La OEA firma en Barbados la I Convencion Interamericana contra el Terrorismo
Los estados miembros advierten que la lucha contra el terrorismo no debe relegar a un segundo plano la necesidad de combatir la pobreza
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer la Primera Convención Interamericana contra el Terrorismo, redactada después de los atentados terroristas del 11 de septiembre y firmada en el acto por 30 de los 34 países miembros, a la espera de que Canadá, Dominica, República Dominicana y Trinidad-Tobago cumplan con requisitos legales domésticos.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, después de estampar su firma, resaltó que la OEA fue la primera organización internacional en condenar los ataques del 11 de septiembre, y es de nuevo la primera en aprobar un instrumento adaptado a las nuevas modalidades del terrorismo.
"Este tratado es muy importante, pues hace frente a todos los aspectos del terrorismo, incluyendo su financiamiento, la necesidad de compartir inteligencia, y la extradición, para que los responsables no puedan encontrar refugio en ninguna parte", declaró Powell.
La Convención Interamericana hace suyas las definiciones de delitos incluidas en diez convenciones existentes, entre ellas las de La Haya y Montreal contra el secuestro de aviones y las de la ONU contra el secuestro de diplomáticos, la toma de rehenes, los atentados con bomba y la financiación del terrorismo.
El texto compromete a los Estados miembros de la OEA a intensificar su cooperación e intercambio de información de inteligencia y hacer más estrictos sus controles fronterizos, así como a confiscar los fondos y otros bienes de grupos identificados como terroristas.
Asilo político o estatuto de refugiado
Por primera vez, se excluyen expresamente los motivos políticos como razón para negar la extradición de alguien acusado de un ataque terrorista, y los estados se comprometen a negar asilo político o estatuto de refugiado a cualquier persona contra quien haya razones fundadas para considerar que ha participado en un acto de terrorismo.
El embajador colombiano ante la OEA, Humberto De La Calle, propuso la creación de una lista de grupos, organizaciones o individuos que cometen actos terroristas en el hemisferio, como parte de las herramientas de la Convención, que se convertirá "en un valioso instrumento de cooperación jurídica y de intercambio de información operativa y de inteligencia".
Colombia se enfrenta desde hace cuatro décadas a un conflicto interno armado entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), todas incluidas en la lista de organizaciones terroristas del mundo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores peruano, Diego García Sayán, reputado jurista, ex ministro de Justicia y ex miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, subrayó que la convención "toma muy en cuenta que el terrorismo hay que enfrentarlo dentro del marco del derecho, y con un enfoque multilateral y multidimensional".
Asimismo, el ministro peruano indicó que las convenciones vigentes sobre asilo y refugiados ya excluían los "crimenes atroces", que podrían equipararse con actos de terrorismo.
Combatir la pobreza
El canciller peruano fue también uno de los que coincidieron con el primer ministro de Barbados, Owen Arthur, quien en la inauguración de la asamblea advirtió que el énfasis en combatir el terrorismo no debía relegar a un segundo plano la necesidad de combatir la pobreza.
"La pobreza extrema y creciente en la región es una amenaza tan grave como la del terrorismo, pues "es una fuente comprobada de tensiones e inestabilidad", declaró García Sayán, que añadió que "la pobreza no justifica el terrorismo, pero es el caldo de cultivo".
En su opinión, uno de los pasos esenciales de una estrategia para reducir la pobreza debe ser un acuerdo regional para reducir sustancialmente los gastos militares, una propuesta peruana que ha recibido el respaldo del Grupo de Rio, que aglutina a la mayoría de los países de América Latina y el Caribe.
Por su parte, el jefe de la diplomacia venezolana, Roy Chaderston, pidió a la OEA que se considere una propuesta de Venezuela para que "que se comience a estudiar la posibilidad de elaborar una Carta Social Hemisférica, tal como lo hemos planteado varios países".
El canciller argentino, Carlos Ruckauf, coincidió con la necesidad de impulsar un desarrollo equitativo que alivie la pobreza, pero rechazó que ser pobre sea sinónimo de terrorista. "El terrorismo no es hijo de la pobreza, es hijo del fanatismo político o religioso. La inmensa mayoría de los pobres del continente quieren trabajo digno, y no bombas ni atentados", subrayó.
