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El orador de Al Qaeda

Reclutó a numerosos yihadistas con sus discursos incendiarios contra los no musulmanes

Anuar el Aulaki, en una foto sacada de un vídeo en el que pronuncia un discurso distribuido en 2010.
Anuar el Aulaki, en una foto sacada de un vídeo en el que pronuncia un discurso distribuido en 2010.AP

Anuar el Aulaki, de 40 años, muerto en una operación aérea conjunta de Estados Unidos y Yemen, era sin duda el gran orador de Al Qaeda y uno de sus hombres más brillantes. Sus soflamas tanto en inglés como en árabe inspiraron el odio hacia los no musulmanes de muchos creyentes de la fe de Mahoma residentes en Estados Unidos, donde el ingeniero por la Universidad de Colorado, ejerció fundamentalmente como mulá en mezquitas de distintos Estados. Tres de los terroristas que participaron en los atentados del 11 de septiembre de 2001 habían escuchado sus sermones.

Oculto en Yemen desde 2007, después de pasar más de un año preso en ese país por su vinculación a Al Qaeda, el nombre del El Aulaki se barajó como heredero de Osama Bin Laden, cuando el líder de la red terrorista fue liquidado el pasado 2 de mayo por un comando de las fuerzas de élite estadounidenses en la ciudad paquistaní de Abbottabad. Al final, sin embargo, la organización se decantó por entregar el bastón de mando al hombre más cercado a Bin Laden, el egipcio Zayman al Zawahiri.

De origen yemení, Anuar el Aulaki nació en Estados Unidos, pero a los 7 años volvió con su familia a Yemen. Regresó a su país natal para ir a la universidad y allí optó por dedicar sus vacaciones veraniegas a la lucha contra la invasión soviética de Afganistán. Su radicalización procede de estos años, cuando se unió a los muyahidín que financiaba la CIA y Arabia Saudí.

El presidente Barack Obama autorizó en abril de 2010 que se matará a este ciudadano estadounidense 

Posteriormente, el espionaje norteamericano le consideró inspirador de los atentados del 11-S y cuando el cerco se cerraba sobre su persona, El Aulaki regresó a Yemen en 2004. En su país natal optó por cambiar el púlpito por la tribuna de profesores y convirtió su aula en la universidad en un centro de reclutamiento de radicales.

Pero no por ello dejó desatendidas a sus huestes en EEUU. El Aulaki era un gran conocedor de las redes sociales y del uso de las herramientas de comunicación que le ofrecía Internet, entre ellas Youtube. Hace un año, el Gobierno estadounidense exigió a esta web que retirara todos los vídeos de Aulaki que incitaban a la violencia, al odio y a la yihad (guerra santa), contra los infieles.

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Estados Unidos presionó siempre a su aliado, el presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh, para que detuviera a El Aulaki, especialmente después de que en 2009 le acusara de estar detrás del intento fallido de hacer estallar un avión con destino a Detroit, el 25 de diciembre de 2009. El general retirado David Petreaus apuntó a El Aulaki cuando declaró que AQAP (siglas en inglés de Al Qaeda en la Península Arábiga), se había convertido en el “nudo regional más peligroso de la yihad global”. Según Washington, El Aulaki era el jefe de AQAP.

El presidente Barack Obama, a instancias del Consejo Nacional de Seguridad de EEUU, autorizó en abril de 2010 que se matará a este ciudadano estadounidense, al que también vinculó con el siquiatra de EEUU de mató a 13 soldados en una base de Tejas. En mayo pasado, un avión no tripulado norteamericano trató sin éxito de acabar con la vida del jefe de AQAP.

El Ejercitó yemení se resistió siempre a atacar el escondrijo del terrorista, en parte porque el padre de Anuar, Nasser el Aulaki, es un destacado miembro del partido gobernante y los Aulaki tienen lazos familiares con el primer ministro Ali Mohamed Muyur. La situación de extrema debilidad del régimen de Saleh, tras meses de protestas en las calles contra su permanencia en el poder y de centenares de muertos, es vista como una de las razones por las que ahora Saleh, necesitado más que nunca del apoyo de Estados Unidos, habría facilitado la muerte del dirigente de Al Qaeda.

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