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Los socios de Merkel amenazan con romper la coalición

La CSU advierte sobre las concesiones de la canciller alemana a sus socios europeos

Angela Merkel, en el Bundestag.
Angela Merkel, en el Bundestag.Sean Gallup (Getty Images)

El presidente de la Unión Social Cristiana, Horst Seehofer (CSU), ha vuelto a amenazar el martes con romper con su partido hermano, la Unión Demócrata Cristiana de Angela Merkel (CDU), si la canciller hace más concesiones a sus socios europeos. Seehofer, que además es primer ministro del land de Baviera, se ha cuidado de concretar demasiado una amenaza que acabaría con la coalición de centro-derecha entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP) que preside Merkel en Berlín. Ha dicho que “en algún momento se puede llegar al punto en el que el Gobierno de Baviera y la CSU no puedan seguir diciendo que sí” a las políticas de Merkel. Para el socialcristiano, la canciller se está moviendo por “terrenos fronterizos” en sus medidas de apoyo a las economías europeas golpeadas por la crisis de la deuda. El “mayor peligro”, ha dicho Seehofer en una entrevista al semanario Stern, “es que los mercados financieros duden de que Alemania pueda soportar todo esto” y comience un ataque especulativo contra los bonos de la primera economía de Europa.

Las declaraciones de Seehofer, que cultiva una imagen de político conservador sin pelos en la lengua, se han sumado a la reciente andanada de críticas a Merkel, que a su entender cedió demasiado ante los Gobiernos de España e Italia en la cumbre europea de Bruselas de la semana pasada. El bávaro pide más explicaciones a Merkel y le recuerda que “sin los votos de la CSU, la coalición perdería su mayoría” en la Cámara baja parlamentaria (Bundestag). CDU y CSU comparten Grupo parlamentario en el Bundestag. La CDU no se presenta a las elecciones en Baviera, donde la CSU gobierna ininterrumpidamente desde hace décadas. El próspero land sureño celebrará sus próximas elecciones en septiembre de 2013. Las perspectivas de la CSU son algo menos halagüeñas que de costumbre. Su perenne mayoría, que dejó de ser absoluta en 2008, se está viendo erosionada por el discreto empuje de los socialdemócratas y por plataformas ciudadanas conservadoras.

La cumbre de Bruselas desencadenó una avalancha de jeremiadas y protestas en la derecha alemana. Tanto la canciller como su ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble (CDU) están en el punto de mira de las críticas más o menos euroescépticas de los elementos más conservadores y económicamente liberales. El lunes, el secretario general del FDP Patrick Döring alzó la voz contra los jefes del Gobierno: “el ministro de Hacienda nos recuerda a menudo la importancia de que el FDP siga ofreciendo resistencia a la colectivización de la deuda” en Europa. También el ministro de Exteriores Guido Westerwelle (FDP) se sumó a los ataques y alertó contra “la unión de endeudamientos” que, a su juicio, podría acechar en el horizonte europeo.

Antes de la cumbre europea, la canciller dijo en una reunión a puerta cerrada que Europa no emitirá deuda conjunto “mientras [ella] siga viva”. Su declaración fue matizada más tarde por miembros del Gobierno, que explicaron que Merkel había hablado “de forma coloquial”. Una frase hecha, por tanto, que no acaba con la posibilidad de bonos conjuntos europeos a medio o largo plazo. El Gobierno alemán ha insistido a menudo en que es necesario armonizar las políticas económicas y fiscales en Europa antes de plantearse este tipo de medidas.

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