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El principal escollo de las empresas en América Latina son los sobornos

La corrupción supone el 5% del PIB mundial, y más de una cuarta parte de ese coste resulta de la firma de contratos mercantiles obtenidos por vía ilegal

América Latina pinta un panorama variopinto en materia de corrupción. Según Transparencia Internacional, hay países en la región con niveles de transparencia equiparables a los de Alemania, Japón o Francia, como es el caso de Chile, pero también hay naciones como Venezuela que se encuentran a la cola de la calificación. "La corrupción es uno de los peores riesgos a los que se puede enfrentar un empresario", subraya Gertrudis Alarcón, directora en España de GAT Intelligence. "Si no se miden los riesgos, trasladarse a un país con un nivel de corrupción alto puede incrementar hasta un 20% los impuestos que paga la empresa".

La corrupción supone el 5% del PIB mundial y más del 25% de este coste resulta de la firma de contratos mercantiles conseguidos por soborno en países en vías de desarrollo, de acuerdo con un informe del Banco Mundial de 2010 citado por la empresa GAT Intelligence, dedicada a la consultoría de empresas en materia de corrupción. Los datos fueron recordados ayer en la I Jornada sobre Inteligencia Competitiva en Iberoamérica, que se celebró en Madrid. En el caso de América Latina, la región ha conseguido "limpiar" una imagen que sufría "prejuicios", opina Alarcón.

Un análisis que revisó 2.000 casos de corrupción en un centenar de países descubrió que la pérdida media económica para las empresas que se ven obligadas a pagar sobornos es de 160.000 dólares, aunque al menos un cuarto de estas pérdidas superó el millón de dólares. En el caso de América Latina, la mayoría de los casos de corrupción correspondían a pequeños sobornos (un 44%). El resto fue descubierto en auditorías, tanto externas como internas y en revisiones de la gestión de direcciones y documentos, según detalla un informe de la Asociación de Examinadores Certificados de Fraudes (ACFE, por sus siglas en inglés).

Cambio de percepción

La región, no obstante, ha dado pasos hacia la transparencia, asegura la directora en España de GAT Intelligence. "Hay una percepción muy distinta. Las empresas presentes en Latinoamérica tienen muy claros los riesgos a los que se pueden ver expuestas. Con los años que llevamos ahí, hemos visto que hay muchas más medidas internas de control y cambios en la idiosincracia en la política para prevenir estas situaciones", afirma Alarcón. Los datos de Transparency International reflejan que los índices de percepción de corrupción han subido en algunos casos, como Chile o Brasil, y se han mantenido en otros, en el caso de México y Argentina.

El mayor problema para los inversores, señala Alarcón, es "la falta de conocimiento" sobre las leyes, asunto que no es exclusivo de América Latina. "El número de casos analizados señala que en Europa la incidencia puede ser similar", explica.

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Pero, aun así, queda mucho por hacer. "Hay muchas dificultades para informarse de cuál es la situación si no estás en América Latina y eso favorece a los prejuicios", asegura Alarcón. "Es un hecho, demostrado por esta crisis, que las empresas que se aventuran más allá suelen sufrir menos los ciclos económicos", añade.

Y puede que las reglas del juego estén cambiando. Si antes América Latina era solamente un destino para los inversores extranjeros, ahora cada vez son más las empresas latinoamericanas que se aventuran fuera de sus fronteras. Alarcón pone como ejemplo las empresas brasileñas que han puesto a España por objetivo. "[Brasil] ha trabajado mucho en su imagen, para proyectarla lo más positiva posible hacia afuera y eso ha conseguido que haya una convivencia cultural más cercana, que ha ido limando los prejuicios históricos, que ya no tienen razón de ser".

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