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Reino Unido e Irlanda planean restablecer la autonomía del Ulster

La iniciativa restauraría el Parlamento regional durante seis semanas

Los Gobiernos del Reino Unido e Irlanda ultiman un plan para restablecer parcialmente la autonomía en Irlanda del Norte con el objetivo de revitalizar los aspectos institucionales del proceso de paz. El plan, que quizá sea presentado la semana que viene, prevé el restablecimiento de la Asamblea o Parlamento autónomo. Si en seis semanas no ha habido acuerdo para que los partidos acepten formar Gobierno, el Parlamento se suspendería de nuevo hasta septiembre, con diciembre como fecha tope para restablecer el Ejecutivo.

Debe pasar algún tiempo para certificar la renuncia total del IRA a la violencia
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La autonomía de Irlanda del Norte está suspendida desde el 14 de octubre de 2004, después de que el Sinn Fein fuera acusado de espiar en los despachos de la Asamblea -las acusaciones fueron luego retiradas tras saberse que el acusado era en realidad un agente doble-, la constante violencia de baja intensidad por los paramilitares del IRA y la obstinación de la banda terrorista por retrasar su desarme y su renuncia a la violencia.

Desde entonces han pasado muchas cosas en Irlanda del Norte. Unas en dirección contraria a un rápido restablecimiento de la autonomía, como el hecho de que ahora el Partido Unionista Democrático del Ulster (DUP) de Ian Paisley y los republicanos del Sinn Fein se han convertido en el primer partido en la comunidad protestante y en la comunidad católica, respectivamente, en perjuicio de las formaciones más moderadas: Partido Unionista del Ulster (UUP) entre los unionistas, y el nacionalista Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) entre los católicos.

Pero ha habido también avances extraordinariamente positivos, como el anuncio del IRA en julio pasado de que renunciaba a la lucha armada y abrazaba la vía política para conseguir su objetivo de la unidad de toda la isla de Irlanda y el esperado desarme total, certificado por la Comisión Internacional de Desarme y un testigo católico y otro protestante, en septiembre pasado.

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La autonomía no se ha restablecido todavía, porque es necesario que pase algún tiempo para certificar que el IRA ha renunciado completamente a la violencia, incluida la de baja intensidad, y que se restablezca la confianza entre los unionistas.

Los Gobiernos de Londres y Dublín creen que cuando se haya cumplido un año desde la renuncia a la lucha armada y el desarme empezarán a darse las condiciones necesarias para presionar a los unionistas de Paisley para que acepten formar gobierno con el Sinn Fein. Al mismo tiempo, ese acuerdo sólo es posible si el Sinn Fein a su vez acepta formar parte de los órganos de dirección de la policía y reconoce, por lo tanto, que esa policía representa y sirve a ambas comunidades.

El restablecimiento parcial de la autonomía, rechazado por los partidos católicos porque entienden que rompe con el espíritu de los Acuerdos de Viernes Santo (1998), no busca tanto el acuerdo definitivo como empezar a calentar motores con vistas al otoño. El plan, que podría ser presentado por Tony Blair y su homólogo irlandés, Berty Ahern, la semana que viene, pretende restablecer ahora la Asamblea de Stormont. Si antes de seis semanas los partidos no se ponen de acuerdo para formar un Gobierno -que debe representar a ambas comunidades, estar presidido por el DUP y co-presidido por el Sinn Fein-, la Asamblea se suspenderá de nuevo para dejar pasar la siempre tormentosa temporada de marchas orangistas durante el verano.

En septiembre se reanudaría de nuevo con el objetivo, ahora sí, de presionar a ambas partes para que los unionistas de Paisley acepten formar Gobierno con los republicanos y éstos acepten reconocer a la policía. En esta ocasión el límite sería diciembre próximo. Si para entonces no hubiera acuerdo, Londres suspendería de nuevo la Asamblea y, como represalia y a la vez incentivo, suspendería el pago de los sueldos a los 109 miembros que la componen y que, aunque parezca increíble, cobran sus sueldos a pesar de que jamás ha estado activa desde hace ya cerca de cuatro años.

Hay otros símbolos optimistas en el horizonte, como el plan desvelado por el Ejército británico para acelerar su reducción de tropas en Irlanda del Norte. En la actualidad hay aún más de 9.000 soldados en la provincia, que quedarán reducidos a 5.000 el 1 de agosto de 2007. Los acuartelamientos se reducirán de 40 a 14 y muchas torres de vigilancia serán desmanteladas.

Una familia pasa delante de un mural del IRA en Belfast, en julio de 2002.
Una familia pasa delante de un mural del IRA en Belfast, en julio de 2002.AP

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