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Tribuna:El conflicto del Sáhara
Tribuna
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Descolonización eterna en el Sahara occidental

El violento desmantelamiento de un campamento saharaui próximo a El Aaiún por fuerzas de seguridad marroquíes ha devuelto a la actualidad un conflicto enquistado y probablemente irresoluble en las arenas del Sahara occidental. Con el general Franco a las puertas de la muerte en 1975, debía procederse a la descolonización de la que había sido colonia española. La legión destacada para impedir el paso de invasores marroquíes en la frontera norte (Seguiet el Hamra) del territorio recibió en noviembre la orden de abandonar sus posiciones, al tiempo que el Gobierno español trasladaba a la ONU la responsabilidad de una descolonización, habría llevado a España a guerra con Marruecos. Hoy, tras largos años de enfrentamiento militar entre Marruecos y la organización independentista saharaui, Frente Polisario, algunos hechos se imponen.

La guerra la ganó la monarquía alauí, que ocupa todo el Sahara útil -275.000 kilómetros cuadrados para 385.000 habitantes- y las posibilidades de que se celebre el preceptivo referéndum para decidir entre independencia o inrtegración en Marruecos, como de hecho ocurre, parecen nulas. Rabat solo organizará esa consulta si tiene la seguridad absoluta de que va a ganar y aún así es ese un riesgo que no le apetece nada. El desacuerdo nace ya sobre quienes tienen derecho a participar en la votación: los que hoy residen en la ex colonia, de los que muchos son marroquíes instalados en las últimas décadas, como favorece Rabat; o los 75.000 censados por España al abandono del territorio y sus descendientes, como propugna el Polisario.

El Departamento de Estado norteamericano apunta, sin embargo, que el apoyo a la independencia decrece en la medida en que Marruecos se vuelca económicamente en el territorio con desgravaciones que frecuentemente son ocasión para hacer pingües negocios entre los paniaguados de Mohamed VI. Rabat subvenciona la provincia con más de 2.000 millones de euros al año, equivalentes a unos 6.000 euros por persona. Es una forma de comprar lealtades. Y ante ese panorama Washington cree saber que Argelia, único apoyo internacional del Polisario, no irá a la guerra por sus pupilos.

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