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“¡Acabemos con esos incompetentes de la derecha liberal!”

El “desglobalizador” Arnaud Montebourg, paladín de la VI República francesa, publica su libro indignado en España tras vender 60.000 copias en su país

El político socialista Arnaud Montebourg (C) durante una visita por la empresa Rio Tinto Alcan esta semana en Saint-Jean-de-Maurienne.
El político socialista Arnaud Montebourg (C) durante una visita por la empresa Rio Tinto Alcan esta semana en Saint-Jean-de-Maurienne. JEFF PACHOUD (AFP)

Arnaud Montebourg es a sus 49 años una de las esperanzas de la nueva izquierda popular -y populista- francesa. Fue la estrella emergente de las primarias socialistas, que él mismo impulsó. Llegó tercero a la meta con su discurso inflamado, proteccionista y antiglobalización. El paladín de la VI República (utopía de una política limpia y autónoma respecto al poder financiero), ha resumido su ideario en un librito, Votad la desglobalización, prologado por Emmanuel Todd y que, tras vender 60.000 copias en Francia, edita ahora Paidós en España.

“Hay que acabar con la derecha ultraliberal”, afirma Montebourg nada más sentarse a tomar un café con los corresponsales españoles. “La Europa de Merkel, Sarkozy, Berlusconi y Rajoy nos impone una política de austeridad suicida, basada en lo peor de Reagan y Thatcher, y que va a hacer pagar la crisis a las clases populares y medias”.

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“La decadencia europea está muy ligada a la incompetencia de esta derecha liberal, y admitámoslo, también al pacto con el poder financiero de la tercera vía socialista”, añade. Montebourg votó no a la Constitución Europea en 2005. Ahora cree que “la nueva izquierda tiene que llegar al poder para imponer una nueva estrategia de crecimiento en Europa, cosa que ni siquiera Alemania tiene. Esta derecha que hace el vacío a François Hollande no frenará la Historia. También las monarquías europeas se unieron contra la revolución francesa”.

Montebourg irá a Madrid los días 22 y 23 para promocionar su panfleto. Nicolas Sarkozy ha recortado distancias, pero él no pierde la fe. “La campaña solo está empezando, los sondeos se manipulan, y Sarkozy es un especialista en decir una cosa y hacer la contraria”, dice. “Ya sabemos de lo que es capaz: como candidato es un demagogo y como gobernante ha sido un liberal que ha hecho regalos fiscales a los ricos, ha defendido el libre comercio y ha aumentado la deuda del país sin tomar medidas reales contra el poder financiero”.

Para Montebourg, las tesis proteccionistas defendidas por Sarkozy el domingo pasado “son mucho más timoratas” que las suyas. “Shengen está ya en revisión y en su momento Sarkozy apoyó que Rumania y Bulgaria fueran las fronteras exteriores. Ahora ya no quiere. Sobre el comercio y el mercado público, nosotros vamos mucho más lejos porque proponemos tasar los productos procedentes de los países low cost y una nueva tasa verde. En realidad”, admite con humor, “mis ideas las defiende sobre todo Jean-Luc Mélenchon (el candidato del Frente de Izquierda)”.

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La competencia debe ser leal, no libre. Europa es la primera potencia mundial" Arnaud Montebourg

El diputado socialista y presidente regional de Saona y Loira es un tipo simpático, levemente histriónico y de verbo rápido. Tiene capacidad de síntesis y habilidad para resumir ideas en titulares: “La globalización es una criatura política liberal diseñada para asustar a la gente. Ha puesto a países que no cumplen las normas a competir sin límite ni vergüenza con la Europa del Estado de Bienestar. Controlamos solo el 10% de los bienes y mercancías que llegan a nuestros puertos, y al 100% de las personas que intentan entrar en Europa. Hace falta más humanidad y limitar los excesos de la libre competencia. Debemos negociar entre grandes regiones y levantar barreras continentales para tratarnos de igual a igual. No queremos ser chinos, ni tener el poder de compra de los coreanos, ni aceptamos la política social de Bangladesh. La competencia debe ser leal, no libre. Europa es la primera potencia mundial. Si los países renunciamos a la soberanía, debe ser a cambio de algo. Por eso voté no en 2005. Queremos un Estado social, buenos salarios y economías prósperas, no desmantelar nuestra industria y nuestro modelo. Nada nos impide negociar de tú a tú”.

“Necesitamos además reindustrializar el continente”, añade Montebourg, que es el representante especial de Hollande para la campaña y está haciendo “un tour de Francia” por las zonas del país que se han quedado sin industria. “Tenemos que volver a fabricar juguetes, ropa... Hollande va a poner en marcha una nueva Revolución Industrial en Francia. Debemos mirar lejos, dotarnos de una política agrícola común y prohibir las deslocalizaciones desleales. Un paso decisivo será mutualizar la deuda con los eurobonos. Eso permitirá olvidar la austeridad y empezar a invertir y crear empleo. Y el BCE debe ser como la Reserva Federal de EE UU. ¡Ya está bien de defender una inflación que no existe!”.

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