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PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

La ONU trata de salvar 'in extremis' el proceso de paz en Colombia

James Lemoyne gestiona con las FARC una salida a la encrucijada, después de que Pastrana diera el jueves un último plazo de 48 horas a la guerrilla

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace hoy el último esfuerzo ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para salvar tres años de negociaciones de paz, antes de que venza esta noche el ultimátum de 48 horas concedido por el Gobierno al grupo guerrillero.

El asesor especial del secretario general de la ONU para el proceso de paz en Colombia, James Lemoyne, gestiona con los jefes de las FARC una salida a esta encrucijada, después de que el presidente, Andrés Pastrana, diera el jueves el último plazo a la mayor organización rebelde y más antigua del país.

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El diplomático estadounidense, delegado del secretario general de la ONU, Kofi Annan, se ha declarado optimista al comenzar su gestión, pero ha advertido de que "el tiempo es corto". Lemoyne llegó el viernes a San Vicente del Caguán, uno de los cinco municipios que conforman el área neutral y desmilitarizada del sur del país, para entrevistarse con los negociadores de las FARC y urgió a las partes a "ser más flexibles".

El jueves, Pastrana, concedió las 48 horas a las FARC, para que analizaran -como lo solicitaron-, salidas a la posible ruptura de las negociaciones, sugeridas por la comunidad internacional.

Colombia, en la encrucijada

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Lemoyne ha señalado que Colombia "debe determinar si encuentra el camino hacia la paz o hacia la guerra. No hay una fórmula salvadora. Ésta es una facilitación entre las partes y la ONU no tiene su propia propuesta, sino que traigo sugerencias e ideas de varios sectores internacionales, de la sociedad civil colombiana y del Gobierno", ha subrayado.

El funcionario confía en los resultados de la misión y ha reclamado "el apoyo y hasta las oraciones de los colombianos". "Estoy aquí bajo los buenos oficios del secretario general, con quien he consultado plenamente, y con el mandato de ser un facilitador prudente que trabaja por acuerdo de las partes del conflicto", ha explicado James Lemoyne.

El mediador ha recordado que Pastrana anunció el jueves que si no se halla una solución, mañana en la noche empezará a contarse el plazo de 28 horas pactado por el Gobierno y las FARC, verbalmente, para que los guerrilleros abandonen la zona de más de 42.000 kilómetros cuadrados.

Este territorio, situado 350 kilómetros al suroeste de Bogotá, comprende cinco municipios de dos departamentos -Caquetá y Meta-, de los que salió el Ejército en diciembre de 1998 y en los que se acusa a las FARC de cometer numerosos delitos.

El Gobierno de Pastrana anunció el pasado miércoles que las negociaciones se habían roto, ante la persistencia de las FARC de exigir que las Fuerzas Militares dejen de controlar el perímetro y el espacio aéreo de la zona de distensión.

El jefe del Estado, cuyo Gobierno de cuatro años termina en agosto próximo, manifestó que su Administración entendía que las FARC habían roto el proceso y que, en consecuencia, corría el plazo de 48 horas. Sin embargo, el movimiento insurgente negó haberse retirado de la mesa y, por el contrario, le pidió a los delegados del Gobierno volver a sentarse en la misma.

Pastrana habló de nuevo al país el jueves, para ofrecer un último plazo que permita los buenos oficios ofrecidos por la ONU, la Unión Europea y el grupo de diez "países amigos", entre otros.

En medio de esta situación, las Fuerzas Militares esperan una orden presidencial para recuperar el control del área y reforzar las acciones en todo el país, ante una posible escalada guerrillera, pero Gobiernos y entidades civiles internacionales abogan por el diálogo para evitar el derramamiento de sangre. El delegado de Kofi Annan ha insistido en la salida política, tras señalar que no cree "que las balas solucionarán los problemas".

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