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Romney vuelve a desdecirse en el asunto de la interrupción del embarazo

El candidato dice ahora que no tocaría las leyes al respecto, en un nuevo cambio de postura

Romney aúpa a un niño en un mitin en Virginia.
Romney aúpa a un niño en un mitin en Virginia. JIM WATSON (AFP)

Fue un veterano asesor de Mitt Rommey, Eric Fehrnstrom, quien dijo en marzo que la campaña de Romney es como un Telesketch, una pizarra mágica cuyos dibujos desaparecen con sólo una sacudida. Ganadas las primarias y ganado el primer debate presidencial, el candidato republicano ha sacudido, efectivamente, su campaña, para volver a poner el marcador a cero en un tema que tantas susceptibilidades suscita entre el electorado como es el aborto.

“No hay propuestas legislativas, respecto al aborto, de las que yo sepa, que serían parte de mi agenda”, dijo Romney ayer en una entrevista con el diario The Des Moines Register de Iowa. Los republicanos en el Congreso han intentado, desde 1973, aprobar una enmienda a la Constitución que prohibiría todas las instancias de aborto. Precisamente en aquel año, el Tribunal Supremo legalizó la interrupción del embarazo en un célebre caso conocido como Roe v. Wade.

No hay propuestas legislativas, respecto al aborto, de las que yo sepa, que serían parte de mi agenda” Mitt Romney, 2012

Lo cierto es que Romney estuvo a favor del aborto antes de estar en contra, y ha opinado sobre el asunto con diversos grados de intensidad y enardecimiento, dependiendo de a qué base de votantes estuviera cortejando en ese monento. Cuando se presentó a las elecciones al Senado y al Gobierno de Massachusetts, en 1994 y 2002, se definió como un defensor del derecho de la mujer a decidir. Era lógico: sus votantes eran independientes y demócratas moderados, y necesitaba ganarse su confianza.

Dentro de la ortodoxia mormona, Romney se opone personalmente al aborto, excepto en casos de incesto, violación o grave riesgo para la vida de la madre. Pero en ambas campañas en Massachusetts dijo que no impondría sus opiniones a los demás. En un debate electoral en las elecciones al Senado, el mítico demócrata Ted Kennedy, que defendía su plaza, le dijo: “Usted no apoya una opción y u otra, lo que apoya son opciones múltiples”. Romney perdió aquellas elecciones, pero ganó las de Gobernador ocho años después.

Yo soy provida. Yo creo que el aborto es una opción equivocada, salvo en los casos de incesto, violación, y para salvar la vida de la madre” Mitt Romney, 2005
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Según ha recordado en numerosos foros, Romney vivió un momento de conversión en 2004, cuando era Gobernador. Un investigador de la Universidad de Harvard llamado Douglas A. Melton le explicó que, para trabajar con células madre, mataba a los embriones de 14 días. Romney quedó convencido entonces que ese tipo de investigación era inmoral, y que el aborto también lo era. Un año después vetó una ley que hubiera ampliado el acceso de mujeres a métodos anticonceptivos de emergencia -la llamada píldora del día después- y publicó un artículo de opinión en el diario The Boston Globe de título significativo: “Por qué veté la ley de anticonceptivos”.

“Entiendo que mis opiniones sobre las leyes que rigen el aborto me colocan en minoría en nuestro Estado. Yo soy provida. Yo creo que el aborto es una opción equivocada, salvo en los casos de incesto, violación, y para salvar la vida de la madre”, escribió Romney. “Me gustaría que los Estados del país estuvieran de acuerdo, y que las leyes de nuestra nación reflejaran esas opiniones”. Entonces, en 2005, Romney ya sabía que sólo sería gobernador de un mandato, porque no se presentaría a un segundo, y que aspiraría a la presidencia de la nación.

Sus asesores habían decidido que, ante los candidatos moderados John McCain y rudy Giuliani, su hueco de mercado estaba en la derecha conservadora. Y Romney decidió revertir todo lo que había dicho una década antes sobre el aborto. El 15 de diciembre de 2007 dijo en un debate en Iowa: “Respecto al aborto, he cambiado de opinión. Respecto al aborto, he tenido la experiencia de ser gobernador, y creo que hay que mantener las leyes de cada Estado”. Hay 21 Estados que restringen notablemente el acceso de una mujer al aborto.

Respecto al aborto, he cambiado de opinión. Respecto al aborto, he tenido la experiencia de ser gobernador, y creo que hay que mantener las leyes de cada Estado” Mitt Romney, 2007

Romney hizo campaña dentro de la ortodoxia más conservadora, definiéndose como alguien radicalmente opuesto al aborto, excepto en casos de incesto, violación o riesgo para la madre. En los debates dijo que sería adecuado revocar la decisión del Supremo de 1973 sobre el aborto, algo que debería pasar por aprobar leyes que lo ilegalizaran en el Capitolio. Romney perdió las primarias en 2008, pero se volvió a presentar a ellas, con éxito, en 2012.

Una vez logró el voto de la derecha en las primarias, ahora ha vuelto a llegar el turno de sacudir el Telesketch, para desdecirse de sus críticas a la decisión de la máxima instancia judicial de EE UU. Ahora, no cambiaría nada sobre el aborto. Son muchos los votos independientes y moderados que hay en juego, y con ellos puede ganar Estados como Ohio o Florida, y en consecuencia la nación. Y eso bien vale un desmentido a uno mismo.

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