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Israel observa de cerca el despliegue militar egipcio en el Sinaí

Un alto oficial del ejército egipcio asegura que todas las acciones se coordinan previamente con Israel, mientras fuentes diplomáticas israelíes lo niegan

El Ejército egipcio destruye los tuneles que unen el Sinaí con Gaza, hoy.
El Ejército egipcio destruye los tuneles que unen el Sinaí con Gaza, hoy.MOHAMMED ABED (AFP)

Un miembro del Alto Consejo Militar egipcio ha asegurado hoy miércoles que el reciente despliegue de tropas y tanques de su país en la Península del Sinaí se ha realizado bajo el consentimiento de las autoridades israelíes, aunque esta demostración de fuerza vaya más allá de los límites estipulados por los Acuerdos de Camp David de 1979. Según estos, Egipto no podría mantener más que un número reducido de fuerzas militares en la zona a cambio del desmantelamiento de las colonias isralíes en el Sinaí desde 1967 o del reconocimiento pleno del Estado de Israel, entre otras contra prestaciones.

Estas maniobras militares, las más importantes realizadas hasta la fecha en el Sinaí se enmarcan dentro de la llamada “Operación Águila”, puesta en marcha el pasado 5 de julio después de que un comando yihadista atacara el paso fronterizo de Kerem Shalom, matando a 16 soldados egipcios.

Este incidente agotó la paciencia del gobierno egipcio al poner en evidencia que durante los últimos años el Sinaí se había convertido en un santuario para grupos extremistas islamistas, así como para redes de contrabando de armas, drogas y también personas (especialmente de sudaneses y eritreos que intentan atravesar el desierto para llegar a Israel en busca de una vida mejor). Poco tiempo después, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, dio orden de aplicar la ley y el orden en un territorio que se encontraba totalmente descontrolado -muchas comisarías de policía habían sido desmanteladas- y donde ahora el ejército comienza a hacerse con el control de la situación.

Aunque sus ejercicios han sido bien acogidos  en un primer momento por Israel, que comparte con los egipcios el objetivo de “limpiar” de yihadistas y traficantes el Sinaí, el ejecutivo de Benjamín Netanyahu ha comenzado a replantearse su continuidad en el tiempo en un territorio que considera de alto interés estratégico. Su ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, ha instruido a una veintena de embajadores que se encuentran estos días en Jerusalén celebrando un seminario (inicialmente dedicado a unificar posiciones respecto de la cuestión nuclear iraní) para que transmitan el correspondiente mensaje en sus respectivas capitales de que podría producirse una violación de los términos acordados en Camp David.

El Ejecutivo de Netanyahu parece ahora tener miedo de que los movimientos actuales de tropas egipcias el el Sinaí se conviertan más adelante en un hecho consumado a través del que intentar modificar al alza las condiciones de los Acuerdos de Camp David, que limitan las capacidades militares de sus vecinos. Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado de los EE.UU., Victoria Nulan, ha apoyado al Gobierno egipcio en su campaña, a la vez que insistido en la gran importancia de que dichos movimientos se hagan en estrecha y permanente coordinación con los israelíes. “Lo que queremos ver es que Egipto lidie con fuerza contra las amenazas de seguridad y que lo haga de forma que apoye la seguridad de sus vecinos y de acuerdo a sus obligaciones”, aseguró Nulan durante una rueda de prensa en Washington.

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