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El futuro de Euskadi

Zapatero encarga a las fuerzas de seguridad y al CNI la verificación del alto el fuego de ETA

Fuentes antiterroristas consideran que la financiación de la banda es "el punto más delicado"

Miguel González

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha encargado a las fuerzas de seguridad del Estado y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que verifiquen si el "alto el fuego permanente" decretado por ETA a partir del pasado viernes tiene carácter "total y definitivo". Además de constatar la ausencia de atentados y de actos de violencia callejera, lo que resulta más evidente, los servicios de información ya están midiendo la actividad de la banda en materia de reclutamiento, instrucción, aprovisionamiento y financiación. Este último es, según los expertos, "el punto más delicado".

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"El Gobierno trabaja ya en constatar que estamos ante un alto el fuego permanente que signifique el fin definitivo y total de la violencia", dijo el martes José Luis Rodríguez Zapatero, tras reunirse con el líder del PP, Mariano Rajoy. El primer encargo del presidente a los servicios de información del Estado ha sido, precisamente, verificar el alcance y el grado de cumplimiento del anuncio de ETA. La expresión "alto el fuego permanente", utilizada por la banda en los dos comunicados difundidos los pasados días 22 y 23 de marzo, es lo bastante ambigua como para admitir distintas interpretaciones.

Los expertos dan por sentado que el anuncio incluye el cese de las "acciones militares"; pero no necesariamente de la violencia callejera (kale borroka) y las extorsiones económicas (impuesto revolucionario) a empresarios.

A pesar de ello, las fuentes consultadas no creen que se produzca un repunte de la violencia callejera, como sucedió durante la tregua de 1998-1999, más allá de algún incidente aislado, ya que el Gobierno ha dejado claro que condiciona el inicio de las negociaciones al cese de toda forma de violencia y no sería lógico renunciar a los atentados y poner en peligro el proceso con actos de puro gamberrismo.

En su opinión, la izquierda abertzale apostará, al menos a corto plazo, por la movilización de masas. El primer test será la manifestación del sábado en Bilbao, convocada incluso antes de hacerse público el alto el fuego.

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1,5 millones al año

El "punto más delicado", en opinión de los expertos, es la extorsión a empresarios y profesionales. Zapatero ha insistido hasta la saciedad en que el proceso que se inicia ahora será largo y puede durar incluso "varias legislaturas". ETA, si se disuelve formalmente, sólo lo hará al final. ¿Cómo se mantendrá mientras tanto?

Además de los más de 500 presos, sin duda el grupo más numeroso, los expertos consideran que ETA cuenta con unos 150 militantes en Francia y un centenar en Suramérica, la mayor parte instalados en México.

Para sostener este complejo, agregan las fuentes consultadas, ETA requiere unos ingresos aproximados de 1,5 millones de euros al año. Para ello dispone de empresas legales en varios países, incluida España, como demuestran algunos de los sumarios instruidos por la Audiencia Nacional, pero la mayoría de los fondos proceden de la extorsión.

Según datos facilitados por la agencia Vasco Press, las finanzas de ETA han estado en números rojos en los dos últimos años, lo que le ha obligado a consumir buena parte de sus reservas. En 2001, obtuvo casi 150.000 euros mensuales con el impuesto revolucionario, pero la recaudación cayó espectacularmente en 2004, coincidiendo con la drástica reducción del número de atentados. Los expertos consideran que la campaña de ataques a empresas realizada por ETA en vísperas del anuncio de la tregua no sólo iba dirigida a demostrar su capacidad operativa, sino también a "hacer caja".

¿Qué ocurrirá ahora? Las fuentes consultadas creen que la banda intentará cobrar las cantidades pendientes, especialmente de quienes pactaron el fraccionamiento o aplazamiento de sus pagos. Está por ver si mandará nuevas remesas de cartas o amenazará a los que no paguen. La experiencia demuestra que, sin actividad terrorista, la eficacia de la coacción se ve muy mermada.

Según un estudio de Mikel Buesa, catedrático de Economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, el 55,3% de los ingresos del entramado etarra en el periodo 1993-2002 procedía de subvenciones públicas, y sólo el 21,7% de la extorsión. Pero el cese del fuego ha llegado tras la ilegalización de Batasuna, que ha dejado a dicha organización fuera de las instituciones democráticas y sin los fondos derivados de sus resultados electorales. Su esperanza es que se le permita volver a los ayuntamientos y diputaciones tras las elecciones de mayo de 2007, aunque sea con una nueva marca, pero aún falta más de un año para ello y no tiene garantías de lograrlo.

Recorte de gastos

En cualquier caso, los expertos creen que ETA tendrá que aplicarse un "severo plan de ajuste económico" para recortar gastos. Ello supone que se reducirá, o casi desaparecerá, el reclutamiento de nuevos terroristas, por lo menos de los ilegales que pasaban a la clandestinidad y quedaban a sueldo de la banda.

Tampoco es previsible que haya una gran actividad en materia de captación de información, ya que ésta quedaría desfasada cuando la banda quisiera hacer uso de ella, como de hecho ha ocurrido en algunos atentados más recientes contra empresas.

Pero este letargo, advierten los expertos, incluirá la actividad mínima indispensable para mantener la capacidad de la banda de volver a actuar, si el proceso fracasara. Si hay entrega de armas, reflexionan las mismas fuentes, sólo será al final del proceso. Mientras tanto, ETA intentará mantener en estado de uso sus arsenales estratégicos, de los que se sospecha que conserva uno o dos en Francia.

La banda también intentará evitar las deserciones, de forma que eventuales salidas de presos o regreso de exiliados, especialmente quienes no tienen causas pendientes por delitos de sangre, se hagan "bajo control" y de manera ordenada.

La cohesión y la disciplina son condiciones indispensables para evitar el riesgo de descomposición. Por eso, el alto el fuego vino precedido de la ejemplar expulsión de algunos de los presos más significados, como Pakito, tras la filtración de una carta que criticaba a la dirección de la banda. "ETA no es un bloque monolítico, pero tampoco hay fisuras", sostienen los expertos.

Una escisión es lo único que no conviene ni a los terroristas ni al Estado de derecho.

El ministro del Interior (en el centro), en la reunión del Comité Ejecutivo para el Mando Unificado. Junto a él, de izquierda a derecha, el director de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche; el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el jefe del Gabinete del Ministro, José Luis de Benito, y el director de la Policía, Víctor García Hidalgo.
El ministro del Interior (en el centro), en la reunión del Comité Ejecutivo para el Mando Unificado. Junto a él, de izquierda a derecha, el director de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche; el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el jefe del Gabinete del Ministro, José Luis de Benito, y el director de la Policía, Víctor García Hidalgo.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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