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El guión pesimista de Yegor Gaidar

Yegor Gaidar, que a principios de los noventa liberalizó los precios y comenzó las reformas estructurales cuando encabezaba el Gobierno ruso, ha sido el encargado de lanzar una dura advertencia al Kremlin y de exigir un cambio de la política financiera para evitar una catástrofe.

A finales de enero pasado, Gaidar, que dirige el Instituto de Economía de Periodo Transitorio, dijo que cabe esperar que el nuevo presidente quiera evitar el receso económico y la devaluación del rublo aumentando los gastos estatales en los años 2008-2010. Pero lo más probable es que esta política lleve a Rusia a una gran crisis.

El Gobierno dice estar consciente del peligro que tiene para Rusia la coyuntura mundial, pero según el viceministro de Finanzas, Serguéi Shatalov, todavía no se ha discutido el tema de qué acciones y cambios en la política monetaria y crediticia hay que realizar.

Para Gaidar es muy factible que el fin del crecimiento anómalo de la economía mundial (2004-2007) y el comienzo de su disminución provoque una caída de la demanda y de los precios del petróleo y los metales. Esto conllevará una reducción de las ganancias recibidas por las exportaciones, la huida del capital extranjero y la devaluación del rublo.

El principal peligro, según Gaidar, consiste en que el aumento de los problemas económicos ha coincidido con el cambio de régimen en Rusia. "Si bajo el nuevo presidente el crecimiento económico cae del 7% (promedio de los últimos años) al 2% o 3% y surge la amenaza de una devaluación del rublo, el Gobierno puede comenzar a estimular artificialmente la economía aumentando los gastos estatales y apoyando al rublo con las reservas acumuladas. La combinación de estas medidas tendrá consecuencias catastróficas", señala.

La experiencia de los ciclos económicos muestra que la disminución del crecimiento al 2% de PIB conduce a una caída de los precios mundiales de los metales y el petróleo que oscila entre el 10% y el 30%. "Ni un solo programa gubernamental hace siquiera mención a los ciclos económicos mundiales y pareciera que las autoridades aún no han comprendido que el periodo de coyuntura económica exterior favorable ha quedado atrás", se lamenta Gaidar.

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