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Un exjuez venezolano acusa a altos cargos del Gobierno de narcotráfico

Aponte, destituido la semana pasada por presuntos vínculos con un 'narco', afirma que el Ejecutivo de Chávez manipula la justicia con fines políticos

El narcotraficante venezolano Walid Makled, durante su extradición a Venezuela en 2011.
El narcotraficante venezolano Walid Makled, durante su extradición a Venezuela en 2011.G. LEGARIA (AFP)

Un exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, que ha sido acusado de tener vínculos con el narcotráfico y que ahora se encuentra exilado en Estados Unidos, ha puesto en jaque esta semana al Gobierno de Hugo Chávez. El coronel retirado Eladio Aponte Aponte —exfiscal militar y expresidente de la Sala de Casación Penal del supremo venezolano— ha hecho públicas toda clase de acusaciones que involucran a altos cargos del Gobierno con el tráfico de drogas y con la manipulación del Poder Judicial por parte del Ejecutivo con fines políticos.

El magistrado Aponte huyó de Venezuela la semana pasada, después de ser destituido de su cargo el 20 de marzo por su supuesta vinculación con el narcotraficante venezolano Walid Makled. Makled fue detenido en Colombia en agosto de 2010 y tras su extradición ahora está siendo juzgado en Venezuela. Hasta su captura era el tercer hombre más buscado por la agencia antidrogas estadounidense DEA.En el momento de su detención el narcotraficante portaba credenciales que lo identificaban como personal de la Fiscalía Militar venezolana, que dirigía Aponte, y más tarde también confesó que había sido apoyado en sus actividades ilícitas por altos cargos del Gobierno de Chávez, incluyendo a generales y ministros.

De acuerdo con la versión de Aponte, las acusaciones de Walid Makled son ciertas. El magistrado ha dicho, durante una entrevista grabada en Estados Unidos y transmitida el miércoles por la cadena venezolana Globovisión, que altos cargos del Gobierno de Chávez han colaborado con el narcotráfico; entre ellos, el actual ministro de la Defensa y exdirector de Inteligencia Militar, Henry Rangel Silva; el general Clíver Alcalá Cordones, actual comandante de la IV División Blindada del Ejército, acantonada en la ciudad de Maracay, a unos 100 kilómetros de Caracas; el general Hugo Carvajal Barrios, excomandante de la Dirección de Inteligencia Militar; el general Néstor Reverol, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA); y el general Isaías Baduel, exministro de Defensa, actualmente detenido en una cárcel militar por supuesta corrupción. Tres de ellos —los generales Rangel, Alcalá y Carvajal— ya fueron sancionados en 2008 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC, en sus siglas en inglés) por colaborar con las actividades de narcotráfico de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El exmagistrado ha asegurado también que el Poder Judicial en Venezuela está siendo manipulado por el Ejecutivo. Aponte ha confesado, inculpándose a sí mismo, que en muchas ocasiones recibió presiones de parte del propio presidente Chávez “para que condujera de una manera conveniente hacia el gobierno las investigaciones" de casos particulares. Ha dicho, por ejemplo, que muchos venezolanos permanecen en la cárcel por razones políticas y entre ellos mencionó a un grupo de comisarios de policía sentenciados a 30 años de cárcel como responsables de las muertes ocurridas durante el golpe de Estado del 11 de abril de 20021 y a la jueza María Lourdes Afiuni, presa desde hace tres años por otorgar la libertad a un banquero acusado de corrupción.

Quien maneja directamente la justicia en Venezuela, según Aponte, es el vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua. “Todos los viernes en la mañana hay una reunión en la vicepresidencia ejecutiva del país, donde se reúne el vicepresidente, que es el que maneja la justicia en Venezuela, con la presidenta del Tribunal Supremo, con la fiscal general de la República, con el presidente de la Asamblea Nacional, con la procuradora general de la República, con la contralora general de la República [Tribunal de Cuentas], y unas que otras veces va uno de los jefes de los cuerpos policiales. De ahí sale la directriz de lo que va a ser la justicia. O sea, salen las líneas conductoras de la justicia en Venezuela”, ha afirmado el exmagistrado.

Aponte llegó a Estados Unidos el martes pasado desde Costa Rica en un avión de la DEA y el mismo día realizó declaraciones en Washington, según han informado medios de Miami. El canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha salido al paso a estas declaraciones diciendo que “Aponte es un hombre absolutamente desprestigiado (...) Le ha vendido el alma al diablo” y que trabaja para los servicios de inteligencia estadounidenses. Roger Noriega, exembajador de EE UU ante la Organización de Estados Americanos (OEA), cree, en cambio, que Aponte es el “testigo perfecto” en las investigaciones que actualmente lleva a cabo Washington contra funcionarios de Caracas. “Aponte está dispuesto a comparecer ante una corte federal de los Estados Unidos y fortalecer aún más las acusaciones que han sido hechas por agencias federales y fiscales”, dijo ayer Noriega al diario venezolano El Nacional.

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