Las autoridades sirias detienen al escritor Loay Hussein, defensor de las protestas contra el régimen

La ola de revueltas que vive el mundo árabe también sacude Siria, donde cientos de personas se han manifestado hoy en dos localidades del sur para reclamar libertad. Es el quinto día consecutivo que el país registra protestas contra el régimen de Bachar el Asad, en el poder desde el 2000.

Las manifestaciones, que han tenido lugar en las ciudades de Deraa y Nawa, han venido acompañadas, otra jornada más, de la represión del régimen sirio. Las autoridades han detenido al escritor Loay Hussein, un firme defensor de las protestas que se están produciendo en el sur del país contra El Asad, según ha informado a Reuters un grupo de defensa de los Derechos Humanos.

Ante esta situación, la alta comisaría de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha dicho hoy que está "muy preocupada" por la muerte de seis personas en Siria debido a la represión de las protestas. Colville ha insistido en que se debe poner fin al "uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacífico".

De acuerdo con este organismo de la ONU son seis los manifestantes muertos desde el día 18 en la ciudad de Daraa, donde miles de personas salieron a protestar en demanda de mayor libertad y el fin de la corrupción después de los rezos del viernes. "El pueblo tiene el derecho legítimo de expresar sus demandas al Gobierno, e instamos al gobierno sirio a entablar un diálogo amplio y con contenido con los manifestantes", ha señalado Colville.

Por su parte, Amnistía Internacional se ha sumado a esta preocupación y ha pedido hoy a las autoridades sirias que lancen una "investigación independiente" de la muerte de al menos seis manifestantes antigubernamentales en Deraa.

"Estas muertes deben ser investigadas rápida y exhaustivamente y los responsables de estos asesinatos ilegales deben ser llevados ante la Justicia", ha reclamado el subdirector para Oriente Próximo y el norte de Africa de AI, Philip Luther. "El uso de fuerza letal por las fuerzas de seguridad sirias contra los manifestantes que, según todos los relatos, no estaban poniendo las vidas de terceros en peligros es totalmente inaceptable", ha añadido, subrayando que "se debe permitir a la gente concentrarse y protestar pacíficamente".