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La continuidad marca el nuevo Gobierno de Vladímir Putin

El presidente anuncia la composición de un nuevo Ejecutivo sin grandes reformas Los relevos suponen en gran parte ascensos dentro del aparato ejecutivo

Pilar Bonet
Putin reunido con su nuevo Gabinete el 21 de mayo en el Kremlim.
Putin reunido con su nuevo Gabinete el 21 de mayo en el Kremlim.RIA NOVOSTI (REUTERS)

El presidente Vladímir Putin ha dado a conocer por fin la composición del nuevo gobierno ruso, un gabinete de continuidad y estabilidad, sin cambios en la mayoría de los puestos claves, ocupados por sus veteranos allegados, y más abierto al equipo del primer ministro, Dmitri Medvédev, en ministerios de carácter más secundarios.

El ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, veterano diplomático que representó a la URSS y a Rusia en el consejo de seguridad de la ONU, seguirá al frente de la diplomacia rusa, que dirige desde 2004, y el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, en el que desempeña como un gestor civil desde 2007. Mientras tanto, el ministro del Interior, Rashid Nurgáliev, cuya imagen está asociada a la fallida reforma de la policía y a los escándalos que han sacudido su departamento, ha sido sustituido por Vladímir Kolokolzev, otro funcionario de Interior, cuyo último puesto ha sido el de jefe de la policía en Moscú. De momento, no se han anunciado cambios al frente de los cuerpos de Seguridad que, al igual que Exteriores y Defensa, dependen del presidente. Según el ex ministro de Finanzas, Aleksei Kudrin, se trata de un gabinete de tipo “técnico”, pero no un gabinete de reforma.

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El Kremlin ha presentado el nuevo gobierno (un total de 28 cargos, de ellos siete vice primeros ministros) como una gran renovación y Medvédev ha dicho que “tres cuartos” del mismo son “nueva gente”. Sin embargo, los relevos suponen en parte ascensos dentro del aparato ejecutivo, de viceministro a ministro en muchos casos, y no pueden disociarse de los nombramientos que seguramente tendrán lugar en la Administración del Kremlin (el aparato de gestión del presidente) y otras instituciones del Estado, donde es muy posible que emerjan de nuevo parte de quienes han dejado el Ejecutivo.

Del gobierno se han ido Igor Sechin, fiel colaborador de Putin en los órganos de Seguridad que como viceprimer ministro se ocupaba del complejo energético y que, según medios políticos rusos, no tiene una buena relación con Medvédev. También se ha marchado, Víctor Zubkov, otro peterburgués allegado a Putin, que fue primer ministro brevemente y luego degradado a viceprimer ministro para que Putin pudiera ocupar el cargo en 2008. Asimismo, se ha ido Elvira Nabibulina, ministra de desarrollo económico, que podría ser nombrada asesora económica de Putin en el Kremlin.

Entre los vice primeros ministros, el de mayor rango en el escalafón será Igor Shuválov, que conserva su puesto. La carrera de este abogado se inició en el ministerio de Exteriores y se cimentó de 1997 a 2000 en las instituciones gestoras de la propiedad del Estado. Los medios de información rusos han comentado ampliamente la cuantiosa declaración de ingresos de su esposa y han investigado la posibilidad de que se hubiera beneficiado de información privilegiada. Entre los vice primeros ministros está Vladislav Surkov, de origen checheno, que fue el cerebro gris de la administración del Kremlin en política interior, y que aparentemente se ocupará del aparato del Gobierno. Surkóv fue apartado de su cargo de vicejefe de la Administración a fines de diciembre tras los mítines de protestas por las irregularidades electorales. Además, serán vicejefes de Gobierno, Dmitri Kozak, un jurista del equipo de Putin de San Petersburgo, Dmitri Rogozin, que fue representante de Rusia en la OTAN y que en el pasado dirigió un partido nacionalista, siendo cooptado después por el actual presidente. Kozak coordina la política regional y Rogozin la política industrial militar.También será viceprimer ministro Arkadi Dvorkóvich, que fue ayudante de Medvédev durante la anterior legislatura y sherpa en el G-8. Dvorkovich se hará cargo del bloque energético del gobierno.

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Se trata de un gabinete de tipo “técnico”, pero no un gabinete de reforma

El número de mujeres en el Gobierno se reduce de tres a dos, Olga Goldets, que con el cargo de viceprimera ministra dirigirá el bloque social del Gobierno, y Veronika Skortsova, que, bajo su tutela, se ocupará de Sanidad con el rango de ministra. Golodetz, trabajó en el consorcio Norilsk Nikel y dirigía la asociación de Empresarios y Productores de niquel de Rusia hasta que pasó a ser vicealcalde de Moscú en diciembre de 2010.

De viceministro a ministro asciende Maksim Topilin, que antes se ocupaba de sanidad y desarrollo social y ahora se ocupará de trabajo. De Transporte se ocupará Maksim Sokolov,que viene de San Petersburgo y dirigia antes el departamento de Industria e Infraestrucrura del Gobierno.

Aleksandr Jloponin, otro veterano del consorcio Norilsk Nikel, seguirá siendo viceprimer ministro y ocupándose del Cáucaso del Norte. El nuevo ministro de comunicación, Nikolái Nikíforov, se ocupará de nuevas tecnologías de información. En el gobierno aparecen algunos perfiles nuevos, como por ejemplo un ministro para el desarrollo del Lejano Oriente, puesto en el que ha sido nombrado un antiguo jefe de la administración de Jabarovsk. También aparece un responsable del las relaciones con el llamado “gobierno abierto”, una especie de plataforma inventada por Medvédev con el fin de asegurar un canal de comunicación entre el ejecutivo y la sociedad. En este puesto ha sido nombrado Mijaíl Abyzov, que trabajó con Anatoli Chubáis en el holding de energía eléctrica del Estado, posteriormente privatizado. Ábizov tiene una fortuna de 1.200 millones de dólares y ocupa el número 76 en la lista de Forbes, según la agencia Itar-Tass. El nuevo ministro de Recursos de la Naturaleza, es un petrolero de carrera, que trabajó en el minsterio de energía y también en la petrolera Lukoil. El puesto de ministro de cultura ha ido a parar a Vladímir Medinski, un politólogo y especialista en relaciones públicas, que ocupaba un cargo en la dirección del partido Rusia Unida.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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