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México fue clave para desactivar la trama terrorista

La colaboración entre ambos países impidió que Arbabsiar entrara en territorio mexicano, lo que permitió que fuese detenido tan pronto como llegó al aeropuerto de Nueva York

Manssor Arbabsiar, presunto implicado en los planes para asesinar al embajador saudí en Washington, en una foto de 1996
Manssor Arbabsiar, presunto implicado en los planes para asesinar al embajador saudí en Washington, en una foto de 1996AP

La colaboración de México con Estados Unidos resultó decisiva para frustrar los atentados que dos supuestos agentes iraníes pensaban llevar a cabo contra las Embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington. La detención de los dos sospechosos supone un éxito en la cooperación bilateral entre los dos países y saca a la luz la posible conexión entre el terrorismo internacional y los carteles del narcotráfico.

El fiscal general de EE UU, Eric Holder, reconoció que la ayuda de México en este caso había sido “significativa” y que “sin esa inmensa colaboración no habría habido resultados”. Julio Ventura, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, aseguró por su parte que su Gobierno había estado al tanto de la operación antiterrorista del FBI y de la DEA (agencia antidrogas de EE UU) desde el primer momento y que ambos Gobiernos habían “actuado de forma coordinada”.

Uno de los iraníes detenidos pretendió contratar a cuatro miembros del cartel de los Zetas para asesinar al embajador saudí en un restaurante de Washington

Uno de los iraníes detenidos, Mansur Arbabsiar, de 56 años y nacionalidad estadounidense, pretendió contratar a cuatro miembros del cartel de los Zetas para asesinar al embajador saudí Adel al Jubeir en un restaurante de Washington. Lo que no sabía Arbabsiar, que ofreció un millón de euros por realizar el atentado, era que sus interlocutores en una reunión celebrada en Reynosa, (Estado de Tamaulipas), el pasado 14 de julio y a quienes interrogó sobre su manejo de explosivos, eran en realidad agentes de la DEA encubiertos.

Arbabsiar contaba, según la versión oficial mexicana, con una orden de arresto dictada por un tribunal de Nueva York por delitos graves lo que permitió al Instituto Nacional de Inmigración mexicano emitir una alerta. Eso hizo que las autoridades de inmigración lo identificaran el pasado 28 de septiembre y le impidieran su entrada en México. El terrorista iraní fue devuelto a EE UU y detenido finalmente en el aeropuerto J. F. Kennedy de Nueva York.

La desactivación de esta trama terrorista se produce cuando las relaciones entre México y EE UU se ven zarandeadas por la creciente preocupación estadounidense por la penetración de los carteles del narcotráfico en su territorio, como ilustra cada día la propaganda de los candidatos republicanos a la Casa Blanca, y tras aprobarse la polémica ley de Alabama que restringe la inmigración.

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