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El represor Cavallo sale de prisión para ser entregado a Argentina

Serpico será juzgado en su país de origen por genocidio y terrorismo

El ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo, más conocido como Serpico, ha salido hoy de la prisión madrileña de Alcalá-Meco conducido por la Policía para que previsiblemente sea extraditado a Argentina a lo largo de la madrugada, han informado fuentes penitenciaras. De hecho, una comisión de Interpol se encuentra en España desde hace unos días para efectuar el traslado.

Cavallo será juzgado en su país de origen por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar (1976-1983), y especialmente a partir de 1979, cuando dirigió el Grupo de Tareas de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), por lo que se le imputa haber tenido responsabilidad en 227 de los 248 secuestros de personas que siguen desaparecidas.

La decisión causó conmoción entre las víctimas del militar argentino, que esperaban que la justicia española diera respuesta a sus pretensiones y se pudiera juzgar a Cavallo en España por crímenes contra la Humanidad, igual que se hizo con su colega Adolfo Scilingo, condenado a 1.084 años de cárcel por actos similares.

Cavallo llegó a España extraditado por México el 29 de junio de 2003. Desde esa fecha estaba en prisión. El ex militar argentino fue detenido en México en agosto de 2000 tras ser reconocido por varios supervivientes de centros de detención en Argentina durante la dictadura.

Extradición y archivo de la causa

La extradición fue autorizada hace dos semanas por la Audiencia Nacional, que también acordó el archivo y sobreseimiento de la causa que se seguía en España contra Cavallo por genocidio, terrorismo y torturas durante la dictadura militar en la nación suramericana.

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La acusación popular contra Cavallo presentó un recurso a la decisión de la Audiencia argumentando que si fuera enviado a Argentina, donde el proceso se encuentra en fase de instrucción, se le juzgaría por delitos distintos a aquellos de los que se le acusa en España: genocidio y terrorismo. Así, la acusación aseguraba que las autoridades argentinas "nunca han demostrado ningún interés" en juzgarle, "entre otras cosas" porque la causa estaba muy atrasada, y advertía de que allí sería juzgado por "delitos concretos" de tormentos y privación ilegal de libertad, y no por genocidio y terrorismo. Su extradición a Argentina había sido solicitada en 2006 por el juez argentina Sergio Torres.

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