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Catástrofe en el Pacífico

El OIEA admite que desconoce la fuente de las radiaciones de Fukushima

El agua de la piscina de residuos, cercana a la ebullición.- El vicepresidente de Tepco visita un refugio de evacuados y pide disculpas por la crisis.- El Gobierno mide la radiación en el agua de mar

Los operarios que luchan por estabilizar la central nuclear de Fukushima han logrado extender cables hasta los seis reactores de la planta, en un nuevo paso para restaurar la electricidad en todas las unidades y reactivar el sistema de refrigeración. Los trabajadores retomaron la tarea después de que, como ya ocurriera durante el día de ayer con los reactores 3 y 4, se vieran obligados a suspenderla al salir humo de los reactores 2 y 3, según la agencia Kyodo. Gracias a este nuevo intento por recuperar el control se ha conseguido reactivar en una de las salas de la central nuclear la iluminación, según han anunciado algunos medios de comunicación nacionales. Los operarios han dado así un paso más hacia la reactivación de los sistemas de refrigeración de la planta para detener la radiación ya que una fuente constante de luz ayudará a los trabajadores a arreglar los instrumentos dañados por el terremoto y el tsunami. Aún así, lo más preocupante es que todavía se detectan partículas radiactivas que proceden de la central, aunque todavía no han conseguido focalizar el origen, según ha admitido el portavoz del OIEA James Lyons en una rueda de prensa en Viena. "Seguimos viendo radiación procedente del lugar (...) y la cuestión es ¿de dónde procede exactamente? ¿Viene de las vasijas de contención del reactor o de las piscinas de las piscinas de combustible usado?", se ha preguntado.

La situación de los reactores 3 y 4 de Fukushima es todavía crítica
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Por eso mismo la situación está lejos de estar controlada. Mientras que el ministro de Industria, Banri Kaieda, ha reconocido que el progreso en el cableado es una buena noticia, ha advertido que la situación sigue siendo "extremadamente difícil". El portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama, ha explicado que si se restablece la corriente eléctrica, la situación de la planta será "visible", lo que permitirá a las autoridades comprobar si las medidas actuales son suficientes. Ya se ha conseguido en una de las salas. Pero falta todavía mucho por hacer. Aunque también ha asegurado, según la agencia Kyodo, que es poco probable que la situación empeore y se vuelva a producir una fusión del núcleo.

Nishiyama ha informado a los periodistas de que es probable que el aumento de las temperaturas en una piscina de residuos nucleares, al borde de la ebullición, puede haber causado el vapor que desde ayer ha emitido del reactor 2, y que aún sale en pequeñas cantidades, según Associated Press. Sin embargo, ya no sale humo del reactor 3. El funcionario ha advertido que si el agua de la piscina se evapora y deja expuestos los residuos nucleares, podría dar lugar a nuevas emisiones radiactivas.

Además, la compañía ha informado de que los daños causados en los reactores 1 y 2 por el agua de mar tras el tsunami del pasado día 11 son mayores de los que se creía inicialmente. También preocupa la posible contaminación del entorno marino, ya que durante los primeros días de la crisis nuclear, los operarios utilizaron agua marina en grandes cantidades en un intento desesperado por enfriar los reactores, parte de la cual volvió al mar. Las autoridades japonesas han comenzado a medir la radiación en la costa de ocho localidades cercanas a la central, para lo que han enviado un barco que tome muestras. Sin embargo, insisten en que los niveles detectados, aunque más elevados de lo normal, son seguros "incluso si se bebe durante un año", según el portavoz del Gobierno, Yukio Edano. Mientras, Hideo Morimoto, el director de la Agencia de Recursos Naturales y Energía, ha asegurado que la radicación del agua marina se disipará y que no supone un riesgo para otros países costeros.

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Radiación en el mar de Fukushima

A pesar de estas informaciones positivas, Greepeace ha criticado duramente al OIEA por haber omitido datos importantes sobre el accidente de la central. "Según investigaciones de Greenpeace, el OIEA no ha hecho pública una explosión de hidrógeno en la piscina de combustible usado del reactor 4 en Fukushima, ocurrida la semana pasada", ha asegurado la organización ecologista en un comunicado difundido en Austria y Alemania, que asegura también que el Foro de la Industria Atómica Japonesa (JAIF) calificó esa explosión de "muy seria". Un portavoz del OIEA, Graham Andrew, ha respondido a esas críticas con una queja por la poca información que le llega de Japón, aunque no ha dudado en calificar también la situación de "muy seria". "No hemos recibido información confirmada por algún tiempo en relación con la integridad de la contención de la unidad 1, así que estamos preocupados por conocer su estado exacto", ha comentado. Además, Andrew ha matizado que siguen detectando partículas radiactivas procedentes de la central, aunque no han podido localizar su procedencia.

También se ha detectado radiación, a unos niveles 430 veces por encima de lo normal, en el suelo a unos 40 kilómetros de la central, según ha informado el Ministerio de Ciencia tras las mediciones de ayer. El OIEA ha anunciado que se han detectado materiales radiactivos, entre ellos yodo-131, cesio-134 y cesio-137, en aguas de mar cerca de la planta nuclear japonesa de Fuskushima. En un breve comunicado , el Organismo no ha precisado la cantidad ni la gravedad de la presencia de las partículas radiactivas halladas en el mar. Sí ha recordado que obtiene esta información de las autoridades japonesas, y que fue la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO) la que detectó los radioisótopos.

