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Pugna política envenenada en China

El escándalo por el asesinato de un británico se enreda ante la acusación de que se le administró cianuro por orden del líder comunista destituido Bo Xilai

El mayor escándalo político que vive China desde hace décadas se enreda un poco más cada día que pasa. Neil Heywood, de 41 años, un hombre de negocios británico que apareció muerto en noviembre pasado en un hotel de la ciudad de Chongqing (centro de China), fue envenenado con cianuro potásico. La orden la dio de Bo Xilai, ex secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en Chongqing y claro candidato hasta hace unas semanas a uno de los puestos del Comité Permanente del Politburó que serán renovados en el XVIII Congreso del PCCh que tendrá lugar este otoño, si se confirman las informaciones que recogía ayer The Sunday Times, que cita sitios de Internet en mandarín. Entre estos, está Boxun, una página con sede en Estados Unidos opuesta al Gobierno chino y que fue el origen de una convocatoria, el año pasado, para realizar manifestaciones jazmín en China similares a las que provocaron las revueltas árabes.

Algunas versiones aseguran que Heywood, persona muy cercana a la familia Bo, tenía una relación íntima con Gu Kailai, la esposa de Bo Xilai. Otras señalan que el motivo del asesinato fueron la corrupción y disputas económicas, después de que Heywood ayudara a Gu a sacar del país activos por valor de 8.000 millones de yuanes (970 millones de euros). El Gobierno chino, que tiene una investigación en marcha, no ha comentado estas acusaciones que se han expandido por los sitios de microblogs (mensajes cortos) chinos.

Según la prensa británica, un funcionario municipal ha confesado supuestamente que preparó el veneno y se lo entregó a un empleado de Bo Xilai, quien se lo administró a Heywood por orden del dirigente político. Una dosis de cianuro 50 veces menor que una cucharilla de té es suficiente para dejar a una persona inconsciente en 10 a 20 segundos y matarla en cuestión de minutos como si hubiera fallecido de una parada cardíaca. La policía dijo inicialmente a la familia de Heywood que el empresario había muerto de un ataque al corazón, tras un consumo excesivo de alcohol.

La prensa británica cuenta que Gu se reunió con la esposa de Heywood, una ciudadana china llamada Wang Lulu, en un café dos días después de la muerte del británico y le rogó que aceptara que su marido fuera incinerado rápidamente y sin autopsia. Ella accedió. La Embajada británica creyó también la versión de la policía, y el cuerpo de Heywood fue quemado con permiso de la familia en presencia de un diplomático británico.

El martes pasado, la televisión oficial china, CCTV, anunció por sorpresa que Bo Xilai, de 62 años, había sido expulsado del Politburó del Partico Comunista Chino (PCCh), organismo integrado por 25 miembros, bajo sospecha de estar implicado en “graves violaciones de disciplina”. También dijo que el ex dirigente de Chongqing y líder del ala más izquierdista y conservadora del partido ha sido expulsado igualmente del Comité Central y será investigado formalmente. Casi simultáneamente, la agencia de noticias estatal Xinhua informó de que Gu Kailai y uno de los empleados del matrimonio, Zhang Xiaojun, son “altamente sospechosos” del homicidio de Heywood, aunque no dijo cómo fue asesinado.

Bo Xilai fue apartado de su cargo como máximo responsable de Chongqing a mediados de marzo, después de que Wang Lijun, vicealcalde de Chongqing y anteriormente jefe de policía en la municipalidad, se refugiara a principios de febrero en el consulado de Estados Unidos en Chengdu (capital de la provincia de Sichuan) e implicara, según la prensa británica, a Bo y su esposa en la muerte de Heywood. Wang Lijun aceptó salir del consulado cuando llegó un equipo de investigadores del Gobierno central, que se lo llevó a Pekín.

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Tras refugiarse Wang Lijun en el consulado estadounidense y ante las dudas que plantearon algunos amigos de Heywood sobre su muerte, la embajada británica pidió a las autoridades chinas que abrieran una investigación. Estas lo hicieron, y el martes pasado anunciaron la destitución de Bo Xilai y la acusación a su esposa. Pero aún quedan muchas preguntas que responder, cómo cuál fue el papel que jugaron exactamente Bo Xilai y Gu Kailai en la muerte del británico. Para los partidarios del carismático y populista líder, todo es un complot político para quitárselo de en medio en las luchas de poder para sentarse en el Comité Permanente del Politburó. Para otros, es un escándalo en el que se mezclan dinero, corrupción, poder y sexo.

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