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Berlusconi arremete contra jueces y periodistas para lavar su imagen a tres días de las elecciones

El primer ministro italiano se defiende de las acusaciones sobre corrupción acusándoles de realizar "una campaña en su contra"

El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, ha convocado hoy por sorpresa a los periodistas para defenderse de las acusaciones de corrupción en actos judiciales que le imputa la Fiscalía de Milán. El primer ministro italiano ha aprovechado su discurso ante los medios para criticar a los jueces y a la prensa, a quienes acusa de estar llevando a cabo una campaña en su contra.

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Los días previos al cierre de la campaña electoral para las elecciones de los próximos 9 y 10 de abril están costándole caros al Cavaliere. A su derrota en los debates televisivos contra su rival político, Romano Prodi, se han sumado las polémicas declaraciones que realizó ayer, en las que calificaba de "gilipollas" a los ciudadanos que votasen por el candidato de centroizquierda; unas afirmaciones que posiblemente le habrán costado más de un voto.

Por ello, y tal vez en un intento de mejorar su mermada imagen, Berlusconi ha convocado hoy a la prensa para defenderse de las últimas acusaciones vertidas contra él por la Fiscalía de Milán. El pasado 10 de marzo, ésta pidió su envío a juicio por corrupción en acto judicial, acusándole de haber pagado al abogado inglés David Mills para que mintiera en el juicio sobre las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos por parte del grupo televisivo Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi.

Jueces "indignos"

En su comparecencia de esta mañana, en la que no ha dado opción a los periodistas a realizar preguntas, Berlusconi ha presentado unos documentos que, según él, prueban que ni él ni sus empresas hicieron ningún tipo de pago al abogado Mills, sino que muestran "más allá de toda duda" que la suma pagada al abogado procedía del armador Diego Atanasio.

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El primer ministro italiano ha asegurado que esos papeles están depositados desde 1997 en el banco Meespierson y que a la fiscalía le habría bastado realizar una rogatoria a Bahamas "para evitar un proceso en mi contra". Pero, aunque sus abogados lo pidieron, esta instancia judicial se negó a hacerlo, ha explicado.

"Es una infamia, una infamia" que haya funcionarios del Estado "pagados con dinero público, que traman contra el primer ministro" y que usan esos medios para "convencer a los ciudadanos de que elijan a otro durante la campaña electoral", ha proclamado Berlusconi.

Tras calificar de "indignos" a esos jueces, el primer ministro ha arremetido contra el diario Corriere della Sera, que anticipó su envío a juicio por el caso Mills, y contra los demás periódicos que "concuerdan los titulares" para atacar a un Gobierno "que lo único que ha hecho es no favorecerles".

Berlusconi, "contra las cuerdas"

Por su parte, el líder de la Unión de centrozquierda, Romano Prodi, asegura en una entrevista que publicará mañana el semanario L'Espresso y de la que hoy ha dado un adelanto que su rival político está "contra las cuerdas", pues los italianos "han descubierto su juego: el de inventar el programa de los otros".

Ambos líderes llevan semanas sumidos en un cruce de acusaciones, ya que, mientras Berlusconi asegura que la Unión subirá los impuestos para financiar algunas de sus promesas electorales, Prodi lo niega y acusa al primer ministro de poner en su boca cosas que él no ha dicho.

Prodi ha indicado que la filosofía de la política fiscal de su formación no es combatir la riqueza, sino la pobreza, y ha acusado al Cavaliere de crear "una alarma injustificada con sus afirmaciones".

El primer ministro italiano gesticula durante su comparecencia ante los medios.
El primer ministro italiano gesticula durante su comparecencia ante los medios.REUTERS

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