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Finaliza la huelga de hambre por la liberación de un opositor cubano

Las autoridades anuncian la liberación del opositor Jorge Vázquez Chaviano Las 29 personas que lo acompañaban en un ayuno total deciden volver a alimentarse

Yoani Sánchez
Opositores cubanos celebran con manzanilla el fin de la huelga de hambre.
Opositores cubanos celebran con manzanilla el fin de la huelga de hambre.A. E. (EFE)

Diversos elementos confluyeron para hacer efectiva la huelga de hambre de varios opositores cubanos que demandaban la libertad de un preso. Así, el seguimiento masivo de la misma resultó crucial para alcanzar un desenlace positivo. Comenzó con una decena de activistas que se negaron a probar alimentos y al concluir la cifra ascendía ya a más de 30. Aunque el Gobierno de Raúl Castro ha lidiado frecuentemente con situaciones de este tipo, el elevado número de huelguistas complicaba las estrategias tanto médicas, como policiales e informativas.

La evidente violación jurídica que se estaba cometiendo contra Jorge Vázquez Chaviano hizo que la protesta se enfocara en respetar la propia legalidad vigente. Las autoridades se vieron entrampadas en su propio Código Penal, compulsadas a cumplir con los dictámenes emitidos por sus tribunales. Aunque las arbitrariedades judiciales se amontonan por doquier a lo largo del país, en contadas situaciones se tienen pruebas tan evidentes de una irregularidad cometida. El caso de Vázquez Chaviano era de esas raras excepciones, en que una certificación de sentencia, con membrete, cuño y firma desmentía la actuación de la parte oficial.

La rápida respuesta de la comunidad internacional contribuyó también al resultado logrado. El comunicado de Amnistía Internacional que exigía que se aclararan las causas por las que Vázquez Chaviano seguía en la cárcel, alertó a muchos dentro y fuera de Cuba. Otras declaraciones de políticos europeos, en las que manifestaban su alarma por la salud de los huelguistas contribuyeron a remarcar la idea de que, más allá de las fronteras nacionales, había gente preocupada y velando por lo que ocurría. Los tiempos en que parecía que nadie escuchaba definitivamente parece que han quedado atrás.

A pesar de algunas críticas hacia los huelguistas, el sector opositor se mostró sorprendentemente unido alrededor de su reivindicación. No faltaron quienes vieron en el ayuno una manera de desviar la atención de otros proyectos cívicos que van ganando fuerza, pero esos fueron los menos.

En general los demandantes recibieron numerosas muestras de solidaridad y lograron aunar a sectores muy diversos de la sociedad civil cubana. Quizás éste haya sido el motivo mayor para que la Seguridad del Estado comunicara el martes pasado a la familia de Vázquez Chaviano su pronta liberación. El coste político de la huelga de hambre estaba resultando negativo para el Gobierno y además la protesta funcionaba como un elemento aglutinador de las fuerzas disidentes. La oposición cubana ganó este asalto, uno a cero.

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