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China disputa el liderazgo del Pacífico

Comienza la cumbre de la APEC con la atención centrada en el gigante asiático

ANTONIO CAÑO (ENVIADO ESPECIAL)
Obama y la directora del FMI, Christine Lagarde, hoy en la cumbre de la APEC
Obama y la directora del FMI, Christine Lagarde, hoy en la cumbre de la APECROBYN BECK (AFP)

La cumbre de Hawai ha demostrado que el traslado del eje de poder mundial hacia el área Asia-Pacífico no va a ser un tránsito feliz y sencillo: EE UU y China se disputan abiertamente el liderazgo y, aunque buscan vías de cooperación con el fin de no dañarse, extienden su rivalidad al comercio, la política y la estrategia de seguridad.

“EE UU es un poder del Pacífico y estamos aquí para quedarnos”, ha afirmado Barack Obama en la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico. “Después del 11 de septiembre, todo nuestro interés ha estado centrado en la seguridad, especialmente en Oriente Próximo. Y eso sigue siendo importante, pero ahora nuestra atención vuelve a estar puesta en Asia-Pacífico”, añadió.

Esa estrategia es vista con muy buenos ojos por varios países del área a los que les inquieta el ascenso imparable de China, como los ocho con los que EE UU ha creado la Alianza Transpacífica o como Japón, cuyo Gobierno está dispuesto a sumarse a esa zona de libre comercio. “Estoy muy satisfecho por la creciente presencia de EE UU en la región y creo que Japón y EE UU deben trabajar juntos por objetivos económicos y para establecer orden y seguridad”, ha declarado el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda.

China, sin embargo, no está tan entusiasmada. El presidente Hu Jintao mantuvo un encuentro frío con Obama en Honolulu en el que no hizo esfuerzos por ocultar sus diferencias sobre el papel de China en el mundo y otros asuntos más inmediatos, como el del valor del yuan. Hu advirtió que “los nuevos mecanismos globales de gobierno deben de reflejar los cambios en el panorama económico mundial”. Es decir, EE UU tiene que reconocerle un mayor papel a China.

EE UU, por su parte, ha empezado a mostrar impaciencia y frustración por la actuación ventajosa en la que China participa en el comercio mundial con una moneda artificialmente devaluada. “EE UU no puede mantenerse impasible si no existe reciprocidad en nuestras relaciones económicas. Cuando veamos que se violan las normas lo denunciaremos y, en algunos casos, actuaremos”, advirtió Obama.

Hu rechazó cualquier concesión en ese terreno y aseguró que “los problemas de déficit comercial y desempleo de EE UU no están causados por la cotización del yuan”.

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