]. Ése es el tipo de iniciativas que necesitamos.

Amer Musa, secretario general de la Liga Árabe.
Amer Musa, secretario general de la Liga Árabe.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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