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Francia propone una "dirección política" a la operación militar en Libia

EE UU, Francia y Reino Unido alcanzan un acuerdo sobre el papel de la OTAN en la intervención. -Obama anuncia su intención de transferir el mando de las operaciones a otros miembros de la coalición. -La Alianza da luz verde al embargo naval de armas. -Gadafi reaparece en un discurso en el que llama a la resistencia, mientras Clinton aventura que el dictador explora exiliarse

Francia propondrá a los aliados que haya una "dirección política" en la operación militar en Libia. El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, ha hecho hoy el planteamiento ante la Asamblea Nacional, en donde ha anunciado la celebración de una reunión en Bruselas, París o Londres en los próximos días, con la asistencia de los Estados participantes y de la Liga Árabe. Esta última organización quedaría excluida si la operación queda bajo el control general de la OTAN.

La propuesta francesa se ha producido mientras los mismos presidentes Barack Obama, Nicolas Sarkozy y David Cameron han tomado las negociaciones en sus manos y han acordado dar un papel clave a la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en la intervención. Los tres coincidieron en que "la OTAN debería tener un papel fundamental en la futura estructura de mando", ha dicho Ben Rhodes, del Consejo de Seguridad Nacional, quien acompaña a Obama en una gira por América Latina. El Elíseo ha emitido un comunicado en el que confirma que el mandatario francés ha mostrado su acuerdo de usar la estructura de mando de la Alianza para coordinar las operaciones en Libia.

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Lo que no ha trascendido es cómo será esa coordinación. Es por eso por lo que Juppé ha propuesto crear esa instancia política y repetir las reuniones con los ministros de Exteriores de la Alianza para decidir el formato. "Desde el liderazgo político y bajo la responsabilidad del ministro de Defensa (francés), vamos a utilizar las capacidades de planificación e intervención de la OTAN ", ha dicho el ministro." Las cosas, desde este punto de vista, van a ser más claras", ha agregado.

Francia da este paso cuando ya se oyen críticas de varios países aliados sobre la falta de un mando unificado. París, que busca que la OTAN apoye a la coalición sin asumir el control total de la ofensiva, ha insistido hoy en la participación de la Alianza, pero solo en el papel de coordinación de la operación y una vez que Estados Unidos reduzca su actual posición "de mando". Pero no será tarea fácil convencer a Turquía, miembro de la Alianza, sobre el papel que deberá jugar la OTAN, ni a varios de los miembros de la Liga Árabe.

Obama, que ha asegurado desde su viaje oficial a El Salvador que ya ha habido una "reducción significativa" de los vuelos de aviones de EE UU sobre Libia, también ha expresado su confianza en que en los próximos días podrá transferir el mando a otros miembros de la coalición. Funcionarios norteamericanos han manifestado su confianza en que se pueda encontrar una forma para combinar el papel de la OTAN con la participación de otros países que no forman parte de esa organización, como Catar o los Emiratos Árabes Unidos. Obama habló también en la noche del lunes desde Santiago de Chile con el primer ministro turco, Recep Tayipp Erdogan, aunque no se ha informado de que llegasen a un acuerdo sobre la participación de la OTAN. Turquía, que es un miembro importante de esa organización militar, se opone hasta ahora a que el ataque a Libia sea dirigido desde la estructura de la Alianza Atlántica.

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El secretario de Defensa de EE UU, Robert Gates, de visita en Moscú, ha dicho hoy que Washington podrá traspasar el mando de las operaciones militares en Libia a los aliados en los próximos días. Las divisiones en Europa han alimentado las especulaciones de que Estados Unidos se vería obligado a mantener el liderazgo de los patrullajes aéreos para garantizar el cumplimiento de la zona de exclusión aérea, una vez sea completada la fase de bombardeos aéreos.

Juppé ha insistido ante la Asamblea el deseo de que la operación aliada sea "breve", y ha dicho que esta intervención puede detenerse en cualquier momento si el régimen de Gadafi cumple con el alto el fuego, retirando las tropas y dejando de atacar a la población civil.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha abierto también una nueva posibilidad en las especulaciones sobre el futuro de Gadafi al declarar, en una entrevista a la cadena ABC, que el dirigente libio y sus principales podrían contemplar el exilio. La jefa de la diplomacia norteamericana ha indicado que algunas personas, "supuestamente en nombre de Gadafi", han comenzado a entablar contactos, aunque ella misma ha reconocido que podría ser "teatro". Clinton ha admitido que la forma en que se comporta el régimen de Libia es "un tanto impredecible".

