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CRISIS INSTITUCIONAL EN GRECIA

Los partidos griegos acuerdan un Gobierno de unidad sin Papandreu

Amanda Mars
Papandreu saluda tras abandonar el palacio presidencial de Atenas.
Papandreu saluda tras abandonar el palacio presidencial de Atenas.YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)

Le ha costado asumirlo, un Papandreu siempre es un Papandreu. Es lo que se dice estos días en Atenas, en cualquier despacho, café o pasillo cuando se habla de la decadencia del primer ministro Yorgos Papandreu, el tercero de una estirpe de mandatarios griegos, un hombre convencido de que es víctima de la fatalidad económica, aferrado a su puesto hasta el último aliento e intentando sonreír a las cámaras, nervioso, mientras se rendía. El jefe de Gobierno de Grecia ofreció su renuncia este domingo, a los dos años de legislatura, para dar paso a un Ejecutivo de unidad que apruebe el rescate financiero de Grecia y espante el fantasma de una bancarrota y salida de la zona euro.

Más información
21-10-2009: Papandreu, recién elegido primer ministro, revela que el déficit de 2009 no sería 3,7% anunciado, sino el triple, un 12,5%. Al final, acabó en el 15%. Grecia había estado falseando las estadísticas para ocultar el déficit.
23-4-2010: Grecia se convierte en el primer país europeo en solicitar el rescate financiero a Europa.
2-5-2010: La UE y el FMI aprueban el plan de rescate, que consiste en préstamos de 110.000 millones.<NO1> Ese mes recibe ya los primeros 20.000. A cambio, el país se compromete a recortar 30.000 millones hasta 2012. Irlanda pidió auxilio en noviembre de ese año y Portugal en abril de 2011.
7-7-2010: El Parlamento griego aprueba medidas de austeridad prometidas a la UE y al FMI<NO1>, como la reforma de pensiones, que, entre otras medidas, incluye elevar la edad de jubilación de las mujeres de 60 a los 65 años. También recortados salarios públicos y subido el IVA.
27-10-2011. La UE acuerda un segundo plan de rescate<NO1>, con una inyección de 130.000 millones hasta 2014 por parte de Europa y el FMI. El pacto necesita que la banca acepte una quita del 50% de la deuda que tienen con Atenas y obliga a recapitalizar al sector.
1-11-2011. Papandreu anuncia que piensa someter el rescate y los recortes previstos por el plan a referéndum.

Después de todo un día de reuniones contrarreloj, el primer ministro, presidente del partido socialista griego (Pasok), y Antonis Samaras, líder del mayor partido de la oposición, la formación de centro-derecha Nueva Democracia, pactaron formar un Ejecutivo transitorio en una reunión con el presidente de la República, Karolos Papoulias.

El lunes se vuelven a reunir ambos líderes y comenzarán las negociaciones para decidir la formación del nuevo equipo, pero no estará dirigido Papandreu. El viernes había superado una moción de confianza en el Parlamento, pero bajo la promesa de marcharse después. “En el fondo de su alma sigue sin pensar que debe irse, cree que no tiene la culpa de nada, y hará lo que sea por volver, es un Papandreu”, dice una voz de la vieja guardia socialista.

Este domingo, con todo, acabó su tiempo en este Gobierno. “El primer ministro no puede dimitir oficialmente hasta que se acuerde un nuevo Ejecutivo porque, jurídicamente, un Estado no puede pasar ni unas hora con vacío de poder”, explicaron a este diario fuentes del Ejecutivo. El nuevo gabinete, añadieron, “durará lo necesario para poder aprobar el rescate y los presupuestos, pueden ser dos o tres meses, y lo dirigirá una persona de consenso”. Luego habrá elecciones generales. La fecha acordada para los comicios es el 19 de febrero, según ha dicho esta madrugada el ministro de Finanzas griego, Evánguelos Venizelos, informa Reuters. Las dos grandes fuerzas ultiman el pacto para que Lukas Papademos, un ateniense exvicepresidente del BCE, asuma el timón del nuevo Gabinete, según la edición digital del rotativo griego To Vima.

Papandreu comunicó la decisión a su Consejo de Ministros en una reunión a las 4 de la tarde, antes de reunirse con Samaras y el presidente de la República. Toda la secuencia sucedía en los edificios oficiales junto a la Plaza Syntagma, centro neurálgico de la vieja Atenas, donde a esas mismas horas los visitantes extranjeros tomaban fotografías y refrescos ajenos al vuelco que vivía el país entre esas paredes.

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Parlamento griego y economía del país.
Parlamento griego y economía del país.

Quedan los turistas. El país entró en barrena hace dos años, cuando reconoció que su déficit era tres veces superior a lo reconocido porque había estado manipulando las cuentas. Su quiebra supondría la salida del euro, un acontecimiento inédito, que pondría en peligro la estabilidad de toda la Eurozona. Por eso Bruselas estaba ayer en vilo, con los ojos puestos en Atenas. El rescate requería el apoyo de 180 de los 300 diputados de la Cámara y la falta de consenso lo dejaba completamente en el aire.

El acuerdo con el mayor partido de la oposición, que el sábado parecía imposible, ha cristalizado porque la fecha de convocatoria de las elecciones anticipadas ha dejado de ser una línea roja para Nueva Democracia.

El lunes comienzan las negociaciones para elegir el equipo de Gobierno

La coalición de izquierdas Syrizia y el Partido Comunista han declarado ya que no participarán, mientras que Alianza Democrática e Izquierda Democrática podrían quedar fuera por proceder de escisiones de otros partidos y no haberse presentado nunca a las elecciones.

El nuevo Gobierno tendrá arduas tareas por delante. Debe aprobar en el Parlamento el segundo plan de salvamento financiero del Estado, acordado en la cumbre europea del 26 de octubre, y algo más duro, negociar con Bruselas y Fondo Monetario Internacional (FMI), los financiadores de este rescate, una nueva ola de ajustes sociales para los griegos.

Los partidos de izquierda no participarán
en el nuevo gabinete

La caída de Papandreu se precipitó la semana pasada cuando, cogiendo por sorpresa a Europa y a su propio Gobierno, anunció que iba a someter a un referéndum la aprobación del salvamento financiero, una inyección de 130.000 millones de euros y una quita del 50% de la deuda que el país tiene con la banca. La decisión, que ponía en riesgo la aplicación del auxilio económico, desató una rebelión interna en su Gobierno que acabó por convencer al tercero de los Papandreu que sus días habían acabado.

Primero se hundió su popularidad en la calle, luego su autoridad en el Gobierno y más tarde su legitimidad en el Parlamento, donde diputados disconformes empezaron a desertar hasta dejar al Ejecutivo griego con una mayoría cada vez más ajustada para gobernar.

A partir de esta semana se formará un nuevo equipo de gobernantes, pero la bestia negra de Grecia sigue siendo la misma: una deuda descomunal y una hucha casi vacía.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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