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Karadzic considera que se ha inflado el número de víctimas del genocidio de Srebrenica

El ex líder serbobosnio pide al Tribunal para Yugoslavia muestras de ADN de las tumbas para efectuar un nuevo recuento

Radovan Karadzic, el ex líder político serbobosnio a punto de ser procesado por el Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (TPIJ), ha puesto hoy en duda el número de víctimas del genocidio de Srebrenica, el cargo más importante de los 11 presentados en su contra por los fiscales. Según él, las muestras individuales de ADN analizadas para identificar a los cadáveres, "han podido usarse hasta tres veces distintas". Con ello no sólo ha sugerido que se habría inflado la cifra final de muertos (unos 8.000 varones musulmanes). "Es que hay vivos por ahí con nombres que también aparecen en las tumbas", ha añadido.

Para poder efectuar un recuento fiable, y despejar "los errores de todo lo que se ha presentado sobre Srebrenica", Karadzic ha pedido a los jueces que se hicieran públicos los informes de los forenses. Aunque se trataba todavía de una audiencia preliminar, el presidente de la sala, Iain Bonomy, ha recordado que el acusado "está en su derecho de pedir las pruebas oportunas para tener un juicio justo".

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Karadzic es su propio abogado defensor. Hace un año fue arrestado en Belgrado bajo una identidad falsa, pero los preparativos del juicio avanzan con lentitud. En particular, el juez Bonomy ha manifestado en varias ocasiones su desazón ante los retrasos de esta fase previa. Por eso ha puesto firmes a los fiscales. Les ha exigido que condensaran los hechos esenciales en los que se fundan los cargos, "para presentar una muestra razonable de lo ocurrido sin alargar el proceso".

Los fiscales, que prometieron "hacer lo posible", temen que las premuras de tiempo puedan traducirse en pérdida de seguridad jurídica. "Separaremos el heno de la paja, pero lo que tratamos de mostrar es que los crímenes fueron sistemáticos y repartidos en territorio bosnio. Es decir, reflejaron una pauta concreta de órdenes y control por parte del acusado", ha señalado Alan Tieger.

A Bonomy, encargado de acelerar en lo posible los juicios del TPIY, le parece que algunos cargos pueden resumirse sin simplificar. En concreto, ha señalado las deportaciones de civiles y la destrucción de la propiedad privada, ocurridos hasta en 27 municipios de Bosnia-Herzegovina, Srebrenica y Sarajevo. "Si la fiscalía no lo consigue, la sala tendrá que señalar los incidentes ella misma", ha advertido el juez.

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Sobre las aparentes prisas por cerrar el caso, planea el desastre del juicio sin sentencia de Milosevic. Desbaratado cuatro años después de su apertura por la muerte del ex presidente serbio, hubo 300 testigos. Con Karadzic, la fiscalía desea presentar unos 500. También pesa el deseo de Naciones Unidas, patrocinadora del TPIY, de cerrar el tribunal en el año 2010.

Según las previsiones actuales, dichos plazos no podrán cumplirse con el ex jefe político serbobosnio. El juicio no concluirá hasta 2010. Para las apelaciones necesitarán otro año más. Acusado de genocidio también por el sitio de Sarajevo, donde perecieron en 1995 más de 12.000 personas, y de crímenes de guerra y contra la humanidad, a Karadzic no parecen molestarle los retrasos. "Lo ideal sería que la fiscalía retirara todos los cargos contra mí, pero no creo que le parezca bien", ha dicho con una media sonrisa.

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