_
_
_
_
_
Tribuna:Bolivia, Morales y Chávez
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Izquierda y derecha en América Latina

El decano, Fidel Castro, sucedido por razón de salud, por su hermano Raúl en la presidencia de Cuba; el aspirante a líder de la izquierda en América Latina, Hugo Chávez, presidente de Venezuela; y el hermano menor de ambos, Evo Morales, presidente de Bolivia. Es el gran triángulo autotitulado progresista, anti-norteamericano sin duda, y en pos de una revolución socialista, que en el caso boliviano hay que apellidar también de indigenista, con la que cambiar profundamente la geopolítica del mundo de habla española. Habitualmente se habla más de un rectángulo que de un triángulo porque se añade al trío, a Rafael Correa, presidente de Ecuador que más por coyuntura y necesidad de apoyos internacionales se suma a la alianza.

Chávez, con el crudo de nuevo a 90 dólares, hace las veces de mentor del boliviano, y trufa de asesores muy íntimos la sede presidencial de Palacio Quemado en La Paz, provocando, como subrayan los cables de Washington, celillos de la asesoría cubana, también presente en el país del altiplano; pero los recursos materiales de Caracas no admiten competencia. Así, la reciente proclamación del carácter socialista y anti-imperialista del ejército boliviano, aunque también complazca a La Habana, se ha hecho en clave bolivariana como corresponde al proyecto político venezolano. Los dos líderes, el afro-descendiente y el indígena, se sienten profundamente anti-españoles, lo que no les impide hacer negocios con las empresas peninsulares presentes en sus países respectivos.

Se sabe que Raúl Castro y Hugo Chávez no se llevan extraordinariamente bien, y el venezolano espera a la inevitable desaparición de Fidel, el pater-familias cubano de 84 años, para reclamar la primacía indiscutible de la izquierda latinoamericana; y Morales desearía, aunque nadie sabe muy bien cómo, que el país volviera a una presunta situación idílica anterior a la conquista y colonización, ciertamente brutal de los españoles. Ambos han llegado democráticamente al poder, pero ejercen cada día una mayor presión sobre los medios para que se plieguen a una información crecientemente mediatizada.

Buscador de cables

Ver todos los documentos »
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_