Ajeno a estas especulaciones sobre su futuro, el líder libio volvió a comparecer a última hora de la noche en la televisión estatal para asegurar que nadie le moverá de su jaima y animar a sus partidarios a que sigan luchando. "Lograremos la victoria al final (...). No nos rendiremos, les derrotaremos por todos los medios", gritaba Gadafi, quien ha declarado que su régimen está "preparado para la lucha, sea corta o larga". El coronel habló desde el edificio destruído dentro de su complejo palaciego por un misil de la alianza el día 21 rodeado por cientos de fieles con el doble papel de entusiastas espectadores y escudos humanos ante el temor de nuevos ataques aliados.

Embargo naval

Más temprano, la OTAN ha acordado esta tarde lanzar la operación para imponer un embargo de armas a Libia, según ha anunciado el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen. La Alianza ha concluido también el plan de operaciones "para ayudar en la aplicación de una zona de exclusión aérea", según el comunicado de Rasmussen. El embargo naval comenzará a aplicarse en el momento en que los distintos elementos estén en sus correspondientes destinos, pero la zona de exclusión sigue supeditada a un acuerdo político aún no alcanzado.

La luz verde dada por los embajadores aliados reunidos en el cuartel general de la Alianza en Bruselas supone la activación de barcos y aviones en la zona central del Mediterráneo bajo las órdenes del comandante supremo aliado, almirante James Stravridis. "Realizarán operaciones de seguimiento, información y en caso necesario de detención de busques sospechosos de transportar armas ilegales o mercenarios", señala Rasmussen. El secretario general hace notar que al mismo tiempo la OTAN ha completado sus planes para la ejecución de una zona de exclusión aérea y con ellos "hacer nuestra aportación, si es necesario, de una forma clara al amplio esfuerzo internacional para proteger al pueblo de Libia de la violencia del régimen de Gadafi".

La del embargo es la primera decisión política que toma la OTAN sobre el conflicto libio en medio de las discusiones en el seno de la organización sobre su grado de implicación , como reconoce el propio comunicado del secretario general, que, de momento, habla sólo de "ayudar en la aplicación de una zona de exclusión aérea".

El embargo no se hará efectivo hasta finales de semana, cuando se espera disponer de todos los medios prometidos por los países de la coalición internacional. España contribuirá al embargo con la fragata Méndez Núñez, que ha partido esta misma tarde del puerto de Rota (Cádiz) rumbo al país magrebí, y el submarino Tramontana, que hará lo propio desde el puerto de Cartagena (Murcia).

Las discusiones en la Alianza se dificultan, además, por la postura de dos de sus miembros -Turquía y Alemania-, que ven con reticencias los ataques internacionales contra Gadafi y se niegan a participar. De hecho, esta noche un portavoz del Ministerio de Defensa alemán ha anunciado que dos fragatas y otros dos buques de la Armada, con 550 militares a bordo, que iban a participar en el cumplimiento del embargo de la OTAN serán puestos nuevamente bajo mando nacional, informa Juan Gómez desde Alemania. Los más de 70 soldados alemanes que desempeñaban misiones de reconocimiento en aviones AWACS sobre el Mediterráneo también se han retirado.

Rusia pide un alto el fuego

Rusia, que junto a China se abstuvo en la votación en Naciones Unidas que desembocó en la resolución 1973 que autoriza el ataque a Libia, ha reclamado hoy un alto el fuego en Libia. El ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, ha hecho un llamamiento a "frenar la violencia" tras reunirse con su homólogo estadounidense Robert Gates.

"Lamentablemente, los últimos acontecimientos muestran que en ese país (Libia) comenzaron acciones militares reales, como resultado de las cuales han sufrido instalaciones no militares y han muerto civiles. Eso no se puede permitir", ha asegurado Serdiukov.

Rebeldes libios avanzan subidos a un coche, cerca de la carretera que une Bengasi y Ajdabiya.
Rebeldes libios avanzan subidos a un coche, cerca de la carretera que une Bengasi y Ajdabiya.GORAN TOMASEVIC (REUTERS)

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