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49 muertos al estrellarse un avión de pasajeros en el Estado de Kentucky

Sólo uno de los miembros de la tripulación, el primer oficial James Polehinke, ha sobrevivido a la tragedia

El accidente de avión que hoy ha costado la vida a 49 personas en Estados Unidos agrava la crisis de la aviación y se suma a los complots desarticulados, los vuelos desviados y la intensificación de las medidas de seguridad de los últimos meses. El siniestro se produjo alrededor de las seis de la mañana (mediodía, hora peninsular española), poco después del despegue del vuelo 5191 de Comair, una aerolínea regional filial de Delta Airlines, desde el aeropuerto de Bluegrass, en el estado sureño de Kentucky.

El CRJ-200, un pequeño aparato de motores gemelos fabricado por la canadiense Bombardier, se dirigía hacia Atlanta (Georgia) con 50 personas a bordo: 47 pasajeros y tres miembros de la tripulación. Sólo uno de los miembros de la tripulación, el primer oficial James Polehinke, ha logrado sobrevivir a la tragedia. Polehinke se encuentra hospitalizado en estado "crítico" en el Hospital de la Universidad de Kentucky.

Ni Bornhorst ni la Agencia Federal de Aviación (FAA) han confirmado por el momento las causas del accidente, aunque un portavoz de la FAA ha explicado a la prensa que no hay indicios de que se trate de un atentado terrorista. Las autoridades han descartado también que el tiempo -ligeramente lluvioso en el momento del suceso- haya provocado el accidente.

El directivo de Comair ha explicado que la compañía, que cuenta con 6.400 empleados y opera 850 vuelos diarios a 108 ciudades, había realizado el mantenimiento obligatorio del avión y que la última inspección tuvo lugar ayer, sábado. El CRJ-200, adquirido por la filial de Delta en el 2001, tenía 14.500 horas de vuelo, "en línea con un aparato de esa antigüedad", dijo el ejecutivo de la aerolínea, que se mostró visiblemente emocionado durante su comparecencia ante los medios.

Según la cadena de televisión CNN, el avión salió de la pista de despegue equivocada, algo que podría haber desencadenado el suceso, aunque no existe confirmación oficial al respecto. Ahora, las autoridades investigan si el avión despegó desde la pista más corta -de sólo un kilómetro de longitud- y descubrió el error cuando ya era demasiado tarde. Según expertos en aviación, el CRJ-200 necesita entre 1,3 y 1,5 kilómetros de pista para despegar. La principal pista de Bluegrass mide 2,1 kilómetros.

Pero Bornhorst no ha querido abordar teorías aún no confirmadas y ha explicado que la prioridad de su compañía es apoyar y ayudar a los familiares de las víctimas que han empezado a llegar a Lexington, donde se encuentra ubicado el aeropuerto Bluegrass.

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Fin de una época

Este último accidente pone fin al período bautizado como "el más seguro en la historia de la aviación estadounidense". Desde el 12 de noviembre del 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló en el barrio neoyorquino de Queens y ocasionó la muerte a 265 personas cinco de ellas transeúntes, no se había producido un siniestro de envergadura en EE UU.

El número de víctimas en los escasos accidentes aéreos ocurridos desde esa fecha ha sido muy inferior. 21 personas murieron en enero del 2003 en un avión de Air Midwest que se estrelló poco después del despegue en el aeropuerto Charlotte/Douglas (Carolina del Norte). En diciembre del año pasado, un hidroavión operado por Ocean Airways se estrelló en Miami Beach, lo que ocasionó la muerte a los 18 ocupantes del aparato.

Pese a que los accidentes son escasos, las aerolíneas viven en un estado de alerta permanente ante la omnipresente amenaza terrorista. El complot para atentar contra aerolíneas estadounidenses que desarticuló la policía británica en fase avanzada en Londres el pasado mes de julio es una de las pruebas más palpables de los riesgos que afronta el sector.

La operación se tradujo en medidas extraordinarias de seguridad y ha llevado a las autoridades aéreas a desviar varios vuelos desde entonces ante sospechas que no se han materializado. El viernes, sin ir más lejos, las autoridades federales desviaron varios vuelos y aumentaron las medidas de seguridad en varios aeropuertos debido a siete incidentes separados. Uno de ellos revolucionó el aeropuerto internacional de Houston (Texas), después de que un perro detectase residuos de material explosivo en la maleta de un pasajero que había volado desde Argentina.

Dos sacerdotes salen de la Capilla del aeropuerto de Atlanta para reunirse con los posibles familiares de las víctimas del accidente aéreo.
Dos sacerdotes salen de la Capilla del aeropuerto de Atlanta para reunirse con los posibles familiares de las víctimas del accidente aéreo.EFE

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