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Egipto impide abandonar el país a seis ciudadanos estadounidenses

Entre los retenidos está el hijo del ministro de Transporte, Ray LaHood

Entre los ciudadanos retenidos está Sam LaHood (Izda.), hijo del Secretario de Transporte Ray LaHood.
Entre los ciudadanos retenidos está Sam LaHood (Izda.), hijo del Secretario de Transporte Ray LaHood. AP

Egipto mantiene retenidos a seis ciudadanos estadounidenses que trabajan para organizaciones norteamericanas cuyo objetivo es la promoción de la democracia en aquel país. Estados Unidos ha pedido, a través de su misión diplomática, que se conceda permiso inmediato a todos ellos para abandonar el país, en una nueva escalada de tensión en las investigaciones por las redadas llevadas a cabo a numerosas ONGs el pasado mes de diciembre.

Uno de los ciudadanos retenidos en territorio egipcio es Sam LaHood, hijo del Secretario de Transporte Ray LaHood y director del Instituto Republicano Internacional (IRI) en Egipto. El pasado sábado, las autoridades le impidieron subir a un avión cuando intentaba abandonar el país. Otros dos afectados trabajan para esta institución y tres más para el Comité Democrático Nacional (CDN). Ambas organizaciones tienen su sede en Washington, reciben fondos del Gobierno norteamericano, y están ligadas de forma no oficial al Partido Republicano y Demócrata respectivamente.

“Demandamos al Gobierno de Egipto que levante estas restricciones inmediatamente y que les permita regresar a casa cuanto antes”, declaró hoy la portavoz del Departamento de Estado Victoria Nuland, en conferencia de prensa.

En diciembre de 2011, la policía egipcia registró las oficinas de diez instituciones (entre ellas, el IRI y el CDN) durante el proceso de una investigación sobre la financiación de las protestas que el invierno pasado terminaron forzando la dimisión de Hosni Mubarak. El Presidente Barack Obama exigió entonces que Egipto paralizara los registros, calificándolos de abuso y provocación injustificada. La Fiscalía egipcia alegó entonces que contaba con pruebas de que las organizaciones a examen violaban la ley egipcia al captar fondos extranjeros. Ahora Washington amenaza con reconsiderar la aportación anual de 1.300 millones de dólares (990 millones de euros) al Ejército egipcio si se mantiene la investigación.

En declaraciones al diario The New York Times, Lorne Craner, director del IRI, mostró su preocupación por los incidentes y por las indagaciones que todavía llevan a cabo las autoridades egipcias, a pesar de las promesas de no seguir adelante. “Aquí estamos, semanas y promesas después, y las cosas se siguen complicando”, comentó.

John McCain, el senador republicano que ejerce como presidente honorario de ese instituto, afirmó que los hechos han dado un giro “desagradable” y compartió su “alarma y preocupación” por la situación en la que se encuentran los seis estadounidenses. “La crisis ha empeorado de tal forma que ahora mismo amenaza las vidas de ciudadanos americanos y podría perjudicar a la vieja amistad entre EE UU y Egipto”, afirmó en un comunicado.

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Heba Morayef, representante de la ONG Human Rights Watch en El Cairo, afirmó a la agencia Reuters que las organizaciones llevan varios años operando en el país. “No puede haber otra motivación excepto un deseo de controlar y silenciar a la comunidad defensora de los derechos humanos”.

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