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Romney: “Dentro de cuatro años ya no seremos una potencia mundial”

El candidato responsabiliza a Obama por la pérdida de liderazgo en el ámbito internacional y los recortes al Departamento de Defensa

El candidato republicano en un momento de su discurso.
El candidato republicano en un momento de su discurso. WIN MCNAMEE (AFP)

El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, celebró este jueves un acto de campaña en Virginia marcado por los ataques sufridos por varias embajadas estadounidenses en países árabes. Romney responsabilizó al presidente Obama por lo que considera una pérdida de liderazgo en el ámbito internacional y presentó el crecimiento económico como la única vía para recuperarlo.

"Cuando miramos al mundo hoy en día, a veces da la sensación de que estamos a merced de los hechos, en lugar de darles forma nosotros", afirmó Romney en una de sus primeras apariciones después de la muerte del embajador estadounidense, Chris Stevens, durante un ataque a la sede diplomática en Libia.

El candidato, que ha recibido varias críticas por su reacción a los eventos, reanudó sus ataques al presidente por lo que los republicanos consideran una pérdida de liderazgo en el ámbito internacional. Sus primeras palabras, dedicadas a las víctimas americanas en Libia, fueron seguidas de la puesta en duda del liderazgo norteamericano. “¿Dónde está?”, se preguntaba Romney.

"Yo también creo en la paz a través de la fuerza", comentó Cindy Han, una inmigrante de Corea del Sur que este jueves esperaba para ver por primera vez al republicano en Fairfax, al norte del Estado de Virginia. Han se refirió así a la defensa que, apenas 24 horas antes, también había hecho el candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, sobre la compatibilidad entre un modelo de política exterior fuerte ante los enemigos y compasiva con los aliados.

Si una persona va al médico con un problema y a los tres años y medio no se ha curado, está claro que tiene que buscar otro doctor"

"No podemos ayudar a nadie si nosotros ni siquiera tenemos lo que necesitamos, si no somos un país fuerte", decía Han, recitando casi de memoria los argumentos que defiende Romney en sus actos de campaña. "Mi marido es médico. Si una persona va al médico con un problema y a los tres años y medio no se ha curado, está claro que tiene que buscar otro doctor".

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"América se va a mantener fuerte. Vamos a asegurarnos de que seguimos siendo la esperanza sobre la tierra. Ahora es esencial para el mundo tener una América fuerte. Es esencial para nosotros y para nuestro futuro, pero también para el resto del mundo", dijo Romney entre fuertes aplausos de los asistentes. Y como muchos de sus seguidores, vinculó directamente la recuperación de ese liderazgo y de la economía norteamericana con su victoria en las próximas elecciones.

El aspirante y exgobernador de Massachusetts ya puede contar el voto de estos seguidores en Virginia, un Estado de larga tradición republicana pero que en 2008, al cambiar de orientación política, impulsó la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. Los cambios demográficos del Estado, donde ha estallado el crecimiento de población hispana, afroamericana y asiática, hacen dudar a los expertos si 2012 corregirá un cambio temporal o confirmará una nueva tendencia en el Estado.

Han describe a Romney como un empresario de éxito cuya experiencia en el sector privado es su principal argumento para merecer la presidencia. “Yo no he aprendido economía en la universidad. Lo aprendí todo gracias a mi experiencia profesional”, afirmó Romney. “Estos son momentos difíciles para las familias estadounidenses que tienen trabajo, pero además tenemos a 23 millones de personas que carecen de empleo, han dejado de buscarlo o trabajan por debajo de sus cualificaciones. ¿Saben qué? Su optimismo es mi optimismo. América está de regreso. Nos vamos a asegurar de que tenemos los puestos de empleo que necesitamos”.

Ken Collins, un jubilado demasiado preocupado por las pensiones, afirma que la economía no será lo único que decida el voto de los norteamericanos en noviembre. "Creo que Romney es la persona adecuada para devolver al país donde merece estar, pero dentro de cuatro años Estados Unidos habrá dejado de ser una potencia internacional. Lo que acaba de ocurrir en El Cairo y Libia es una buena muestra de ello", comenta.

Para Antonieta Krenik, residente del condado de Prince William, a las afueras de Washington, uno de los grandes valores de Romney como candidato es que "no ataca a nadie, no se dedica a criticar a otras personas". Krenik emigró desde Honduras en 1972 y afirma que desde entonces las cosas han cambiado y hoy tiene más miedo que nunca de que EE UU deje de ser la nación que era. "Siento que lo único que va a quedar a mis hijos y nietos es un gran desastre. Ya nadie respeta a Dios ni a la vida", afirma mientras se protege del sol. "La gente, cuanto más se acerca a la izquierda [política] más empieza a hacer el mal y a incumplir las leyes".

Romney apeló a ese miedo hablando de la economía China, lo que describió como “prácticas manipuladoras de su divisa” y el peligro de su competencia desleal, copiando productos norteamericanos y poniendo en peligro la creación de empleo. “El presidente ha tenido la oportunidad, año tras año, para identificar a China como un manipulador de divisas, pero no lo ha hecho. Yo declararé a China como la nación manipuladora que son en el primer día de mi mandato", anunció Romney. “Hasta tienen una tienda Apple que es falsa”.

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