El vicepresidente de Tepco, Norio Tsuzumi, ha viajado hoy a la prefectura de Fukushima, donde ha pedido perdón en persona a los evacuados de un refugio en la ciudad de Tamura, donde se alojan unos 800 residentes de la localidad de Okuma, situada a unos 10 kilómetros de la central. El sentimiento popular en la región es tal que el gobernador de la prefectura, Yuhei Sato, ha rehusado reunirse con directivos de la compañía. "Teniendo en cuenta la ansiedad, el enfado y la exasperación de la gente de Fukushima, no hay forma de que acepte sus disculpas", ha dicho.

La cadena NHK ha emitido imágenes del directivo inclinándose ante los evacuados en señal de contrición. Los desplazados han preguntado a Tsuzumi cuándo podrán volver a sus hogares, y se han quejado de que ya no pueden ganarse la vida en sus granjas. Tras la visita, el vicepresidente de la empresa que gestiona la central ha declarado que entiende las peticiones de los vecinos, y que lo único que puede hacer es continuar con sus esfuerzos para tratar de solventar la crisis.

Pero no es lo único. La compañía compensará a las granjas afectadas por el escape radiactivo por las pérdidas derivadas de la prohibición de vender su productos, según el diario Financial Times, que cita fuentes gubernamentales. Las declaraciones de Edano sobre la intención del Ejecutivo de que la eléctrica "asuma su responsabilidad" suponen la primera referencia directa de un alto funcionario del Gobierno japonés a la obligación de Tepco de reparar a las víctimas del accidente nuclear. Aunque Edano ha precisado que si la compañía no es capaz de asumir adecuadamente estas compensaciones, "el Gobierno, por ley, se hará cargo".

Detectan en Islandia, Canadá y EE UU partículas radioactivas

Las partículas radioactivas han llegado ya a las costas de Islandia, Canadá y EE UU. Los primeros en alertar del hallazgo han sido fuentes diplomáticas islandesas, que han confirmado se han detectado unas cantidades que podrían proceder de la central nuclear japonesa. Aún así las mismas fuentes han aclarado que estos pequeños restos de yodo, que han sido detectados por una red de estaciones de observación internacionales y han atravesado el océano Pacífico y llegado al Atlántico a través de Norteamérica, son demasiado insignificantes para causar perjuicios en la salud de las personas.

Canadá ha confirmado más tarde que sus autoridades han detectado también un aumento de los niveles de radiación en la costa del Pacífico del país aunque han añadido que el aumento es "mínimo" y "no constituyen un riesgo a la salud".Lo mismo ha anunciado la central de meteorología de Austria (ZAMG) sobre las costas estadounidenses, al recibir la información de las estaciones de medición de la Comisión del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO) de que habían registrado trazos de radiación supuestamente procedente de la central nuclear de Fukushima.

Los últimos datos enviados por la CTBTO -recogidos el 19 de marzo- "revelan que trazos de radiación alcanzaron Hawai y Wake Island, ambas (islas) en el Océano Pacífico, así como la estación de medición en Charlotteville, en el estado de Virginia", en la costa este de Estados Unidos, según explica la ZAMG en su informe, que deja muy claro que Los valores medidos se sitúan muy por debajo del límite considerado como un posible peligro para la salud humana

Cables conectados

La buena noticia es que los trabajadores de Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa que opera la central, han conseguido conectar cables a los reactores 3 y 4, los únicos que faltaban después de que esta madrugada se lograra llevar el cableado hasta el 1 y previamente a las unidades 2, 5 y 6, con lo que podrán agilizarse las tareas de refrigeración y evitar así una fusión parcial de sus núcleos, lo que supondría una nueva emisión de partículas radiactivas a la atmósfera. Pero antes de restaurar la electricidad, proveniente de sistemas de alimentación externos, aún se debe revisar todo el equipamiento de los reactores para evitar cualquier cortocircuito, según la cadena japonesa.

El objetivo de Tepco es restablecer los sistemas eléctricos en algunas instalaciones clave como el equipo de medición de datos y algunas funciones de la sala de control en los reactores 1 y 2 mañana, y en el 3 y el 4 el jueves, según el portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear. Después del terremoto de pasado día 11, cuyo último balance de muertos se sitúa en 9.080 mientras que 13.561 personas se encuentran desaparecidas, los sistemas de refrigeración de los reactores 1, 2 y 3 fallaron, y se cree que sus núcleos se han fundido parcialmente. Bomberos y operarios han bombeado grandes cantidades de agua en las piscinas de residuos en el exterior de los reactores 3 y 4, que habían perdido su función de refrigeración.

Una columna de humo sale de la zona donde está el reactor 3 de la central de Fukushima.
Una columna de humo sale de la zona donde está el reactor 3 de la central de Fukushima.REUTERS
El vicepresidente de Tepco, Norio Tsuzumi, se inclina ante evacuados de la localidad de Okuma, a 10 kilómetros de la central de Fukushima, en un refugio temporal.
El vicepresidente de Tepco, Norio Tsuzumi, se inclina ante evacuados de la localidad de Okuma, a 10 kilómetros de la central de Fukushima, en un refugio temporal.KOICHI NAKAMURA | THE YOMIURI SHIMBUN (AP)

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