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Irlanda quiere aprovechar el pacto para evitar un segundo rescate

“El acuerdo ha roto el vínculo entre el Estado soberano y el banco que necesita ser capitalizado, este es el gran cambio”, dijo Kenny después de la cumbre. Y añadió que la carga sobre los contribuyentes irlandeses se puede aliviar con este acuerdo que en principio parecía "inalcanzable y que se ha convertido en una realidad".

Irlanda pretende sacar partido de lo que el primer ministro, Enda Kenny, ha llamado un “cambio radical en la política europea” y evitar un segundo rescate. “El acuerdo ha roto el vínculo entre el Estado soberano y el banco que necesita ser capitalizado, este es el gran cambio”, dijo Kenny después de la cumbre, quien añadió que la carga sobre los contribuyentes irlandeses se puede aliviar con un acuerdo que en principio parecía "inalcanzable y que se ha convertido en una realidad".

La ambición del Gobierno de Dublín de recuperar la soberanía económica en el mercado de bonos, después de casi dos años, parece ahora menos inalcanzable tras el acuerdo. Kenny ha estado presionando a los líderes europeos para compartir con los socios la carga que supone el rescate del anglo-irlandés Bank Corp. Y ha presionando al Banco Central Europeo para que se comprometa a financiar el sistema irlandés. Kenny insistió en que el acuerdo ha abierto una oportunidad para "rediseñar" la deuda irlandesa.

El ministro de Medio Ambiente irlandés, Phil Hogan, dijo a la emisora nacional RTE el pasado 27 de junio que esperaba que la cumbre ayudara a entender que su país "no podía hacer frente a sus obligaciones de deuda" y que no podía arriesgarse a salir al mercado en busca de financiación a un coste demasiado alto. El plan de rescate del sistema bancario llevará a la deuda del país al 116% del producto interior bruto (PIB), comparado con la media de la eurozona del 92%, según cifras de la Comisión Europea.

Irlanda experimentó la crisis bancaria más costosa entre las economías avanzadas desde la Gran Depresión (1929), de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La última vez que Irlanda emitió bonos en el mercado para financiarse fue en septiembre de 2010, ya que después los inversores comenzaron a huir del mercado de deuda pública ante el temor de que la magnitud de la crisis bancaria llevara al país a la bancarrota.

Con la estabilización de la economía, después de una contracción de un 15% desde el año 2007, el ministro de Finanzas Michael Noonan esbozó en diciembre un plan para volver a los mercados de crédito internacionales. El programa es comenzar con ventas de bonos del Tesoro a corto plazo en el tercer trimestre y retornar a los mercados de deuda a largo plazo a finales de año. El regreso total de Irlanda al mercado internacional se produciría a mediados del próximo año.

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