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ELECCIONES EN NICARAGUA

Los primeros resultados proclaman la reelección de Ortega en Nicaragua

El recuento da un 66% de las papeletas al sandinista. La oposición liberal no reconocerá su derrota hasta que caiga "el último sufragio”

El actual presidente nicaraguense Daniel Ortega acude a votar.
El actual presidente nicaraguense Daniel Ortega acude a votar.ELMER MARTINEZ (AFP)

El antiguo comandante sandinista Daniel Ortega ha vuelto a ser reelegido presidente de Nicaragua con el 66,4% de los votos, según los primeros resultados anunciados pasadas las 10.30 de la noche (siete horas menos en la España peninsular) por el Consejo Supremo Electoral (CSE). Los mismos datos preliminares, con tan solo el 6,7% escrutado, otorgan el 25.5% de los sufragios al líder de la oposición liberal, Fabio Gadea, que contaba con el apoyo de los disidentes sandinistas, y el 7% al expresidente Arnoldo Alemán. Horas antes de conocerse los resultados, los partidarios del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido en el poder, se lanzaron a la Plaza de las Victorias, en el centro de Managua, a celebrar el triunfo. Pese a la ventaja de Ortega sobre su rival que arroja el escrutinio oficial, estas elecciones abren una nueva fase en el país centroamericano marcada por una fuerte división política.

La primera dama y secretaria de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, declaró nada más conocerse el éxito del Frente Sandinista: “Iremos de victoria en victoria de la mano de Dios”. Eliseo Núñez, representante del partido de Gadea, afirmó, por su parte, que la oposición “no reconocerá ningún resultado hasta que no se cuente hasta el último voto”. “De acuerdo a la cantidad de actas que hemos recibido con mucha dificultad, nuestros resultados arrojan una realidad diferente a la que dio el CSE”. Núñez añadió que tenían en sus manos un 20% de las actas electorales, que arrojan un“empate” entre Ortega y Gadea.

La jornada electoral , presidida por un clima de extraordinaria polarización política entre los fieles del líder sandinista y los partidarios de la oposición liberal encabezada por Gadea, transcurrió de forma pacífica pero estuvo salpicada por las denuncias de irregularidades y anomalías en los centros de votación.

“Iremos de victoria en victoria de la mano de Dios”

Denuncias de irregularidades

El propio presidente del CSE, Roberto Rivas, teórico garante de la neutralidad en los comicios, no contribuyó a la distensión cuando a primera hora de la mañana y entrevistado por los medios a la salida de su colegio electoral acusó a los opositores de ser “malos hijos de Nicaragua que promueven el desorden” . Doce horas más tarde reincidió al anunciar los resultados provisionales acusando al PLI de “intentar empañar el proceso electoral”.

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La OEA denuncia que no ha podido acceder al 20% de las mesas electorales

El excanciller argentino Dante Caputo, presidente de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), informó de que su equipo no había podido acceder al 20% de las mesas electorales que tenían previsto vigilar lo que desvirtuaba su media estadística e iba a limitar su veredicto sobre la limpieza de los comicios, que será hecho público esta mañana. Roberto A. Courtney, director de la organización Ética y Transparencia, aseguró por su parte, que“no podían darle validez por ausencia de interventores de la oposición en casi el 20% de las Juntas Receptoras de Votos”, es decir, en su opinión, eran sospechosos de fraude más de 500.000 votos de los 3,4 millones de nicaragüenses llamados a las urnas. La misión de observadores de la Unión Europea, que dirige el eurodiputado español Luis Yáñez, siguió con preocupación el desarrollo de las votaciones pero no emitirá un informe provisional hasta el martes.

Un segundo mandato deja manos libres a Ortega para apuntalar un modelo político autoritario y populista

Dos horas antes de hacerse público los primeros resultados, Gadea,el candidato a presidente del Partido Liberal Independiente (PLI) leyó un comunicado a los medios en el que agradecía al pueblo nicaragüense “vencer el miedo y salir a votar masivamente”.“El intento de incentivar la abstención ha fracasado. La votación masiva anticipa el triunfo de la democracia. Que nadie ni nada altere la voluntad del pueblo”, afirmó.

De confirmarse y ser validada por la comunidad internacional, la reelección de Ortega, pese a haber tenido que alterar la Constitución que hasta hace unos meses la prohibía expresamente, se debe principalmente a la mejora de la situación económica del país en los dos últimos años, con un crecimiento del PIB ligeramente superior al 4%, gracias a la a la bonanza de las exportaciones, sobre todo azúcar y café, y a la generosa cooperación del presidente venezolano, Hugo Chávez, que le ha permitido desarrollar una política asistencial hacia los más pobres.

La estabilidad macroeconómica, que le han valido los elogios del Fondo Monetario Internacional (FMI,) y el respeto a los compromisos del acuerdo de libre comercio con EE UU (CAFTA) -Washington se ha convertido en el principal socio comercial de Nicaragua-, le ha servido al régimen para mantener un auténtico idilio con el sector privado local, que como decía un dirigente de la oposición, “tiene el corazón con nosotros y el bolsillo con Ortega”.

La ayuda económica de Chávez ha sido fundamental para mejorar las infraestructuras, sobre todo las carreteras y el servicio eléctrico. Este maná ha reducido las esperas en los hospitales y ha permitido campañas populares como la entrega de láminas de zinc para proteger a los hogares más pobres de lluvias e inundaciones o iluminar los campos de béisbol, el deporte más popular del país. Con esta política, el sandinismo, que siempre ha tenido un electorado fiel y disciplinado –en 2006 sacó el 38% de los votos-, ha ampliado su base electoral entre los jóvenes y los pobres urbanos.

Un segundo mandato consecutivo le deja manos libres a Ortega, de 66 años, para apuntalar un modelo político autoritario y populista, sobre todos si se confirman los resultados preliminares sobre las elecciones a la Asamblea Nacional. Con el 7,4% de los votos escrutados, el Frente Sandinista obtendría el 61% de los sufragios frente al 25,96% del PLI y el 7% del partido del expresidente Alemán. Analistas y opositores están convencidos de que de conseguirlo el excomandante sandinista reformará la Constitución para permitir la reelección indefinida.

La oposición liberal basó su campaña en atacar el “autoritarismo y sectarismo político excluyente” dela gestión de Ortega, en palabras de Edmundo Jarquín, candidato a vicepresidente por el PLI. Jarquín le acusa de practicar un “autoritarismo clientelar hacia los sectores pobres y un autoritarismo corporativo hacia las élites empresariales”,amén de controlar la mayoría de los canales de televisión. Afirma también queel presidente ha cooptado a la policía y al ejército, lo que considera dosgravísimos “pasos atrás” en lo conseguido desde el fin de la guerra civil en1990.

Pero la oposición también ofrecía puntos débiles. La campaña del PLI que lidera Fabio Gadea, de 80 años,estuvo más centrada en denunciar los abusos del poder y la candidatura inconstitucional de Ortega que en ofrecer mejoras para los ciudadanos.

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