_
_
_
_
_

Obama declara la guerra a la ciberrepresión

EE UU anuncia sanciones contra Siria e Irán por usar las redes sociales para perseguir a la disidencia. El presidente avanza que se creará un Consejo de Prevención de Atrocidades

La oposición siria sigue denunciando en las redes sociales asesinatos masivos por parte del régimen de Bachar el Asad cuando se cumplen 11 días de alto el fuego oficial.
Antonio Caño

En el Museo del Holocausto de Washington, aceptando que Estados Unidos tiene “la responsabilidad moral de prevenir nuevos exterminios”, Barack Obama ha anunciado sanciones económicas y otras medidas de castigo contra los gobiernos, particularmente los de Siria e Irán, que utilicen las modernas tecnologías de comunicación como un instrumento para la represión de sus propios pueblos.

“Estas tecnologías existen para darle más poder a los ciudadanos, no para aumentar la capacidad de reprimirlos”, ha dicho el presidente norteamericano, premio Nobel de la Paz, en un intento de reforzar el papel que su país puede jugar en todo el mundo, desde África a Oriente Próximo, para evitar las persecuciones masivas y los más escandalosos abusos de los derechos humanos.

No se trata exclusivamente de utilizar los recursos militares —“ni podemos ni debemos hacerlo”, ha dicho Obama—, pero EE UU posee una amplia gama de medios económicos, políticos y diplomáticos de los que puede echar mano de forma más contundente para impedir que, como ha dicho el presidente, “la soberanía nacional sea una licencia para masacrar al pueblo propio”.

Las nuevas tecnologías de comunicación, redes sociales como Facebook y Twitter, así como la variedad de opciones que ofrecen las últimas generaciones de teléfonos inteligentes se han revelado en los últimos años como grandes aliados de sociedades oprimidas que luchan por su libertad. Así se comprobó, por ejemplo, durante la reciente Primavera Árabe. Pero también los gobiernos de varios países represivos recurrieron a esos medios para localizar a sus opositores, sofocar las protestas y hacer más eficaces sus sistemas represivos.

Obama ha anunciado una serie de medidas que, aunque de forma tímida y esencialmente testimonial, intenta hacer frente a esta nueva realidad. Una orden ejecutiva enviada hoy al Congreso anticipa sanciones contra los servicios de inteligencia de Siria e Irán y contra las compañías de telecomunicaciones Syriatel y Datak Telecom, que actúan, respectivamente, en ambos países. Estas sanciones afectarán a personas individualmente identificadas y podrán extenderse a otros países que recurran a la misma práctica. El recurso de la tecnología para usos represivos se entiende a partir de ahora en EE UU como un ataque contra los derechos humanos que merece ser específicamente castigado.

Esta iniciativa se enmarca en un esfuerzo más ambicioso de la Casa Blanca para aumentar la sensibilidad mundial sobre el riesgo de matanzas masivas y exterminios intolerables. Desde el Holocausto, la Humanidad ha conocido varios casos similares, desde los Balcanes hasta Ruanda, sin disponer de recursos para haberlos impedido con antelación o, al menos, haber mitigado su dimensión sobre la marcha.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Obama considera que se puede hacer más de cara al futuro. No solo ha reiterado la necesidad de continuar algunos de los esfuerzos que actualmente se están desarrollando, como el apoyo a los rebeldes sirios o la captura del criminal centroafricano Joseph Kony, sino que ha anunciado la creación de un organismo, el Consejo de Prevención de Atrocidades, que intentará coordinar el trabajo de las distintas agencias del Gobierno y mantenerlas alerta en la detección de riesgos de matanzas. “Quiero estar seguro de que el Gobierno de EE UU tiene las estructuras y los mecanismos adecuados para prevenir y responder a las atrocidades masivas”, ha asegurado el presidente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_