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El detenido por el asesinato del joven Trayvon Martin podrá quedar en libertad condicional

Los padres y la mujer del acusado comparecieron por vía teléfonica al estar amenazados

George Zimmerman, el vigilante voluntario acusado de homicidio en segundo grado por la muerte del joven negro Trayvon Martin, a su entrada en la sala.
George Zimmerman, el vigilante voluntario acusado de homicidio en segundo grado por la muerte del joven negro Trayvon Martin, a su entrada en la sala.BRIAN BLANCO (EFE)

George Zimmerman, el vigilante que disparó y mató al adolescente afroamericano Trayvon Martin, podrá quedar en libertad bajo fianza de 150.000 dólares (113.000 euros), según ha determinado un juez del Estado de Florida. La muerte de Martin el pasado 26 de febrero causó gran conmoción en Estados Unidos, provocando manifestaciones en todo el país durante varias semanas.

El acusado aprovechó la vista oral de este viernes, en la que sus abogados solicitaban su puesta en libertad, para dirigirse por primera vez a los padres de la víctima. "Siento la pérdida de su hijo, no sabía la edad que tenía, pensé que era solo un poco más joven que yo", declaró Zimmerman, de 28 años, desde el estrado.

Los padres de la víctima, Tracy Martin y Sybrina Fulton, abandonaron la sala sin hacer declaraciones. "Están devastados", declaró su abogado, Benjamin Crump, a la agencia Reuters. "Lo más devastador es que además le dejaran presentar sus disculpas para conseguir la libertad bajo fianza. Se sienten insultados".

El vigilante se entregó a las autoridades 44 días después del suceso, el pasado 11 de abril, cuando la fiscal especial del caso, Angela Corey, presentó cargos en su contra por asesinato en segundo grado. La acusación argumentó este viernes en contra de la puesta en libertad de Zimmerman, que "no es precisamente alguien que nunca haya tenido problemas con la policía", en referencia a sus antecedentes, y solicitó una fianza de un millón de dólares. "Este caso se reduce al hecho de que el acusado mató a una persona", afirmó Bernardo de la Rionda, asistente del fiscal.

"Nunca he visto que sea una persona violenta, de ningún modo, salvo que le hubieran provocado antes", declaró por teléfono el padre de Zimmerman durante la vista. Los familiares del vigilante comparecieron por vía telefónica debido a las amenazas recibidas en las últimas semanas tanto contra ellos como contra Zimmerman, que estuvo escondido desde dos días después del suceso.

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El juez Kenneth Lester ha determinado que el acusado quedará en libertad previo pago de la fianza -su familia y su mujer han alegado que él no tiene recursos para costearla- y será controlado en todo momento con un sistema de localización por GPS. Zimmerman no podrá llevar armas, deberá regresar a su lugar de residencia a las 7 de la tarde y no podrá consumir alcohol. Su mujer -a la que no ha visto desde pocos días después del suceso- y sus padres deberán colaborar con la justicia y asegurar que Zimmerman cumple con todas estas condiciones así como que acude al juicio sobre la muerte de Martin en caso de que éste llegue a celebrarse. El abogado de la defensa, Mark O'Mara, entregó además el pasaporte de Zimmerman para garantizar que no puede salir de país y han solicitado que le dejen trasladar su residencia fuera del estado de Florida, algo que deberán aprobar ahora las autoridades.

Zimmerman, con gesto serio y visiblemente nervioso, permaneció esposado durante toda la vista. Después de pronunciar su disculpa, el fiscal interrogó al acusado, quien reconoció que había declarado ante la policía al menos tres veces en la noche del suceso, la madrugada y la mañana siguiente, cuando ya había quedado en libertad al alegar que había actuado en defensa propia. La ley estatal de Florida permite el uso de armas de fuego cuando una persona se siente amenazada incluso antes de intentar huir del peligro y la muerte de Martin ha reabierto un debate sobre este tipo de normativas, vigentes en varios Estados.

En la noche del suceso, Martin visitaba la casa de una amiga de su padre cuando salió a comprar un refresco y gominolas. De regreso a la vivienda, Zimmerman le indentificó como "muy sospechoso" en la llamada que realizó a la policía en ese momento, al ver a Martin caminar, encapuchado, en el área residencial. El vigilante reconoció a la policía que se disponía a bajar del coche y perseguirle, ante lo que el agente le indicó que "no necesitaba hacer eso", pero alegó después ante las autoridades que había actuado en defensa propia.

En la vista celebrada este viernes también compareció el investigador del caso, Dale Gilbreath, perteneciente al equipo asignado por el Gobernador de Florida para esclarecer los hechos de la noche del 26 de febrero, así como la decisión de la policía de dejar en libertad a Zimmerman. Gilbreath reconoció en su comparecencia que, a pesar de que el vigilante mantiene que actuó en defensa propia, las pruebas no han permitido determinar aún quién empezó el altercado ni quién amenazó a quién.

Zimmerman afirmó ante el juez que no sabía que Martin fuera un menor. "Pensé que era un poco más joven que yo y no sabía si estaba armado o no". El acusado reconoció que también había pedido a sus abogados poco después del suceso -el primer equipo dimitó dos días antes de la presentación de los cargos- que transmitieran sus disculpas a la familia de Martin, pero le recomendaron no hacerlo. El juez le ha prohibido hoy que se ponga en contacto "de manera directa o indirecta" con la familia de la víctima.

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