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Marco Rubio entra en la escena nacional con su versión del ‘sueño americano’

El senador por Florida arremetió contra el mandato de Obama

El senador por Florida, Marco Rubio, durante su intervención en la Convención.
El senador por Florida, Marco Rubio, durante su intervención en la Convención.MARK WILSON (AFP)

Marco Rubio, el joven senador de Florida, fue el encargado de presentar este jueves al candidato a las elecciones por el Partido Republicano, Mitt Romney. El senador, uno de los políticos más carismáticos del partido y también entre los más queridos por los conservadores, criticó el legado de Obama después de estos cuatro años en la Casa Blanca y prometió que la victoria de Romney garantizaría la recuperación económica de Estados Unidos.

"Sé que los últimos años han puesto a prueba la fe de los ciudadanos en América. Puede que esperaran estar pensando ahora, después de años de trabajo, en su jubilación. O en un puesto de trabajo después de graduarse", afirma. "Pero parece que las cosas no van a mejorar". Según Rubio, que utilizó varios guiños a la retórica de Obama, lo único que ha cambiado desde hace cuatro años “es que la esperanza es más difícil de encontrar ahora que antes”.

El senador Rubio tenía esta noche una doble tarea: destacar la figura de Mitt Romney como candidato a la Casa Blanca y seguir cimentando sus propias aspiraciones en el escenario político nacional. Sin embargo, Rubio, mucho más carismático que Romney, también corría el riesgo de hacerle sombra minutos antes de que el candidato ofreciera uno de los discursos más importantes de su carrera. No fue así. Rubio se limitó a destacar su propia versión del sueño americano como descendiente de cubanos que ha logrado abrirse camino y llegar hasta los estamentos más altos de la política norteamericana.

"No somos especiales porque haya más gente rica en esta nación. Sino porque sueños que son imposibles en cualquier otro país, se cumplen aquí. Esa no es solo mi historia, es también la de ustedes. La de las madres que trabajaron para dar a sus hijas lo que ellas no tuvieron, la de los padres que prometieron a sus hijos que todo era posible", afirmó el senador.

Rubio habló de los fundamentos que han definido a EE UU desde sus orígenes. “Ideas de las que huye gente de todo el mundo para venir hasta América. Ideas que amenazan con hacer América más similar al resto del mundo, en vez de ayudar al resto del mundo a parecerse más a América”, dijo Rubio. "En América todos estamos separados por una o dos generaciones de alguien que lo dio todo por cambiar nuestras vidas. Debemos asegurarnos de que somos un país en el que el mañana siempre es mejor que el ayer, en eso consisten estas elecciones”.

El senador criticó las medidas económicas adoptadas por el presidente Obama, sus propuestas presupuestarias y las consecuencias que han tenido para los norteamericanos, un tema que no quiere abandonar la campaña republicana.

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“Vivimos un momento complicado. Pero América siempre ha tenido nuevos comienzos y con Mitt Romney América será mejor que lo que nunca ha sido", afirmó el legislador de Florida entre aplausos. "La historia de nuestro país será escrita por americanos que todavía no han nacido, pero hagámosles contar que nosotros sí estuvimos en el lado correcto de la historia. Que elegimos a un hombre especial para liderar el país en un momento especial".

Rubio es uno de los republicanos con mayor peso sobre sus hombros para lograr convencer a los hispanos de que el partido también está de su lado. Obama cuenta con una ventaja de más de cuarenta puntos con respecto a Romney entre el electorado hispano, que cada vez ve más lejos a los republicanos y, tal y como demuestran encuestas recientes, creen que el partido conservador ni siquiera se preocupa por ellos. El senador de Florida fue el último este jueves en una larga lista de políticos que pertenecen a minorías y que ponen un rostro distinto al Partido Republicano, cada vez más necesitado de sus votos.

Minutos antes, el exgobernador de Florida Jeb Bush exigió a Obama que dejara de culpar a su hermano, el expresidente George Bush, y que asumiera responsabilidades después de estos cuatro años. Sin embargo, Bush no centró su discurso ni en la economía ni en la inmigración -a pesar de pronunciar unas palabras en español- sino en la educación. El exgobernador insistió en la importancia de la igualdad de oportunidades y de un sistema educativo fuerte para el progreso de EE UU y para la recuperación de su liderazgo como referencia educativa internacional para salvar el futuro de la nación.

“Nos enfrentamos a las elecciones más decisivas de nuestra historia”, afirmó también Newt Gingrich, candidato durante las primarias republicanas y que compareció en esta convención acompañado de su esposa, Callista. Fue el único de los oradores de esta tercera y última noche de convención que no habló de las cualidades políticas o personales de Romney para alzarse con la presidencia.

Los discursos principales de la noche llegaron tras una sucesión de testimonios por parte de amigos de la familia Romney que cumplieron con la tarea de mostrar el rostro más humano y familiar del candidato republicano. Desde un matrimonio que compartió cómo Romney apoyó a su hijo, enfermo de cáncer terminal y le ayudó a redactar su testamento; una amiga que habló del compromiso de Mitt Romney con los suyos, hasta una estudiante que se benefició de las becas aprobadas por el republicano cuando era gobernador de Massachusetts y que, a través de la presidencia de Romney, quiere que sus hijos también aspiren a un futuro mejor.

Las aportaciones de todos ellos, junto a los numerosos vídeos y breves documentales proyectados este jueves en el auditorio de Tampa -—uno de ellos protagonizado por la familia Romney—, presentaron anécdotas sobre el candidato que eran desconocidas, pero cuyo impacto en el electorado todavía está por determinar.

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