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La socialdemocracia holandesa sube en intención de voto

La extrema izquierda y la democracia cristiana pierden posiciones en las encuestas El debate sobre los costes de la eurozona excluye un tercer rescate de Grecia

Isabel Ferrer
Diederik Samsom, líder del partido socialdemócrata holandés.
Diederik Samsom, líder del partido socialdemócrata holandés. Bas Czerwinski (EFE)

La campaña electoral holandesa ha dado un giro inesperado. Después de un tímido arranque, la socialdemocracia ha conseguido escalar puestos hasta disputar el espacio de izquierda a los socialistas radicales, que llevaban una amplia delantera al resto de los partidos. De la mano de Diederik Samsom, su nuevo líder, los socialdemócratas han pasado de 18 escaños a 30 en intención de voto. Sus rivales más izquierdosos, que llegaron a sumar 36, tendrían ahora 26. El logro es considerable, porque los debates son cada vez más agrios por culpa de la crisis. También porque la campaña se está convirtiendo en un duelo de personalidades y frases hechas, poco corriente entre una clase política muy educada.

Los mismos sondeos que marcan el ascenso de Samsom, sitúan a los liberales de derecha en cabeza con 34 escaños. Por detrás quedaría la extrema derecha de Geert Wilders, con 17; la democracia cristiana y los liberales de izquierda, 12, y los verdes, 4. En un sistema de coaliciones como el holandés, los votos obtenidos por los partidos pequeños son muy importantes. En caso de bloqueo negociador, o de pactos amplios, que los cristianos protestantes obtengan 7 escaños, los calvinistas ortodoxos entre 2 y 3, y el Partido de los Animales, 3, puede cerrar o malograr un Gobierno.

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Parte del vaivén de los sondeos es debido a los problemas de la eurozona. Ningún partido quiere perder pie, y hasta Mark Rutte, primer ministro liberal saliente, acaba de decir que “no habrá un tercer rescate para Grecia”. La frase le ha valido múltiples críticas. En 2010, cuando se planteó la ayuda comunitaria para Atenas, dijo lo mismo. Luego contribuyó junto al resto de la UE, como le ha recordado sus rivales. La salida de Rutte, presionado por unos encuentros televisivos entre los líderes que abocan al eslogan, pero no al análisis, no es única. Wilders, que quiere sacar a Holanda de la eurozona, ha llegado a decir lo siguiente a sus contrarios: “La ex primera ministra conservadora británica, Margaret Thatcher, tenía sola más pelotas que todos ustedes juntos”.

A falta de verdaderos discursos electorales, asuntos como los costes sanitarios, “que pueden suponer la mitad de un sueldo medio si no actuamos”, según los liberales de derecha, o bien el aumento de la jubilación a 68 años, acaba volviendo al mismo sitio: la crisis y las ayudas al Sur de Europa. Está por ver cómo arrimarán a su programa, derecha e izquierda, los datos recién publicados por el Foro Económico Mundial. Según el organismo, Holanda es la quinta economía más competitiva del mundo. La superan Suiza, Singapur, Finlandia y Suecia.

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