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El Gobierno italiano disuelve el Ayuntamiento de Reggio Calabria

Detenido un consejero de Lombardia por comprar votos a la Ndrangheta. El Ejecutivo sospecha de vínculos del consistorio con la mafia calabresa. Es la primera vez que se adopta una decisión de este tipo en Italia.

La Ndrangheta lo dominaba todo en el Ayuntamiento de Reggio Calabria (186.000 habitantes, sur de Italia). Las empresas municipales, las licitaciones de obras, el servicio de recogida de basuras, el gabinete jurídico e incluso, en una pirueta surrealista, la gestión de los bienes que la Justicia había incautado a la propia mafia calabresa. De manera que el martes, en una decisión histórica, el Gobierno de Mario Monti decidió disolver el ayuntamiento de la capital de la provincia y nombrar una gestora. Solo fue el principio de una acción coordinada. Al amanecer del miércoles, la Escuadra Móvil de la Policía y los Carabinieri detenían a Bruno de Caria, el director de la empresa de recogida de residuos —de mayoría municipal—, al capo mafioso Giovanni Fontana y a sus cuatro hijos, vinculados todos al poderoso clan de los Condello. También fueron detenidas dos mujeres por actuar de testaferros.

El informe que llevó al Gobierno a tomar una medida tan drástica tiene 250 páginas. Después de repasarlo no se sabe muy bien si el ayuntamiento de Reggio Calabria estaba infiltrado por la Ndrangheta o era simplemente un brazo más de la actividad mafiosa. Tres de los cinco puntos del informe llaman la atención sobre la ausencia intencionada de controles municipales para evitar la infiltración de la Ndrangheta, reflejan el hecho de que en los últimos dos años la gran parte de la obra pública haya sido encargada a empresas sospechosas y hacen hincapié en que las empresas mixtas —como la de recogida de basuras— están minadas por la mafia.

El Ayuntamiento de Reggio Calabria no tenía gabinete jurídico propio, sino que prefería externalizar esos servicios y dejarlos en manos de abogados cercanos a los capos mafiosos

Siendo gravísimos estos tres puntos, los otros dos son todavía más significativos de la desfachatez con que el poder municipal había hecho dejación de funciones a favor de la Ndrangheta, tal vez en estos momentos el grupo mafioso más poderoso de Italia, por encima de la Camorra o de la Mafia siciliana. La investigación desvela que el Ayuntamiento de Reggio Calabria no tenía gabinete jurídico propio, sino que prefería externalizar esos servicios y dejarlos en manos de abogados cercanos a los capos mafiosos. Pero lo que colma el vaso es que la gestión de los bienes incautados por la Justicia a la Ndrangheta estaba en manos de hombres de paja de los propios delincuentes…

La disolución del ayuntamiento fue anunciada por la ministra del Interior, Annamaria Cancellieri, que fue tajante: “Es una decisión que hemos adoptado con mucho sufrimiento. Pero en el Gobierno tenemos la voluntad de devolver el país a la legalidad. Estamos convencidos, e imagino que los ciudadanos también, a ayudar a las regiones a que se comprometan con el valor de la legalidad, porque sin legalidad no hay desarrollo”.

El trabajo no parece fácil. Coincidiendo en el tiempo con la operación en Reggio Calabria, agentes de los Carabinieri detuvieron a Domenico Zambetti, un consejero de la región de Lombardia, acusado de pagar a la Ndrangheta 200.000 euros a cambio de 4.000 votos que le garantizaran su elección. La división está clara, 50 euros el voto, y el partido al que pertenece también: el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi.

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