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Soldados de élite sirios sitian el feudo de la revuelta en Homs

Bab Amro, baluarte de la oposición, ha sido bombardeada durante un mes Miles de civiles han logrado escapar de este distrito, en una situación humanitaria catastrófica

Varios hombres portan un cadáver en Qusayr, cerca de Homs.
Varios hombres portan un cadáver en Qusayr, cerca de Homs.GIANLUIGI GUERCIA (AFP)

El Ejército sirio ha iniciado el asalto definitivo sobre Homs, la principal de las ciudades rebeldes. La Cuarta División Mecanizada, una unidad de élite compuesta básicamente por alauíes de absoluta fidelidad al régimen y comandada por un hermano del presidente Bachar el Asad, ha desplegado este miércoles tropas de infantería para reconquistar Homs casa por casa. Unos pocos centenares de milicianos rebeldes dijeron estar dispuestos a resistir hasta la muerte en el barrio de Bab Amro, bombardeado con gran intensidad durante los pasados 23 días.

Se calcula que alrededor de 7.500 uniformados rodean el distrito, machacado por la artillería durante casi cuatro semanas. Los activistas de oposición aseguran que el régimen está acumulando armamento para el asalto definitivo. Unos preparativos que se prolongan más de 48 horas. Los insurrectos aseguran que ya han repelido un ataque en Bab Amro, el único barrio de la ciudad sometido ahora al castigo de los militares.

En todo caso, la situación de las milicias opositoras parece desesperada. La Cuarta División Mecanizada de Maher el Asad es, junto a la Guardia Republicana, la mejor preparada y armada del Ejército sirio, y el sistemático martilleo de artillería al que ha sido sometido Bab Amro a lo largo de casi todo el mes hace suponer que en la toma del barrio, y del resto de los focos rebeldes, no se harán distinciones entre los hombres armados y los civiles.

El régimen sirio ha seguido en Homs el mismo método con el que aplastó la rebelión islamista en Hama, hace exactamente 30 años. Entonces el padre del actual presidente, Hafez el Asad, envió a Hama las tropas de élite dirigidas por su hermano Rifaad: el bombardeo duró casi todo febrero, como ahora, y el asalto posterior fue implacable. Nunca se ha sabido cuántos fueron los muertos, aunque las estimaciones oscilan entre los 14.000 y los 40.000. Hama quedó arrasada.

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Javier Espinosa, corresponsal de El Mundo en Oriente Próximo y único periodista español en Baba Amro, ha logrado escapar hacia Líbano, según anunció su esposa, Mónica García Prieto, en su cuenta de Twitter. Según Le Monde, Espinosa sufrió heridas leves durante un fallido intento de evacuación registrado el martes, en el que el fotógrafo Paul Conroy sí logró romper el cerco y llegar a Líbano. Se desconocía la situación de los otros dos periodistas occidentales en el barrio sitiado, la francesa Edith Bouvier, con el fémur roto, y el británico William Daniels, aunque Mónica García Prieto daba a entender que seguían en Homs.

La situación es confusa. Por primera vez desde el inicio de la crisis, los activistas de la oposición no son capaces de transmitir imágenes porque el Ejército sirio dispone de sistemas de localización de las comunicaciones por satélite y dispara de forma inmediata sobre cualquier punto de emisión. En Homs no funciona la telefonía convencional y no hay corriente eléctrica. La Brigada Al Faruk del Ejército de la Siria Libre, como se denominan las fuerzas rebeldes, emitió un comunicado en el que prometió resistir hasta la muerte. “Rezad por la Brigada Al Faruk”, concluía el texto. Fuentes de la oposición estimaron que en Baba Amro quedaban unos 600 milicianos. Otras fuentes opositoras, sin embargo, indicaron que la mayoría de los milicianos habían abandonado ya la ciudad.

La televisión catarí Al Yazira dijo haber podido contactar con un miliciano, Hadi Abdalá, quien afirmó que cerca del estadio de fútbol Al-Basel se desarrollaban intensos combates callejeros y que la población civil, en torno a las 20.000 personas, estaba hambrienta y en pánico. En las últimas jornadas pudieron huir centenares de personas. Con el asalto de infantería ya no quedan vías de escape.

El Gobierno sirio ha denegado a la responsable de operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, la autorización para entrar en el país. Amos quería conocer la situación en Homs e intentar abrir alguna vía de acceso para la Media Luna Roja local, que por el momento no puede prestar auxilio a la población.

El Consejo de Seguridad de la ONU prepara un nuevo proyecto de resolución, centrado la crisis humanitaria. La anterior resolución fue vetada por Rusia y China porque incluía, a instancias de la Liga Árabe, la exigencia de la dimisión del presidente Bachar el Asad. Tanto Moscú como Pekín consideraron que eso constituía una injerencia inadmisible en los asuntos internos sirios y ocultaba propósitos neocolonialistas. El actual borrador atribuye a El Asad la principal responsabilidad por la crisis, pero no pide que se vaya.

La ONU calcula que 7.500 civiles han muerto desde que comenzó la revuelta, en marzo del año pasado. El Gobierno sirio, quien asegura combatir contra bandas terroristas dirigidas desde el extranjero, dice que el número de civiles muertos apenas rebasa los 2.000 y que el Ejército y la policía han registrado una cantidad similar de víctimas mortales.

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