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Un tráiler incendiario para una película que no existe

Una producción de voluntad claramente ofensiva e incendiaria aparece en la web, envuelta en misterio, y provoca protestas en el mundo musulmán

Fotograma del tráiler que ha provocado las protestas.
Fotograma del tráiler que ha provocado las protestas.

Puede no haberse rodado película de tan escasa calidad en la historia entera de Hollywood. Puede que ni siquiera haya película, y a lo único a lo que hayan llegado sus productores haya sido a un tráiler de 14 minutos. Pero Inocencia de los musulmanes, un título de última hora para una producción que no llega a serie Z, ha sido empleada por una serie de activistas radicales cristianos para caldear los ánimos e incitar protestas en todo el mundo musulmán. De momento, todo lo que rodea a esa producción es un misterio, excepto la burda parodia que realiza del profeta Mahoma, con una intención claramente ofensiva.

En julio de 2011 una productora bautizada como DW convocó un casting para un proyecto titulado Guerrero del desierto [Desert warrior], “un filme de aventuras localizado en el desierto de Arabia”. El rodaje comenzaría en Los Ángeles a mediados de agosto. El protagonista sería George, “un líder fuerte, un romántico, un tirano, un asesino sin remordimientos”. Se especificaba: “el presupuestos será ultra reducido”. El productor sería Sam Bassiel. El director, un tal Alan Roberts. Se encontraron los actores y el rodaje se hizo en algunas localizaciones reales pero, sobre todo, en un plató, ante un croma, con imágenes posteriormente añadidas por ordenador.

Una productora desconocida convocó en 2011 un casting para una película de aventuras de bajo presupuesto, y el único resultado hasta la fecha ha sido un tráiler de 14 minutos, de ningún valor cinematográfico

Nada más se supo de Guerrero del desierto hasta este mismo verano. Un usuario de la red de vídeos de YouTube publicó en ella un tráiler bautizado como Tráiler de la película de Mahoma [Muhammad movie trailer], de 14 minutos de duración. Es, hasta la fecha, el único resultado tangible de esa producción. Entre las personas que participaron en su producción se halla Steve Klein, un activista cristiano de EE UU, que dijo el miércoles que el director fue, de hecho, Sam Basile. Dijo que el largometraje existía, y que se estrenó este verano en un pequeño cine de Los Ángeles, algo de lo que no hay indicio alguno.

El tráiler muestra fragmentos pobremente montados de la vida del profeta Mahoma. Se le retrata como una persona de limitada inteligencia, dado a la promiscuidad, y se refiere a él como violador de menores y como homosexual. Los actores aparecen doblados de una forma burda, sobre todo cuando mencionan el nombre de Mahoma, algo que sirve de indicador de que, cuando rodaban, no sabían que participaban en un film sobre el profeta. Una anciana dice, en el vídeo: “Tengo más de 120 años. En mi vida nunca he conocido a un matón asesino como Mahoma. Mata a hombres. Captura a mujeres y niños. Roba las caravanas. Rompe acuerdos y tratados. Vende niños como esclavos después de que él y sus hombres los hayan usado”. Hasta la fecha, el vídeo tiene 1,3 millones de visitas en YouTube. En julio, fue subtitulado al árabe y otros idiomas, y entonces atrajo la atención de grupos islamistas en Internet.

La pobre labor de doblaje, que es más una manipulación del guión original, ha indignado a los actores, que ahora se encuentran en el punto de mira del mundo entero
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Según reveló este jueves la agencia AP, Sam Bacile es en realidad Nakoula B. Nakoula, un cristiano copto que reside en California y que entre 2010 y 2011 sirvió una pena de 21 meses de prisión por fraude bancario. Varios medios de EE UU contactaron el miércoles con él, antes de que cancelara su línea de teléfono móvil habitual. Al diario The Wall Street Journal le dijo, empleando el pseudónimo Sam Bacile, que había recaudado cinco millones de dólares para producir el largometraje, algo de lo que tampoco hay indicios. En una entrevista con el Journal se refirió al islam como “un cáncer”.

Con ese mensaje claramente contrario al credo musulmán, el pastor Terry Jones de Florida, que ya incendió los ánimos en 2010 al amenazar con la quema de Coranes en su iglesia, se hizo eco del vídeo, y lo recomendó a sus seguidores, como si fuera una muestra fiel de la vida del profeta, y no la burda caricatura que en realidad es. El miércoles, el general norteamericano Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, llamó al pastor Jones para pedirle que no publicite más el vídeo, para evitar protestas como la que precedió al ataque al consulado de Bengasi, en Libia, el martes, en el que murieron cuatro estadounidenses.

La pobre labor de doblaje, que es más una manipulación del guión original, ha indignado a los actores, que ahora se encuentran en el punto de mira del mundo entero. “Los actores y los miembros del equipo que produjo la película se sienten extremadamente ofendidos y creen que el productor se ha aprovechado de ellos”, dijeron en un comunicado enviado a los medios. Añadieron que se sienten “horrorizados por la reescritura radical del guión y las mentiras que se contaron a todos aquellos inmiscuidos en la producción”. Google, la empresa dueña de YouTube, ha impedido la difusión del vídeo en Libia y en Egipto, para evitar protestas. El Gobierno de Afganistán ha prohibido el acceso a sus ciudadanos a esa red de vídeos, para evitar que se propaguen las reacciones violentas en ese país asiático, donde hay una cuantiosa delegación diplomática de EE UU.

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