La policía francesa interroga al fotógrafo amigo de Bettencourt y al gestor de su fortuna
El administrador aparece en las cintas grabadas furtivamente por el mayordomo en las que, entre otras cosas, comenta las irregularidades fiscales de la heredera de L'Oreal
La Brigada Financiera de la policía francesa ha detenido para interrogarles a dos de los protagonistas del caso Bettencourt: al fotógrafo François-Marie Banier, al que la millonaria Eliane Bettencourt, de 87 años, heredera del imperio de cosméticos L'Oréal, ha hecho regalos por más de 1.000 millones de euros, denunciado por la hija por "abuso de debilidad"; y al gestor de la fortuna personal de la anciana, Patrice de Maistre, uno de los personajes que más aparece en las cintas grabadas furtivamente por el mayordomo familiar y en las que, entre otras cosas, comenta las irregularidades fiscales de Bettencourt.
Aparentemente, es por eso, por evasiones fiscales y blanqueo de dinero, por cuentas suizas sin declarar propiedad de la millonaria y por una isla en las Seychelles (también sin declarar), por lo que han sido detenidos el fotógrafo y el gestor. No solo ellos: también comparecen en estos momentos ante la policía francesa el abogado especialista en asuntos fiscales de la millonaria, Fabrice Goguel, y el gerente de la famosa isla, Carlos Vejarano. Si bien las cuentas suizas pertenecen a la anciana, no está claro de quién es la isla: la policía deberá aclarar si aún es propiedad de la millonaria o si se la regaló al fotógrafo hace años, como se insinúa en alguna de las grabaciones.
Es la segunda vez que la policía detiene a alguien hasta ahora en este interminable e incontrolable episodio de odios familiares (entre madre e hija), herencias y enjuagues fiscales que monopoliza la actualidad francesa y que ha salpicado al ministro de Trabajo, Eric Woerth, cuya esposa trabajó para Bettencourt como asesora financiera, y, de rebote, a Sarkozy (una contable de la millonaria afirma que 150.000 euros de su fortuna sirvieron para financiar la campaña electoral del presidente francés).
El primero en sufrir una detención para ser interrogado fue, precisamente, el mayordomo que grabó subrepticiamente las explosivas conversaciones. Fue liberado a las 48 horas bajo la acusación de "violación de intimidad". También las cuatro personas que testifican hoy pueden permanecer detenidas durante 48 horas.
