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Recibimiento triunfal a los prisioneros palestinos

Miles de personas dan la bienvenida en Gaza y Ramala a los recién liberados

Miles de palestinos celebran la llegada de los prisioneros.
Miles de palestinos celebran la llegada de los prisioneros.MOHAMMED ABED (AFP)

Son pocos los días en que el movimiento islamista Hamás o los ciudadanos de Gaza pueden celebrar algo. Probablemente la última vez fue cuando, en enero de 2008, los milicianos reventaron la frontera con Egipto para romper el bloqueo israelí, con el que colaboraba El Cairo. Esta mañana se ha desatado la locura. Cuando los prisioneros —uno de los asuntos fundamentales para cualquier organización palestina, dado que 700.000 palestinos han pisado cárceles israelíes desde 1967— comenzaron a entrar en Gaza, a través del cruce de Rafah, los exreclusos empezaron a besar el suelo y a Ismail Haniya, jefe del Gobierno de Hamás en Gaza, y a otros dirigentes de la organización fundamentalista. Lágrimas y sonrisas se mezclaban.

En el centro de la ciudad de Gaza se preparaba otro recibimiento triunfal a los prisioneros. Pasado el mediodía unas 200.000 personas abarrotaban la plaza en la que Hamás suele celebrar sus baños de multitudes. Esperaban a los prisioneros que fueron recibidos con una guardia de honor en el cruce de Rafah, y agasajados durante el trayecto desde la frontera hasta la capital de la franja por cientos de milicianos de Hamás, que protegían la carretera Saladino, que atraviesa el territorio de norte a sur.

"No tengo interés en lo que pueda decir Abbas, porque no se ha preocupado por los prisioneros", comenta uno de los doce hombres recién liberados

En Ramala la euforia era más contenida, aunque también miles de personas han celebrado la liberación del millar de prisioneros. Llamaba la atención las innumerables banderas de Hamás, invisibles desde hace cuatro o cinco años dado el enfrentamiento entre el movimiento islamista y Fatah, el partido rival. En los alrededores de la Mukata, sede del Gobierno palestino, la multitud comenzaba a llenar el entorno antes del mediodía. Amán llevaba a su hijo de dos o tres semanas en brazos, envuelto en una bandera verde. “El niño va de verde para que Hamás le proteja siempre”, comentaba Amán. En la Mukata, la música era estruendosa antes de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se dirigiera a la muchedumbre. "Esperamos ver a [Maruán] Barguti y a [Ahmed] Sadat, así como al resto de los prisioneros, pronto libres", dijo en alusión a los líderes de Fatah y del Frente Popular para la Liberación de Palestina que Israel rechaza excarcelar.

Minutos después, 95 prisioneros llegaron a Ramala. Al menos una docena de ellos eran llevados a hombros envueltos en banderas y cintas verdes. La gente está enloquecida de alegría. Pero estos 12 hombres no quisieron escuchar las palabras del presidente palestino, Mahmud Abbas, que hablaba del sacrificio de los prisioneros. "No tengo interés en lo que pueda decir Abbas, porque no se ha preocupado por los prisioneros", comenta uno de los doce hombres recién liberados. Sin embargo, Hasan Yusef, uno de los máximos dirigentes islamistas en Cisjordania, sí estaba presente en el estrado junto a Abbas.

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