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Humala invita a dimitir a su vicepresidente investigado por corrupción

El mandatario peruano pide a Omar Chehade, acusado de corrupción, que dé “un paso al costado”

Ollanta Humala.
Ollanta Humala.EFE

El presidente peruano, Ollanta Humala, ha marcado distancia con su segundo vicepresidente, Omar Chehade, que enfrenta serias denuncias de tráfico de influencias. En una entrevista realizada el domingo con cuatro periodistas de televisión de distintos canales, pactada a propósito de los primeros 100 días de su Gobierno, Humala opinó que Chehade debería apartarse de la vicepresidencia: “Pienso que haría bien que él dé un paso al costado, pero eso debe nacer de él”, dijo el mandatario.

Debido a que se trata de un cargo elegido en las urnas, el vicepresidente no puede ser destituido por el poder ejecutivo, aunque algunos juristas señalan que sí podría ser inhabilitado por el Congreso. Chehade, quien además es parlamentario y por ese motivo goza de inmunidad, fue procurador anticorrupción durante el Gobierno de Alejandro Toledo y posteriormente abogado de Humala en el polémico proceso que se le siguió por presuntos abusos a los derechos humanos en la lucha antiterrorista cuando servía en la base militar de Madre Mía, que finalmente fue archivado.

Una cena para un desalojo

Una web denunció que Chehade organizó una cena con tres generales en la que se discutió de un desalojo para permitir a un grupo controlar un ingenio azucarero

Se suponía que la inclusión de Chehade en la plancha presidencial debía reafirmar el compromiso del humalismo con la lucha contra la corrupción, pero el efecto ha sido el inverso desde que la página web de investigación IDL-Reporteros denunció que el vicepresidente organizó una cena con tres generales de la policía nacional, su hermano Miguel y un amigo, en la que supuestamente se discutió sobre la mejor manera de ejecutar un desalojo policial para permitir a un importante grupo empresarial que tome el control de un ingenio azucarero, Andahuasi, que es materia de un largo y aún inconcluso proceso judicial.

Tras la denuncia, Chehade se apresuró en negarlo todo de manera enfática, pero posteriores testimonios, sumados a la declaraciones de testigos y a las contradicciones en las que han ido cayendo tanto el vicepresidente como el resto de asistentes a la cena en el restaurante Las Brujas de Cachiche han ido complicando su situación, al punto que hace una semana el presidente del consejo de ministros, Salomón Lerner, calificó al caso Chehade como “una piedra en el camino”. Su situación se complicó después de que se denunciara que el segundo vicepresidente habría intentado interceder por un consorcio brasileño que participó sin éxito en la licitación para construir parte de la ruta del Metro de Lima. Por ambas denuncias, Chehade viene siendo investigado tanto por la fiscalía como por la comisión de ética del Parlamento. Tras la declaración del mandatario este domingo, queda claro que el segundo vicepresidente se va quedando sin apoyos.

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Humala aprovechó la entrevista, realizada en el Palacio de Gobierno, para promocionar algunos logros de su gestión. Destacó con especial énfasis la implantación del gravamen a las empresas mineras por sus ganancias extraordinarias y reafirmó que respetará los contratos de inversión ya firmados por el estado. También descartó que vaya a impulsar una reforma constitucional y aseguró que ni él ni su esposa Nadine piensan en presentarse a la presidencia en 2016.

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