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Chávez releva al jefe del espionaje, acusado de vínculos con las FARC

El general Wilfredo Figueroa Chacín reemplazará a Hugo Armando Carvajal al frente de los servicios de inteligencia de Venezuela

El presidente venezolano, Hugo Chávez, habla con el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramirez, en una reunión el pasado sábado con su Gabinete en Caracas.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, habla con el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramirez, en una reunión el pasado sábado con su Gabinete en Caracas.PALACIO DE MIRAFLORES (EFE)

Hugo Armando Carvajal Barrios —general en activo, 51 años— ha dejado de ser, desde la pasada Nochebuena, el hombre fuerte de los servicios de inteligencia de Venezuela. El presidente Hugo Chávez anunció el sábado la sustitución de Carvajal como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, cargo que había ocupado desde julio de 2004. En 2008, Carvajal fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por su supuesto apoyo a las actividades de narcotráfico de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Chávez hizo el anuncio poco antes de la medianoche, durante un Consejo de Ministros que fue retransmitido de forma obligatoria por todas las radios y televisiones del país. “He designado a un nuevo director de Inteligencia Militar y es mi querido general, nuestro querido general, [Wilfredo] El Negro Figueroa Chacín”, dijo Chávez, tras “agradecer al muy querido y respetado general Hugo Carvajal Barrios” sus servicios. Carvajal “irá a cumplir otras funciones”, que Chávez no especificó.

El sustituto de Carvajal, Figueroa Chacín, es otro hombre de confianza de Chávez o al menos uno de los generales que más publicita su lealtad al presidente. Figueroa participó junto a Chávez en el fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 y en agosto pasado fue designado comandante de la Brigada de la Guardia de Honor Presidencial. En aquella ocasión, el general agradeció “ese hermoso privilegio” de estar junto a su comandante en jefe y afirmó que la Fuerza Armada Nacional no reconocería a ningún otro presidente. “Para nosotros, usted siempre será nuestro comandante. No hay duda y no aceptaremos a ningún otro comandante, ya que el amor del pueblo lo va hacer permanecer muchísimos años y allí estamos nosotros hasta que usted lo disponga”. Para el puesto que ocupaba Figueroa, Chávez nombró al general Manuel Bernal Martínez, otro de los militares golpistas de 1992.

El presidente no se refirió en ningún momento a las acusaciones que vinculan al hasta ahora jefe de los servicios de inteligencia de Venezuela con las FARC. En 2008, Carvajal fue incluido en la lista de funcionarios venezolanos sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro por “actuar por o en nombre de la organización narcoterrorista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”. Según la información difundida por medios de comunicación colombianos, Carvajal facilitó “protección y documentos de identificación a guerrilleros y narcotraficantes de Colombia en territorio venezolano”.

Los nombres de otros cinco altos cargos del Gobierno de Hugo Chávez también han sido incorporados a la lista negra del Departamento del Tesoro durante los últimos cuatros años. Son el general Henry Rangel Silva, actual jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que sirve de bisagra entre el presidente Chávez y el Ejército; el mayor general Clíver Alcalá Cordones, comandante de la Cuarta División Blindada del Ejército; Freddy Bernal, exalcalde de Caracas, diputado y miembro de la directiva del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela; Amilcar Jesús Figueroa, diputado del Parlamento Latinoamericano y antiguo integrante de las guerrillas venezolanas en la década de los sesenta; y Ramón Isidro Madriz Moreno, funcionario de menor rango de los Servicios Bolivarianos de Inteligencia.

El Gobierno de Venezuela ha desestimado en todo momento las acusaciones de Estados Unidos. La lista del Departamento del Tesoro “es para reírse. La lista es injusta con esos compatriotas (…), es una verdadera infamia”, dijo Chávez al respecto en septiembre de 2009. Y en lugar de ordenar que se investigara a los funcionarios acusados, la mayoría de ellos han sido premiados con ascensos a lo largo de los años.

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