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Los puntos decisivos de George W. Bush

El ex presidente estadounidense publica sus memorias

El ex presidente de EE UU, George W. Bush, publica hoy sus memorias, Decision Points, donde desgrana sus pensamientos sobre cómo fueron sus ocho años de presidencia, la guerra de Irak, Guantánamo, su estrecha relación con Tony Blair, Barack Obama, la búsqueda de Bin Laden, el 11-S, las reacciones al huracán Katrina...

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Bush dice en sus memorias que la tortura en Guantánamo ayudó a salvar vidas y prevenir ataques

Sin armas de destrucción masiva en Irak

Bush asegura en sus memorias que se quedó "sorprendido e irritado" cuando las fuerzas estadounidenses no encontraron las armas de destrucción masiva en Irak y que incluso se sintió "mal del estómago" cuando fue informado de las torturas en el centro de detención iraquí de Abu Ghraib. No obstante, dice que la decisión de atacar en 2003 al régimen de Sadam Husein "no fue un error" y que el uso de ciertas técnicas ilegales de interrogatorio "salvó vidas". Bush justifica el uso de técnicas ilegales de interrogatorio, como el ahogamiento simulado, para obligar a los presuntos terroristas a informar sobre posibles ataques.

Torturas o “técnicas de interrogación mejoradas”

El uso de técnicas de tortura como el ahogamiento simulado (waterboarding) es defendido por Bush en sus memorias como una forma de “salvar vidas” estadounidenses y británicas ya que la información conseguida evitó ataques terroristas en EE UU y Reino Unido. Bush no habla de torturas sino de “técnicas de interrogación mejoradas” con las que se consiguieron “grandes cantidades de información”. “No hay duda de que el procedimiento era duro, pero expertos médicos aseguraron a la CIA que no producía daños permanentes”, escribe Bush en sus memorias. “Sabía que un programa de interrogación así de sensible y controvertido algún día se haría público. Cuando así fue, fuimos receptivos sobre las críticas de que América había comprometido sus valores morales. Hubiese preferido obtener la información de otra manera. Pero la elección entre seguridad y valores era real”.

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Tony Blair, el mejor aliado

El ex primer ministro británico fue el mejor aliado extranjero de Bush, en palabras del propio presidente. Se conocieron en su rancho de Texas en 2001, unos meses antes del 11-S. Bush dice sobre él: "En seguida descubrí que era cándido, amigable y participativo. No había rigidez con Tony y Cherie [la mujer de Blair]. Tras la cena, decidimos ver una película. Cuando aceptaron ver Los padres de ella, una comedia con Robert De Niro y Ben Stiller, Laura y yo supimos que los Bush y los Blair nos íbamos a llevar bien". Bush también tiene palabras para la mujer de Tony Blair, Cherie, de la que recuerda una conversación que mantuvieron en Reino Unido sobre la pena de muerte: "Cherie dejó claro que no estaba de acuerdo con mi posición sobre este tema. Tony parecía un poco incómodo. Escuché su punto de vista y después defendí el mío". Sobre la reacción de Blair al 11-S, el ex presidente estadounidense recuerda: "Tony comenzó diciéndome que estaba en estado de shock y que apoyaría a América al 100% en la lucha contra el terror. No había duda en su voz. La conversación ayudó a cementar la amistad más cercana que jamás tuve con un líder extranjero. Con el paso de los años y las decisiones sobre la guerra, algunos de nuestros aliados vacilaron. Tony Blair nunca lo hizo.

Buenas palabras para Barack Obama

El predecesor de Barack Obama solo tiene buenas palabras para el presidente de EE UU. "Tenía un gran atractivo para los votantes por debajo de los 50 y llevó a cabo una campaña inteligente, disciplinada y de alta tecnología... Empecé a pensar más sobre que iba a significar para un afroamericano llegar a la presidencia. Tuve una breve visión inesperada unos días antes de las elecciones. Un miembro afroamericano de la Casa Blanca trajo a sus hijos gemelos al Despacho Oval. Uno echó un vistazo alrededor y dijo de golpe: "¿Dónde está Barack Obama?". Bush también alaba la forma en que Obama gestiona la guerra de Afganistán y su decisión de enviar más tropas estadounidenses para luchar contra los talibanes y Al Qaeda: "Afortunadamente, no soy el único [en pensar que la guerra compensa en vidas y dinero]. En el otoño de 2009, el presidente Obama se enfrentó a las críticas al desplegar más tropas... y al incrementar la presión en Pakistán para luchar contra los extremistas en las áreas tribales".

Osama Bin Laden, su mayor pesar

Uno de los lamentos de Bush en su biografía es no haber podido acabar con el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden: "Quería traer a Bin Laden ante la justicia a toda costa. El hecho de que no lo consiguiéramos está entre mis mayores pesares. Ciertamente no fue por falta de esfuerzo.... aunque nunca encontramos al líder de Al Qaeda, sí que le forzamos a cambiar su forma de viajar, comunicarse y operar. Eso nos ayudó a negarle su mayor deseo tras el 11-S, ver América atacada de nuevo".

Sin responsabilidades en el huracán Katrina

Sobre el paso del huracán Katrina en 2005 por Nueva Orleans, desastre que dejó 1.800 muertos y una lenta reacción del gobierno de Bush, el ex presidente admite haber tenido "mucho tiempo para tomar las decisiones ", pero considera que la responsabilidad de las actuaciones no recayeron en este caso sobre él, sino sobre los líderes de la ciudad y el gobernador del estado. “Debí haber reconocido las deficiencias [de los demás] mucho antes y haber intervenidos antes”, sentencia. “Me enorgullezco de mi habilidad para tomar decisiones claras y efectivas. Aún así, tras el Katrina, eso no ocurrió. El problema no fue que yo tomara malas decisiones. Fue que me tomé mucho tiempo para decidir”, dice Bush. “En mis 13 visitas a Nueva Orleans tras la tormenta, he transmitido mi compasión por los que han sufrido, y mi determinación para ayudar a los residentes en la reconstrucción. Aún así mucho de nuestros ciudadanos, particularmente de la comunidad afroamericana, se convencieron de que su presidente no se preocupaba por ellos”. “Me enfrenté a muchas críticas como presidente. No me gustó escuchar a la gente decir que mentí sobre las armas de destrucción masiva en Irak o que reduje impuestos para beneficiar a los ricos. Pero la insinuación [hecha por el rapero Kanye West] de que yo era racista por mi respuesta al Katrina representó mi momento anímico más bajo”.

Planes para atacar Siria e Irán

Bush tuvo en mente atacar las plantas nucleares de Irán y hacer una incursión en Siria en la lucha contra el terrorismo: “Pedí al Pentágono que estudiara que sería necesario para una taque [a Irán]. Esto hubiese sido para parar la bomba, al menos temporalmente”. Respecto a un posible ataque a Siria dice: “Estudiamos la posibilidad seriamente, pero la CIA y el ejército concluyeron que era muy arriesgado introducir un equipo en Siria y luego sacarlo”.

La portada del libro de Bush.
La portada del libro de Bush.REUTERS

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