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Turquía juzgará a los responsables del golpe de Estado de 1980

Los generales retirados de 94 y 86 años se enfrentan a cadena perpetua

Foto de archivo tomada en 1977 del comandante del Ejército turco Kenan Evren, líder del golpe de estado de 1980.
Foto de archivo tomada en 1977 del comandante del Ejército turco Kenan Evren, líder del golpe de estado de 1980.AFP

Durante 30 años los generales que participaron en el golpe de Estado de 1980, el más sangriento de la historia de Turquía, vivieron con la seguridad de que nadie llamaría a su puerta para pedir responsabilidades. La Constitución que redactaron en 1982 y que todavía está vigente en Turquía, aseguraba su futura inmunidad. Sin embargo hoy, un tribunal de Ankara ha abierto una querella criminal contra los únicos dos líderes vivos de la asonada que dejó más de 600.000 detenidos, 30.000 desterrados y decenas de ajusticiados.

La decisión que allana el camino para juzgar generales que encabezaron el golpe fue posible tras la reforma constitucional de septiembre de 2010. En ella, los turcos aprobaron mediante un referéndum popular suprimir el artículo 15 de la Constitución que velaba por la inmunidad de los uniformados. Como recogió ampliamente la prensa turca, al día siguiente del referéndum cientos de ciudadanos turcos corrieron a los juzgados a imponer denuncias contra los golpistas, cuyo trámite ha sido finalmente aceptado tras un año de investigaciones.

Sin embargo, tan solo dos de los cinco generales que encabezaron el levantamiento contra el Gobierno conservador de Süleyman Demirel podrán ser juzgados. Tres de ellos han fallecido y los dos generales con vida, de avanzada edad, puede que no vivan los suficiente para dar cuenta de sus actos. El general Kenan Evren, quien dirigió el golpe y fue presidente de Turquía hasta 1989, es ahora un anciano de 94 años dedicado a la pintura en un lujoso complejo hotelero del Egeo turco. Junto a él, el tribunal ha admitido a trámite las querella contra el entonces comandante de las Fuerzas Aéreas, el general Tahsin Sahinkaya, de 86 años. La fiscalía pide para ambos cadena perpetua sin fianza.

La noticia ha sido recibida con alegría por la mayoría de los turcos. Pocos confiaban con que las denuncias llegaran a buen término ya que según la ley turca, los crímenes prescriben a los 30 años y el referéndum que aprobó la derogación del artículo 15 tuvo lugar exactamente 30 años después del golpe. Sin embargo, los abogados de los demandantes sostienen que se tratan de crímenes contra la humanidad por lo que no deberían estar sujetos a limitaciones temporales y que en caso de existir, deberían comenzar a contar en el momento en que se levante la inmunidad a los generales, osea el 12 de septiembre de 2010. Hoy los tribunales les han dado la razón.

Pero puede que la justicia no llegue a tiempo. La complicada burocracia del país hace que los juicio sean lentos. Además, el general Evren, quien siempre ha defendido su actuación en el golpe, amenazó el año pasado con suicidarse si era llevado ante el juez.

No son muchos los turcos que quieren ver a dos ancianos acabar sus días en la cárcel. Sin embargo, como explica el activista kurdo Murat Özkan, gran parte de la sociedad considera este paso esencial para curar las heridas. “Quiero que sepa la verdad, que un golpe de Estado sea considerado como un crimen. La sociedad turca necesita que los responsables acepten su culpa públicamente para pasar página”, asegura.

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