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China y Rusia refuerzan sus relaciones militares

El aumento en la colaboración entre las dos potencias coincide con la mayor presencia naval de EE UU en Asia-Pacífico

Hu Jintao (dcha) recibe a Vladímir Putin.
Hu Jintao (dcha) recibe a Vladímir Putin.ALEXEY DRUZHINYN / RIA NO (EFE)

China y Rusia han acordado reforzar la cooperación militar, según ha asegurado este miércoles el presidente ruso, Vladímir Putin, que se encuentra de visita en Pekín. “Recientemente hemos llevado a cabo ejercicios navales conjuntos en el mar Amarillo, han sido los primeros ejercicios de este tipo. Hemos acordado con el presidente (chino) Hu (Jintao) continuar con esta cooperación”, ha dicho Putin en una reunión con el vicepresidente chino, Xi Jinping, que en marzo del año que viene se prevé que sustituya a Hu Jintao como jefe de Estado.

Las flotas china y rusa celebraron unas maniobras navales de seis días de duración en abril frente a la costa oriental de China, que incluyeron simulacros de operaciones contra submarinos y el rescate de barcos secuestrados. Pekín desplegó 16 buques y dos sumergibles, mientras que Rusia envió cuatro navíos de su flota del Pacífico, según la prensa china.

“Damos un papel importante a la iniciativa conjunta para reforzar la seguridad en la región Asia-Pacífico y en este contexto mantendremos la relación entre nuestros ejércitos”, afirmó Putin en un comunicado anterior, informa Reuters. La declaración se produce después de que el sábado pasado el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, asegurara que el 60% de los buques de guerra norteamericanos estará en la región Asia-Pacífico para el año 2020, dentro de los planes del Pentágono de reforzar la presencia estadounidense en esta zona del mundo.

Pekín ha visto con recelo este reposicionamiento, que, según algunas voces en el Ejército Popular de Liberación, está destinado a rodear a China y frenar su ascenso. Washington lo ha negado. La modernización del Ejército chino ha provocado inquietud en varios países que mantienen disputas territoriales con la potencia asiática.

La alianza entre China y Rusia no es de extrañar. Los dos países han estrechado lazos económicos y diplomáticos en los últimos años, tras un largo periodo de hostilidad durante la Guerra Fría. Ambos ven con malos ojos la hegemonía estadounidense y la presencia militar norteamericana en lo que consideran sus patios traseros.

Putin se encuentra en la capital china para asistir a la cumbre anual de la Organización para la Cooperación de Shanghai (SCO, en sus siglas en inglés), que se celebra el miércoles y el jueves. El organismo, que centra su actividad principalmente en temas de seguridad, está integrado por Rusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Uzbekistán y China. Irán, India, Mongolia y Pakistán participan en calidad de observadores.

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La reconstrucción de Afganistán

Uno de los temas principales de la reunión es Afganistán, donde los países de SCO quieren jugar un papel mayor, en especial tras la salida de la mayoría de las fuerzas de combate extranjeras a finales de 2014. Así lo ha señalado Hu Jintao en una entrevista con el Diario del Pueblo –órgano oficial del Partido Comunista Chino (PCCh)- publicada hoy con ocasión de la cumbre. “Continuaremos siguiendo el concepto de que los asuntos regionales deben ser gestionados por los países de la zona, que debemos protegernos contra los impactos originados por la turbulencia fuera de la región y debemos jugar un papel mayor en la reconstrucción pacífica de Afganistán”, ha dicho. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, participa en la cumbre como invitado.

China, que tiene una pequeña franja de territorio fronteriza con Afganistán, es el país más activo en la zona, y sus empresas ya están en el país centroasiático. Kabul espera que sus inmensos recursos minerales sin explotar le ayuden a compensar la pérdida de ayuda extranjera y la caída de ingresos cuando se retiren las tropas internacionales. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha cifrado el valor de las reservas minerales de Afganistán en un billón de dólares. Otras estimaciones afirman es al menos tres veces superior.

Moscú ha ofrecido asistencia generosa a Afganistán para reconstruir presas de la era soviética y centrales de energía, y está explorando yacimientos de gas natural y contratos de infraestructuras, lo que le sitúa en competencia directa con China.

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, que también se encuentra en Pekín, se ha reunido con el primer ministro chino, Wen Jiabao, quien le ha dicho que China se opone a que cualquier país de Oriente Medio se dote de armas nucleares, según la agencia oficial Xinhua. Los dos países tienen fuertes relaciones comerciales y energéticas, y Pekín se ha resistido la presión de Estados Unidos y otros gobiernos para imponer sanciones económicas más duras a Teherán por su supuesto programa de armas nucleares. China defiende una solución por la vía diplomática y así lo ha vuelto a repetir Wen.

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