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Nuevos peligros para los medios de comunicación en Rusia

La Duma aprueba en primera lectura una enmienda legislativa que permitirá a los tribunales cerrar medios de comunicación por calumnias

Rusia continúa apretando las tuercas a los medios de comunicación. La Duma Estatal o Cámara Baja del Parlamento ruso ha aprobado hoy en primera lectura modificaciones a la ley de prensa que amplían los motivos por los cuales los medios de comunicación pueden ser clausurados.

Ahora la calumnia se ha equiparado a la propagación de "materiales extremistas" en la prensa, fórmula que en su tiempo ya fue interpretada por los activistas de derechos humanos como un atentado contra la libertad de expresión porque en principio puede ser utilizada de forma amplia para acosar a los medios que no son 'leales' al Kremlin. Con las nuevas modificaciones las posibilidades de perseguir a la prensa opositora o que plantea cuestiones incómodas a las autoridades aumentan sustancialmente.

La iniciativa legal pertenece a Robert Schlegel, diputado por Rusia Unida -el partido que Vladímir Putin presidirá una vez que deje el Kremlin el 7 de mayo próximo- y ex activista del movimiento juvenil prokremlin Nashi (Los Nuestros).

Los diputados han votado casi unánimemente a favor de las enmiendas -hubo sólo uno en contra-, lo que indica que la ley no tendrá problemas en las otras instancias que debe pasar antes de ser aprobada definitivamente.

El diputado del partido Liberal-Demócratico Serguéi Ivanov ha dicho que teme que la nueva ley sea interpretada en la sociedad como un nuevo intento de "privar a la gente de la libertad de palabra". Ivanov ha señalado que prácticamente "todo material crítico puede ser calificado de calumnia".

La nueva redacción del artículo criticado por los activistas de derechos humanos es la siguiente: "No está permitido la utilización de los medios de información masiva con el objetivo de realizar acciones penadas por la ley; para divulgar datos que son secreto estatal o protegido por la ley; para divulgar materiales que contienen llamamientos públicos a cometer actos terroristas o que justifican públicamente el terrorismo, y otros materiales extremistas, informaciones claramente falsas que atentan contra el honor y la dignidad de otra persona o que dañan su reputación, así como también materiales que hacen propaganda de la pornografía, el culto a la violencia y la crueldad".

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La votación parlamentaria se ha realizado después de que fuera suspendida la publicación del periódico Mokosvki Korrespondent y su director cesado. Fue este diario el que divulgó los rumores sobre las aventuras amorosas del presidente Putin y su supuesto futuro casamiento con la campeona olímpica de gimnasia rítmica Alina Kabáyeva, 30 años menor que el líder ruso.

Algunos observadores han interpretado esa publicación como un complot para hundir al principal dueño del diario, el banquero Alexandr Lébedev, enemigo acérrimo del todopoderoso alcalde de Moscú Yuri Luzhkov. De ser así, eso querría decir que o los dirigentes del periódico fueron muy ingenuos y cayeron en la trampa tendida por los amigos de Luzhkov o incluso que algunos eran en realidad del equipo del alcalde. Lo que sí está claro que antes de la publicación de los rumores relativos a la vida sentimental de Putin, Moskovski Korrespondent era una diario desconocido, mientras que ahora es famosísimo. O sea, que si los que publicaron el supuesto inminente matrimonio del presidente con la gimnasta querían publicidad, lo han conseguido plenamente. Y el diario se prepara ahora para volver a los quioscos, ya que no pesa sobre él ninguna prohibición oficial; la decisión de suspender su publicación fue tomada por los propios dueños.

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