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LUTO EN EL PRINCIPADO

"Era un buen amigo", afirma el rey Juan Carlos

Mandatarios de todo el mundo expresaron ayer sus condolencias a la casa real monegasca y al pueblo del principado de Mónaco por el fallecimiento del príncipe Raniero III, quien gobernó este país durante 55 años. Desde Naciones Unidas hasta Rusia se han escuchado las voces de tristeza por la desaparición del monarca.

El rey Juan Carlos llamó al príncipe heredero Alberto de Mónaco para presentarle sus condolencias por la muerte de su padre y manifestó que "Raniero era un buen amigo y significa una gran pérdida".

Kofi Annan, secretario general de la ONU, lamentó en Nueva York la desaparición del dirigente de Mónaco, y deseó "coraje y fortaleza" a su hijo y heredero. Annan dijo además: "En sus 55 años de reinado, y con todos los cambios que el país ha experimentado en este tiempo, el príncipe Raniero ha sido entrañablemente querido por su pueblo, y profundamente respetado por la realeza y por la comunidad internacional".

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El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también hizo llegar su mensaje de pesar a los monegascos a través de un telegrama enviado al príncipe Alberto en el que resaltó "el legado de prosperidad y estabilidad que deja en su país y que lo puso en un puesto destacado dentro de la familia europea".

Desde Londres también se ha conocido la reacción de la reina Isabel II. Según la portavoz del palacio de Buckingham, "la reina ha oído con tristeza la noticia de la muerte de Raniero III y ha enviado un mensaje privado al príncipe Alberto por el fallecimiento de su padre".

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Luto en Francia

En Francia, las banderas ondearán a media asta durante 24 horas en los edificios oficiales en señal de luto. Así lo dio a conocer Jean-François Copé, portavoz del Gobierno francés, quien además homenajeó "al jefe de Estado particularmente cercano a Francia" y subrayó la "conmoción sentida por el Gobierno tras el anuncio del fallecimiento". El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, manifestó en un comunicado que "el príncipe permitió a Mónaco acceder a la escena internacional y lo dotó de estructuras modernas".

En Rusia, el presidente Vladímir Putin calificó como una "gran pérdida" la muerte del príncipe de Mónaco y aseguró que el dirigente " quedará en nuestra memoria como valiente combatiente por la liberación de Europa en la II Guerra Mundial, y también como un sabio monarca que hizo mucho por su país".

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