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Una ministra brasileña, acusada de irregularidades

La ministra de la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, considerada una de las más influyentes colaboradoras del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, fue acusada de haber favorecido a las empresas que compraron la quebrada Varig, que era la mayor aerolínea aérea del país. Las denuncias fueron hechas por la ex directora de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac), Denise Abreu, en una extensa entrevista publicada ayer por el diario O Estado de Sao Paulo.

En sus declaraciones al periódico paulista, Abreu acusó a Rousseff de presionarla para aprobar las negociaciones por las que lo que sobró de los activos de Varig pasaron por dos diferentes manos y a precios ínfimos tras el fracasado proceso de bancarrota con que se intentó salvar a la aerolínea.

Las negociaciones para la venta de Varig contaron con la mediación del abogado Roberto Teixeira, un amigo de Lula que en otras oportunidades ha sido acusado de tráfico de influencias en el Gobierno.

Dilma Rousseff, que comanda el millonario plan de inversiones públicas en obras de infraestructura lanzado el año pasado por Lula, es señalada como la preferida por el jefe de Estado para sucederle en las elecciones presidenciales de 2010.

Abreu, que renunció a la dirección de la ANAC hace nueve meses en medio de una grave crisis por dificultades en los aeropuertos, aseguró que Rousseff la presionó para tomar decisiones que favorecieron a los empresarios que adquirieron los activos de Varig.

Fondo de inversiones

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La aerolínea fue vendida inicialmente en julio de 2006 por 24 millones de dólares (16 millones de euros) a un grupo del que forma parte del fondo de inversiones estadounidense Matlin Petterson pese a la ley que prohíbe que extranjeros controlen más del 20% de una aerolínea brasileña.

El grupo decía tener tres socios brasileños y Abreu exigía que los mismos presentaran su documentación para aprobar el negocio, pero terminó desistiendo de esa exigencia por las supuestas presiones de la ministra.

"La ministra no quería que yo exigiese los documentos, que eso era responsabilidad del Banco Central y del Fisco", afirmó Abreu en sus declaraciones al diario paulista.

Teixiera también medió en la negociación por la cual los activos de Varig quedaron finalmente en manos de Gol, la segunda mayor aerolínea del país.

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