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Los talibanes matan a dos militares de EEUU en un ministerio en Kabul

La OTAN y Reino Unido retiran a su personal civil de la capital afgana como medida de seguridad Casi una treintena de muertos en cinco días de revueltas por la quema de ejemplares del Corán

El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, ha instado este sábado al Gobierno afgano a tomar medidas decisivas para proteger a los integrantes de las fuerzas de la OTAN en el país, después de que dos militares estadounidenses fueran asesinados a tiros en el Ministerio de Interior, en Kabul, en una acción que han reivindicado los talibanes. Los militares recibieron varios disparos en la cabeza cuando se encontraban en la sede gubernamental.

Entretanto, la embajada británica en Kabul ha retirado al personal civil que trabaja en sedes institucionales de la capital afgana como "medida temporal" tras el ataque talibán, ha informado hoy el Foreign Office. El jefe de la misión de la OTAN en ese país, John Allen, ha ordenado igualmente replegar "por razones de protección" a todo el personal civil de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, en sus siglas inglesas) destacado en los ministerios afganos tras el ataque.

Según ha informado hoy el portavoz del Pentágono, George Little, en un comunicado, el ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, ha telefoneado a Panetta para expresarle sus condolencias y disculpas. Wardak aseguró, según Little, que el presidente afgano, Hamid Karzai, prepara una reunión con los principales dirigentes de su país para dar "pasos urgentes" contra la violencia y para proteger a las fuerzas de la OTAN presentes en el país.

"El secretario Panetta agradeció la llamada telefónica e instó al Gobierno afgano a tomar medidas decisivas para proteger a las fuerzas de la coalición e impedir la violencia en Afganistán tras una complicada semana en el país", ha añadido el portavoz.

El presidente Barack Obama ha acogido con satisfacción el llamamiento de Karzai al diálogo y la calma, según la Casa Blanca. El mandatario estadounidense ha reiterado el compromiso de Washington con el Gobierno y el pueblo de Afganistán.

El movimiento talibán se ha atribuido los asesinatos de los militares estadounidenses en una nueva jornada de violencia y protestas en el país por la quema de ejemplares del Corán en la base de Bagram, la mayor de las utilizadas por EEUU en Afganistán.

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Afganistán lleva cinco días sumido en una violenta ola de revueltas que se han cobrado la vida de al menos 27 personas, después de que se conociera públicamente que varios coranes fueron quemados en la instalación militar.

La misión de la OTAN ha calificado esa profanación de no intencionada, ha pedido disculpas -como también ha hecho el presidente estadounidense, Barack Obama-, y ha iniciado una investigación conjunta con el Gobierno afgano sobre lo sucedido.

Sin embargo, por el momento las llamadas a la calma no han surtido efecto y hoy se han convocado por quinto día consecutivo manifestaciones -no todas ellas violentas- en las regiones de Sar-e-Pul, Paktia, Logar, Paktika, Nangarhar, Laghman y Kunduz.

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